Tener un conejito en casa, como parte de la familia, es una de las experiencias más estimulantes y gratificantes. Son tiernos, dulces, juguetones, curiosos y afectuosos. Además, solo verlos ya provoca abrazarlos y quererlos. También significa conocer las enfermedades de los conejos, ya que como todo ser vivo puede sufrir diferentes problemas.

A estos mamíferos no se les puede ver solo como animales con una biología determinada, ya que la ciencia ha revelado que pueden sufrir diferentes problemas a partir de situaciones estresantes. Lo que quiere decir que su ánimo, su bienestar “psicológico” es igual de importante en su salud general.

Qué enfermedades son comunes en los conejos

El punto de partida del cuidado de nuestros conejitos es mientras son crías o gazapos. Para protegerlos hay que seguir con rigor el proceso de vacunación ante enfermedades muy peligrosas.

Hay tres enfermedades contra las que hay que inmunizarlos. Se trata de la mixomatosis, la enfermedad hemorrágica vírica clásica y la enfermedad hemorrágica vírica variante. Vamos a explicar cada una en detalle, pero hay que señalar que son agresivas y con alto nivel de letalidad.

Mixomatosis: enfermedad de los conejos

Es una enfermedad de tipo viral. El virus llega al cuerpo del animal por insectos que lo transmiten. Suelen ser garrapatas, mosquitos, pulgas, tábanos, piojos, incluso algunas moscas también lo pueden contagiar. Además de esta forma de propagar la enfermedad, también se pueden enfermar conejos sanos por contacto con conejos que ya estén contaminados. Esto hace mayor el riesgo de esta enfermedad que causa la muerte tras dos o cuatro semanas.

La enfermedad se manifiesta con la aparición de lesiones, fluidos e inflamación en la nariz. Además, se observa falta de apetito, inflamación de otros órganos como orejas, párpados, labios, genitales, mamas, nariz. Por lo común, aparecen el quinto día del contagio.

Enfermedad hemorrágica vírica clásica

Como su nombre lo indica, también es una enfermedad de origen viral. El agente que la causa es parte de los virus denominados calicivirus y afecta solo a los lagomorfos. Sus consecuencias son fulminantes. Por lo general ataca a conejos que tienen más de dos meses, mientras que los gazapos, aunque los afecta no genera la elevada tasa de mortalidad que causa en los adultos.

La enfermedad es sumamente contagiosa al contacto con animales enfermos, así como con objetos contaminados. En esta forma de la enfermedad, hay casos en los que los conejos no presentan un cuadro visible de síntomas, hasta que mueren al tercer día del contagio. Sin embargo, en algunos casos la incubación toma tan solo un día.

Cuando se presentan las señales, suelen verse como pérdida de energía, poca movilidad, exceso de salivación y problemas respiratorios. Tras la muerte, expertos han detectado hemorragias en múltiples órganos y muerte de tejido interno. En definitiva, es bastante severa

Enfermedad hemorrágica vírica variante en el conejo

Desde 2011 iniciaron los reportes, en España, de una enfermedad extremadamente agresiva, que no estaba respondiendo a la vacuna que hasta el momento había contenido a la forma clásica.

Una de las novedades con esta variante es que atacaba a los gazapos, con una alta tasa de mortalidad. El desarrollo de la enfermedad, en las crías, ocurrió antes de los 50 días de nacidas, algo que no había pasado antes. Hasta ese momento se había llegado a la conclusión que antes de esa edad, la enfermedad no los afectaba. Se trataba de una nueva forma del virus con otras características y la adición de un patógeno diferente.

La incidencia en adultos ocurre, pero con una mortalidad en un rango mucho menor.

El contagio se produce desde un conejo enfermo que contamina a otros. Ya sea por contacto directo, por contacto de mucosas, vía oral, heridas en la piel, transportadas por moscas. Los excrementos sólidos y líquidos se consideran contaminantes de este virus. También se considera la vía área como factor de contagio.

En cuanto a la época del año de mayor ocurrencia, son primavera y otoño cuando hace aparición.

Esta forma del virus causa, en muchos casos, la muerta de forma súbita sin presentar síntomas previos. En otros casos los conejos presentan fiebre, color amarillento en las mucosas (problemas del hígado). Se vuelven apáticos, estáticos, somnolientos. Algunos ejemplares presentan los signos de la forma clásica. Sangre en orina, hemorragias nasales, vaginales. Los conejos resisten por un período de 24 a 48 horas.

Los peludos que experimentan la enfermedad con menos intensidad muestran pedida de peso por falta de alimentación, apatía. Si supera estos problemas estará inmunizado, aunque será fuente de contagio para otros individuos al menos por un mes.

Una vez que el conejo se contamina con el virus, este causará neumonía, hepatitis y puede impactar corazón, riñón.

Rabia en conejos

La rabia es otro riesgo que tienen los lagomorfos. No es un asunto solo de otros animales como los perros. Es transmitida por un virus que llega por la mordedura o rasguño con un animal contaminado. El virus llega al cerebro, induce daños al sistema nervioso, así como a diferentes órganos. También tiene una alta tasa de mortalidad.

En estas enfermedades virales, por lo general no hay tratamiento, por lo que vacunarlos es la opción disponible para protegerlos.

Conejos: enfermedades causadas por hongos, bacterias

Neumonía: enfermedad causada por una bacteria que ataca los pulmones del animal. Genera síntomas como mucosidad, tos, estornudo, disminuye la capacidad respiratoria, ronquidos. Se puede tratar, de modo exitoso, con antibióticos, pero lo mejor es siempre vacunarlos.

Pasterelosis: este padecimiento se genera con la entrada al organismo de las bacterias pasteurella y bordetella. Sus signos visibles son similares a los de un resfriado: mucosidad, estornudos, tos, pero puede tener graves consecuencias sino se trata a tiempo. El tratamiento con antibióticos es efectivo, de acuerdo al estado de la enfermedad.

Tularemia: se asocia a la presencia de ácaros contaminados, así como pulgas o piojos, con la bacteria responsable de esta enfermedad. En general el síntoma más evidente que presenta es la inapetencia. El animalito deja de comer y esto desencadena otros problemas en el organismo que le puede causar la muerte. Es necesario hacerle exámenes para diagnosticar esta enfermedad. El tratamiento funcional son los antibióticos.

Conjuntivitis: esta enfermedad, así como las infecciones oculares en general, pueden volverse severas. Afectan la capacidad visual del conejo, genera inflamación en los párpados, además causa secreciones. Se necesita la ayuda del veterinario para recomendar el tratamiento más adecuado, ya que las causas son múltiples.

Enfermedades del oído: también tiene diferentes agentes causales. Suele causar dolor, perdida de equilibrio, fluidos en los oídos. Son necesarios antinflamatorios y antibióticos para su tratamiento adecuado.

Pododermatittis: las heridas en las patas, ya sea por problemas en la jaula, piso muy rustico puede generar este problema. Se causan heridas en la zona de apoyo, que se infectan y necesita atención con prontitud ya que causa molestia al conejo. Es muy contagioso este tipo de infección.

Coccidiosis: una baja en la defensa inmunológica del conejo puede ocasionar que ciertos microorganismos del estómago se tornen nocivos. Otra causa es que se contaminen por excrementos con presencia de esta bacteria. Afectan tanto el estomago como el colon. Inhibe el apetito, causa pérdida de pelo. Sin tratamiento a tiempo causa la muerte del animal.

Tiña: es causada por un hongo que afecta la piel del conejo, hace que se caiga el pelo en diversas zonas y es muy agresiva y contagiosa. Mientras más pronto lleve al conejo al veterinario es mejor. Recuerda separarlo de cualquier otro animal que tengas en casa.

Abscesos en la piel: Son diferentes inflamaciones que afectan varias partes del conejo. Se encuentran bajo la piel, y se infectan llenándose de pus. El veterinario indicará el tratamiento y el seguimiento diario que debes hacer en casa para que pueda superar este problema.

Conejos principales problemas de salud

Además de las dolencias mencionadas hay otros problemas que sufren los conejos.

Problemas dentales: Es muy común que los conejos enfrenten problemas con sus dientes si no se tiene el cuidado adecuado. Los dientes superiores e inferiores no están alineados, además tienen crecimiento continuo. Por lo que, si no se desgastan con alimento como el heno, u objetos que puedan roer sin peligro, pueden impedir una correcta mordedura, generar problemas en los huesos de la cara o cráneo.

Bolas de pelo en el estómago: los conejos son muy dedicados con su aseo. Esto lo hacen como los gatos, pasando su lengua por el cuerpo. Esto causa que traguen pelos. El problema ocurre cuando se acumula una cantidad muy grande que llegue afectar el aparato digestivo. Lo que tendría severas consecuencias de salud.

Obesidad: los conejos, por lo general, son animales de un apetito voraz. Se van a comer todo lo que tengan disponible. Sumado a esto algunos no tienen mucha actividad, o pasan mucho tiempo en la jaula, la consecuencia es obesidad. Esta desencadena otras enfermedades que pueden ser graves.

Estrés: los problemas de salud que puede enfrentar un conejo, incluso la muerte, se deben en muchos casos al estrés. Estos animales curiosos son muy nerviosos y reaccionan con intensidad ante situaciones inesperadas, molestas o angustiantes. También el aislamiento, la inactividad, la falta de estímulos pueden generar esta situación. Para ayudarlo y que esté feliz y sano, dedícale tiempo, déjale espacio para que se mueva con suficiente libertad. Y por supuesto, dale afecto.

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