Una de las imágenes más hermosas que puedes ver es la de la carita de una cobaya. Sus ojos, su cara son la ternura y la dulzura convertido en un animal leal y cariñoso. Además su cuerpo esponjoso, su actitud despierta, con una curiosidad incansable, junto a su deseo de jugar la hacen una compañera perfecta para niños y adultos. A todas estas geniales cualidades hay que hablar sobre los rasgos particulares de la cobaya coronet.
Para nadie es un secreto que estos animalitos, clasificados como mamíferos roedores, tienen varias condiciones que los hacen grandes compañeros del hogar, pero si aún tienes dudas, al ver y conocer más sobre la cobaya coronet, seguro la querrás en tu vida.
Se trata de una de las razas que se ubica en el grupo de las cobayas de pelo largo. Y lo cierto es que su pelaje es bastante largo, dentro de las características de la especie Cavia porcellus, aunque no ocupa el primer lugar. Lo cierto es que su aspecto es el de un pequeño peludo, muy similar a un perrito toy.
Aquí tienes mucha información para que descubras más detalles de esta especie en general, y de las coronet en especial. Sus cuidados, sus necesidades, qué atenciones necesitan, en fin todo para que comprendas su comportamiento y darle las mejores condiciones de vida.
Lo primero que llama la atención al ver la cobaya coronet es su larga melena que cuelga de su cuerpo y cabeza. Se trata de un pelaje liso, suave, abundante y más bien delgado. Pero esta no es su única característica. En su cabeza que también posee pelaje, se exhibe un remolino o como también se conoce, roseta. Esta, por lo general, se ubica al centro de la frente.
Esta forma en que se aglomera el pelaje en su cabeza es tan peculiar, que de allí proviene su nombre por su semejanza con una corona.
La orientación del manto largo en el cuerpo es de caída a ambos lados del animal, al igual que en la parte trasera. Es visible que el pelaje inicia en mechones, que se van abriendo, de forma profusa y larga. De hecho puede llegar a cubrir toda su altura del lomo a las patas. Esta constitución del pelo no cubre la cara. En esta parte de su anatomía el pelaje luce con una mayor densidad.
El peso de estas hermosa raza se puede ubicar entre 700 a los 1200 gramos. Su longitud, por regla general, alcanza de 23 a 27 centímetros. No posee cola visible, lo que es algo muy común en estos conejillos de Indias como también se les conoce.
Su manto no tiene un color o patrón de colores determinado. Puede presentar una amplia variedad tonos en donde los blancos, cremas, negros, rojizos, pardos, grises se mezclan en manchas. Es usual que el color presente en la cabeza, o la combinación, sea diferente al resto del cuerpo.
En este grupo de cobayas hay una variedad en la que el pelaje tiene el pelo con mayor volumen y densidad, además de lucir más brillante o satinado.
Son animales que se destacan por ser muy cariñosos, crean una fuerte relación con los humanos. Sobre todo con quien pasa más tiempo en su compañía, y, por supuesto, la alimenta. Es muy afectuosa, disfruta recibir los mimos y caricias, que de hecho si se siente ignorada, o que no le dedican toda la atención que desea, la reclama enérgicamente.
En principio pueden mostrarse en una conducta muy tímida. Por ejemplo, al estar en espacios que son distintos a los que está acostumbrada, una reacción muy probable es quedarse paralizada. Aunque es un animal que le gusta correr, de movimientos agiles y activos, ante un nuevo escenario su instinto, heredado de la vida silvestre, es permanecer inmóvil.
Por un momento solo olisquea y trata de adaptarse al nuevo lugar. También es un animal temeroso, reacciona ante las situaciones donde se siente acorralada, en peligro o que percibe una agresión. Son animales sensibles a los estados de ánimo. No hay que olvidar que poseen una notoria inteligencia, por lo tanto, lo mejor es tratarlas con paciencia, sin gritos ni agresividad. De esta manera el proceso, para que se sienta en confianza, será más rápido y sencillo.
Para los niños es una compañera con muchas ventajas, ya que disfruta de las caricias, tener compañía, estar en brazos, pero también correr y jugar, aunque menos que otras de la misma especie. Una buena relación con esta raza, que ha evolucionado como animal de presa, se basa en tratarla con los cuidados que amerita. Hay que enseñar que son animales delicados, que no les gusta ser apretados, ni tratados como juguetes.
Como son tan sociables siempre es recomendable que tengan compañía de su propia especie. De esta manera si pasan varias horas al día solos, por los motivos que sean, no se sentirán abandonados o estresados. Hay que tener en cuenta que este tipo de situaciones generan una sensación de abatimiento que puede tener consecuencias tanto en su alimentación, en su carácter e incluso desencadenar enfermedades, de acuerdo a lo que han revelado diferentes estudios.
Además de la belleza y ternura de ver a este pequeño tan peludito, también hay que pensar en que la temperatura es un factor importante para que tenga una vida cómoda y saludable. En efecto no toleran nada bien las altas temperaturas, además, la especie en general es susceptible de los golpes de calor.
Si quieres que se sienta bien, hay que evitar colocarla cerca de fuentes de calor, o con luces que emitan temperaturas altas. En general se recomienda que pueda estar en climas donde la temperatura pueda estar entre los 10° a 27° centígrados. También tienes que proveer de un bebedero adecuado, al que tenga acceso permanente con agua fresca. No cambiar el agua puede causarles problemas gástricos.
Su manto, como podrás imaginar, necesita mucha atención para que se mantenga sano. Para ello hay cepillarlas de manera diaria. Así la ayudarás a deshacerse del pelo que se va desprendiendo, también será útil para deshacerse de ácaros y parásitos.
Un objetivo muy importante de esta actividad es evitar que se formen nudos en el pelaje del animal. Estos pueden volverse un problema que incluso afecte la piel. Con el cepillado, el pelaje estará lustroso, sano, fuerte y también ayudará a fortalecer entre cobaya y humanos.
Si tienes dudas sobre qué tipo de cepillo usar, puedes considerar que uno que sea de puntas suaves. Lo ideal es que utilices los instrumentos que se han adaptado a estos animales o en roedores en general. También se retira suciedad, manchas, etc.
Otro elemento de su cuidado que genera inquietud es el baño. Si es necesario o no duchar a estos animalitos. La respuesta es no, a menos que sea una situación muy delicada o grave, o que el veterinario te lo recomiende. De resto, lo mejor es usar trapos húmedos si es necesario, y cada 3 meses puedes usar los productos de baños en seco especificaos para cobayas.
También es necesario cortarle el cabello, algo que puede hacer después de varios meses, para que no le incomode. Para hacerlo de manera correcta, consulta con tu veterinario. Hay que destacar que es muy importante que en la zona trasera se mantenga el pelo corto por razones de higiene.
Otras zonas que requieren atención y cuidados son las uñas, las orejas, ojos y dientes. Estos roedores, comparten con otras especies, el hecho de que sus dientes nunca dejan de crecer al igual que las uñas. Por ese motivo las uñas deben ser cortadas con regularidad, posiblemente una vez al mes, así evitarás que se lastimen. Recuerda que una vena cruza la uña. Por lo que debes ser muy cuidadoso para evitarle una hemorragia, además que va a ser muy doloroso.
En el caso del control de crecimiento excesivo, la mejor herramienta es su alimento principal: el heno. Que sea nutritivo y fibroso para desgastar el diente, aunque es muy ventajoso si le das uno o varios juguetes, que pueda roer, morder a gusto, que sean de buen tamaño para que no los trague, duros para que no se desprenda algún pedazo. Con ello les das un objeto que los va a entretener y mantendrá a raya sus dientes, como debe ser.
Las cobayas originalmente provienen de diferentes países de América del Sur, como Perú, Ecuador, Bolivia, y se desarrollaron, sobre todo, en la zona de Los Andes. Luego, fueron llevadas a Europa y a Estados Unidos.
Ahora bien, no todas las razas actuales son resultado del proceso evolutivo natural. Varias razas se crearon a partir de los diferentes cruzamientos entre razas, y modificaciones realizadas. Ese es el caso de nuestra cobaya coronet.
Su reloj histórico empieza a correr a parti4re de 1970 en Estaos Unidos. Para su gestación se usaron la raza silkie y las crestadas, dando paso a este hermoso y noble ejemplar. En ese país fue reconocida en 1998 de manera oficial por la Asociación Americana de conejos, que estaba enlazada con Asociación Americana de cobayas.
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