Parte del ciclo de la vida todo animal es traer nueva vida al mundo. Una experiencia crucial y delicada en estos mamíferos. Hay que saber cómo ayudarlas en este proceso, así como todo lo relacionado con su reproducción, aprender todo sobre el manejo adecuado de las crías cuando son más vulnerables.En general son animales que gozan de buena salud, aunque como todo ser vivo puede padecer de diferentes problemas, con mayor incidencia de algunas enfermedades en particular. El embarazo de las cobayas requiere atención, ya que tiene diferentes riesgos. Por este motivo quienes ya tienen cobayas en casa es mejor que estén preparados en caso de ser necesario.

Hay que añadir que para estos mamíferos el tiempo en que están viables para ser madres, ocurre con rapidez, así que son altas las probabilidades de que una o varias cobayitas se pongan en camino sin que te des cuenta.

Reproducción de las cobayas

La etapa de la disposición para la reproducción llega a una edad muy temprana en ambos sexos. El macho está biológicamente capacitado para fecundar entre las nueve a diez semanas. Por su parte la hembra alcanza esta fase antes, en promedio, de cuatro a seis semanas de edad.

Aunque se podría pensar que desde ese momento se puede producir la monta y el embarazo, se sugiere que se debe esperar más tiempo. El motivo es que tanto la gestación como el parto tienen riesgos para la madre y las crías, por lo que es mejor esperar para que puedan enfrentar de la manera más segura este proceso.

Por lo general se puede proceder a la cópula y el primer embarazo cuando la hembra cumpla entre los seis y siete meses. Además, hay que asegurarse que está correctamente desparasitada, que esté saludable y tenga un peso de alrededor de 700 gramos. Si la hembra está por debajo de los 500 gramos se desaconseja que se propicie el embarazo.

La época más adecuada para que el macho transmita sus genes es entre los seis meses y los tres años. Antes o después de este periodo, hay muchas las probabilidades de que las crías confronten problemas en su desarrollo, tanto antes como después del parto.

La activación de la búsqueda del macho a la hembra ocurre como respuesta a la reacción hormonal. Esta reacción la capta el macho que también en su olfato detecta que la hembra está disponible. Entonces el macho realiza una serie de movimientos alrededor de ella, mueve su parte posterior, además también emite unos sonidos particulares.

A su vez se produce una reacción en los ovarios de la hembra. Una vez el macho percibe que ya está dispuesta, realiza la monta, que repite varias veces, esta dura unos minutos. La actividad sexual ocurre al estar ambos en el celo.

El celo en las hembras ocurre con una alta frecuencia, alrededor de cada 16 días, una vez inicia, esta puede ser cubierta de 24 a 48 horas, pero cada ejemplar puede presentar menos tiempo. Con esta rapidez del celo, y dado que son tan precoces sexualmente es necesario tomar medidas para evitar embarazos indeseados o prematuros

También hay que impedir que se produzcan relaciones entre cobayas que tengas genes familiares, esto puede causar problemas graves a las crías. En promedio se estima que en el celo se activan alrededor de 3 óvulos.

En ocasiones es complicado detectar que la hembra entró en el celo. Por lo común, cuando ocurre puedes observar que se vuelven más demandantes de atención, son más cariñosas de lo usual. Se han visto casos en que, si hay varias hembras juntas, la que está en celo trata de montar a sus compañeras.

Tienes que saber que a diferencia de otros mamíferos, las cobayas no expulsan sangre durante el ciclo estral. Por lo tanto cualquier hemorragia en la zona genital es un llamado de alerta para acudir al veterinario, ya que se trata de algo muy anormal.

De manera habitual la vagina está cubierta por una estructura membranosa, la cual se elimina en dos eventos fisiológicos, durante la etapa activa de fecundación y en el parto de las crías. La ausencia del mencionado tejido es un indicador que esta receptiva.

Información clave sobre las cobayas

Estos roedores tienen una predisposición natural a relacionarse socialmente. Así es como comparte su vida natural en colonias, y también se vincula tan cercanamente con personas y otras mascotas. Ahora bien, eso no implica que habrá una aceptación inmediata de dos cobayas.

Para asegurarse que logren establecer el interés entre el macho y la hembra es aconsejable que el acercamiento sea progresivo. Por ejemplo, puedes colocarlos en jaulas separadas, pero que estén a la vista. Después, sacar a cada ejemplar de su jaula y ponerlos en un sitio diferente, donde ambos no reconozcan como territorial, así finalmente puedes llevar la hembra a la jaula del macho.

En esta especie existe el dimorfismo, por lo que el macho es un poco más grande que la hembra. Sin embargo, es adecuado que la diferencia en la pareja a aparearse no sea muy grande. Esta decisión es que existe una amplia probabilidad de que las crías ocasionen problemas al momento de pasar por el canal de parto. Hay que tener en cuenta que en la pelvis de la hembra hay unos huesos que se acoplan y deben moverse al momento del parto. Si la dilatación es insuficiente podría necesitar una cesárea.

También resulta importante tomar en cuenta la época del año para la llegada de nuevas cobayitas. Ya que el clima juega un factor importante para darles las mejores condiciones a estas, para ello se considera que entre los 18° y los 29° son temperaturas aceptables. En particular son sensibles al calor, por lo tanto hay que observar y tomar acciones de climatización si es necesario.

La limpieza del espacio donde se tengan las cobayas siempre debe ser la mejor posible, sin embargo, en esta fase hay que tener más cuidados con todos los objetos en contacto con los animales. Al igual que el material que se tenga para amortiguar el piso con su función absorbente. Así se evitará cualquier problema de salud relacionado con la higiene. Puedes tomar la opción de crear una especie de nido, una casita o una estructura cubierta. De esta manera se evitará el exceso de luz y sobre todo tendrán tranquilidad, que es un elemento que en ese momento necesitan para su bienestar.

Antes del parto es muy útil hacer una ecografía a la madre para determinar con seguridad cuantas crías vienen en camino. Esta información es esencial para evaluar qué hacer si no nacen todas las crías. Una cría que se quede en el vientre puede ocasionar severos problemas de salud y poner en riesgo la vida de ambos.

Siempre existe la posibilidad que al palpar a la madre se sienta si tiene otra cría dentro, pero para ello se requiere cierta experiencia con estos animalitos.

Todo lo que necesitas sobre el embarazo de las cobayas

Una vez que es efectivo el apareamiento inicia el período de gestación. En los primeros días hay pocos, o casi ningún, indicio del embarazo. Uno de los primeros cambios es que la hembra ya no permita la monta. Consumirá más agua y comida, la mayoría de las veces, este cambio si es evidente.

En poco tiempo gana peso, y es muy llamativo la transformación del cuerpo que pasa de ser alargado, con cierta similitud a una forma cilíndrica, a un cuerpo bastante ancho, como un bombillo o una pera.

Aunque no debería ocurrir, es probable que al adquirir una cobaya, en algunos criaderos, personas particulares o tiendas de animales, ya se encuentre embarazada. Por lo que, al tener este animalito en casa, la visita al veterinario hay que considerarla obligatoria.

Durante el tiempo del embarazo se sugiere que, máximo a los 50 días, la hembra se separe de cualquier macho. Sin importar el vínculo con la hembra, el padre de las crías, otros hijos, lo mejor es apartarla de los machos.

En cambio no hay ningún inconveniente si hay otras hembras presentes. Siempre y cuando tengan un espacio adecuado. De hecho es muy usual que otras hembras ayuden a las crías y a la madre.

Considerando el tamaño y las características de estos conejillos de Indias, su gestación toma un tiempo prolongado. Se suele extender entre 59 y 72 días. Durante este período, como en todo animal placentario, como los mamíferos, dependen de la madre para alimentarse y recibir oxígeno.

Para los expertos el motivo de este largo embarazo es que las crías nazcan bastante desarrolladas. Y así se puede constatar ya que llegan cubiertas de pelo, poseen todos sus dientes, pueden ver, oír. Incluso en pocos días pueden tomar alimento, sin embargo, para asegurar un desarrollo adecuado, con la inmunización que necesitan, además de cumplir las necesidades es totalmente necesario que cumplan el tiempo de lactancia.

Un dato que es necesario conocer sobre el tiempo del embarazo es que este se alarga o se acorta en relación con la cantidad de crías. Mientras mayor es la cantidad, menor será el tiempo de gestación, es decir, estará más cerca de los 59, 60 días. También es probable que sean más pequeñas. Menos crías, tendrán más tiempo de gestación y posiblemente serán de mayor tamaño.

Es muy importante prestar atención a la alimentación de la madre. El trabajo del embarazo, el parto y el posparto exigirá mucha energía de la hembra. Por ello necesita contar con una alimentación que, sin caer en excesos, sea suficiente y adecuada.

El heno de alfalfa suele ser recomendado por sus características, además de las verduras y frutas, aunque el veterinario puede indicarte cualquier dato adicional.

¿Cómo es el parto de las cobayas?

Ya hemos hablado de la atención que hay que prestar al canal del parto, con el fin de asegurarse que los huesos permitan el espacio necesario para la salida de las crías. Se estima que lo normal es que dilate 2 centímetros.

El momento del parto se señala con algunos chillidos que pueden deberse a las contracciones. La madre buscará un rincón y allí irá soltando a los bebés. Cada cría nace envuelta en su propio saco. La madre se doblará sobre sí misma para halarla y ayudarla a salir. El siguiente paso es que comerse la placenta, eliminarla del cuerpo del bebé, lamerlo para secarlo ya que están impregnadas del líquido amniótico; lo que también funciona como estimulación para que respiren, se muevan.

Es deseable que observes el parto, ya que si la madre, por inexperiencia u otro motivo, no retira la bolsa, la cría no podría respirar. Por este motivo debes actuar con prontitud y quitarla de su cara.

Si deseas saber qué esperar en términos de tiempo por la expulsión de cada cobayita, debes saber que es alrededor de los cinco minutos, terminando todo el proceso en alrededor de media hora.

Las crías deben tener un peso, para considerarlas sanas, entre 60 y 100 gramos. Para un recién nacido, estar en 50 gramos es una señal de graves problemas y hay pocas garantías de que sobreviva.

En las siguientes 24 a 48 horas luego del parto, el cuerpo de la hembra está nuevamente receptivo y podría quedar embarazada, algunos estudios indican que tras este estro en particular las camadas son más numerosas. Por lo tanto, hay que insistir en que debe estar alejada del macho. En las primerizas es común que tengan de 1 a 2 crías, en tanto que en partos posteriores las camadas se componen de 3 a 4 en promedio. El rango general va de 1 a 6 crías.

Para la cría, la alimentación fundamentalmente viene de la leche materna. En esta especie, sin importar el número de crías, la hembra desarrolla dos glándulas mamarias. Aunque puede parecer poco, cumple perfectamente su función. La lactancia dura 21 días, para este momento el peso de la cría esta debe estar alrededor de los 250 gramos. Tras el destete, se alimentan con la misma dieta de un adulto. Esto se debe a que los cuyes crecen a un ritmo acelerado, facilitado por las condiciones avanzadas con las que salen del vientre materno.

Sobre las cobayitas, un dato que debes observar es que sean muy activas, corren, exploran, se mueven con agilidad. Un comportamiento diferente es anormal y requiere atención.

Estas son las características generales de lo que ocurre en el ciclo reproductivo de estas hermosas mascotas. Esperamos que sea de gran ayuda para ti.

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