Tener una mascota es tener un ser más a quien querer, proteger y darle las mejores condiciones de vida. Quedó atrás esa idea de que una mascota es un adorno, un objeto de decoración o un animalito que se tiene que valer por su cuenta. De hecho la idea de mascota también va quedando en el pasado. Son parte de tu familia, un compañero especial, y quien tiene una cobaya sabe que es así. Por lo tanto pensar en una casa para tu cobaya no es nada extraño.
Con el nombre conocemos varias razas de la especie Cavia porcellus. Su historia evolutiva dio inicio en América del Sur. En las regiones montañosas, conocidas como los andes, en países como Perú, Bolivia, Ecuador, aunque un estudio había determinado una amplia distribución en varios países de la región.
La cobaya también es conocida como cuyo, cuy, conejillo de Indias. Se puede decir que la raza original, o que es fruto del desarrollo natural es la raza peruana. Hay un grupo de razas que son producto de las cruzas entre diferentes ejemplares de estos animalitos. Esto con diferentes propósitos que han permitido grupos de muy buenas características, fuertes, saludables y rasgos fenotípicos variados. Con ese aspecto peludo tan tierno o los que no tienen pelaje que son absolutamente encantadores.
Cuidados de la cobaya
Como dijimos, hacer de una cobaya un compañero en el hogar, es también darle las condiciones para que se sientan felices. Un aspecto muy importante que debes prestar atención es el espacio que es solo es para ellos. Lo que podrías llamar su guarida en tu casa.
Se podría pensar que para un animal, cualquier espacio bajo techo es el paraíso. Sin embargo, no se puede olvidar que el desarrollo evolutivo ha adaptado estos animales a determinados espacios, por lo tanto darle un lugar adecuado es lo mejor para ellos.
En la naturaleza estos animales son muy sociables, se establecen en grupos de cinco a diez integrantes. Su organización se configura en una jerarquía. Dado que son naturalmente animales que necesitan la presencia de compañía, suele ser recomendable tener más de una cobaya. Cada persona sabrá cuanto tiempo está fuera de casa, ya sea por trabajo, estudios, actividades sociales, etc. Una cobaya no se sentirá mortificada si tiene un compañero de su propia especie.
La salud de estos mamíferos está en relación con su capacidad de movimiento, por lo que es nocivo que pasen demasiado tiempo encerrados. Por este motivo, las recomendaciones del sitio, donde deban estar sea amplio, que les permita moverse. Además debe tener un sitio para tener una cama. Y el piso, es preferible que no sea de rejillas, aunque lo mejor es que esté protegido, tal vez con virutas.
El material que utilices para darle un piso al animalito debe ser ventajoso en su capacidad de absorción. Además, no puedes perder de vista que debe ser práctico para recoger y evitar la acumulación de desechos que puedan afectar su salud.
Ahora bien, en estos dulces roedores hay un instinto de privacidad. Por ello va a buscar protegerse para ciertas actividades, como dormir, descansar o solamente guarecerse. Por ello, requieren de espacios más cerrados. Espacios que les permita estar aislados y tranquilos. Algo que, como es evidente las jaulas no proporcionan.
Casas y jaulas para cobayas
En la actualidad, y con todo lo que conocemos sobre las costumbres de las cobayas, han cambiado mucho los diseños de las estructuras para resguardarlos. Se han incluido otro tipo de materiales, como plástico, símiles de madera, madera, etc.
Estas transformaciones han hecho posible mejores y más saludables ambientes para ellas. Hay una mayor variedad en la parte inferior que ayuda a evitar que sus patas sufran algún daño. Aunque no lo creas, pueden ser muy delicados y sufrir enfermedades en sus puntos de apoyo.
Dentro de la estructura de la jaula, puedes tener una especie de guarida cubierta como una pequeña casita para la cobaya. Lo importante es que este refugio les deje mucho espacio para moverse.
De hecho se recomienda que tenga al menos dos niveles. Así tendrá un sitio para recreación, para lo que les puedes incluir pequeños tubos, rampas, objetos para jugar, plataformas no demasiado altas. El juego es una actividad que disfruta mucho, es parte de su naturaleza curiosa y activa. Además, esto es una forma de que el animal tenga en que entretenerse, pase el tiempo de manera más dinámica.
Esto representa una gran ventaja porque su organismo lo impulsa a estar en movimiento. Aunque su aspecto tierno, suave y esponjoso haga pensar en un animal poco dado a esto o que prefiera permanecer acurrucado, lo cierto es que posee una gran energía y es necesario que la disipe con la adecuada cantidad de ejercicio en forma de juego.
Y otro nivel para dormir y mantenerse alejado del ruido, la luz y todo lo demás.
En estas divisiones debes tener presente que necesita un lugar para sus excrementos. Estos animales son muy inteligentes, al igual que aseados. Aprenderá y dispondrá de un sitio donde deshacerse de sus desechos.
Si el manejo de estos no es apropiado, el animalito puede desarrollar varias enfermedades.
Hábitos que debes conocer de las cobayas
Como las cobayas suelen ser un poco revoltosas es factible que vuelquen los recipientes de alimentos así como el bebedero. Sin importar cuantas veces se haya dicho, siempre hay que insistir en que los espacios mojados o, incluso, húmedos, son contrarios a su salud.
Hay varias alternativas entre las que puedes elegir para resolver esta situación de manera práctica. Puedes optar por colocar bebedores que estén ajustados o enganchados a la pared de la jaula. Así, habrá siempre agua a su disposición sin riesgos.
Otra opción es que los recipientes sean de un material pesado, para que resista los embates de las cobayas.
Claves de casas para cobayas
Ya se ha dicho que para las pequeñas cobayas, hay una necesidad de tener un espacio en el que, por decirlo de algún modo, puedan recluirse. Es un instinto de seguridad que las relaja. Por lo tanto es algo muy deseable que puedan disfrutar.
Este tipo de comportamiento no indica que se sientan inseguras, o que no tengan confianza en el lugar o con las personas que están. Lo puedes ver como un modo de darse un lugar y tiempo para sí mismas.
Ahora bien, puedes utilizar elementos como cartón, o cualquier material que te permita hacer una estructura con una o dos pequeñas aberturas. Es como una casita muy pequeña con entrada y una ventana, o puedes hacer varias aberturas para que use como un túnel o pasadizo, que atraviese de un lado a otro. Esto es algo que disfrutan hacer.
Incluso puedes utilizar periódico o revistas, para crearle una guarida que luzca como si estuviera en un ambiente natural. Son muchas las posibilidades.
También puedes cambiar el enfoque, no pensar en jaulas o casas cerradas. Puedes considerar disponer de un sector de la casa exclusivo para tu compañero. Entonces puedes cercar ese sector con madera, metal o cualquier material que resista tanto su cuerpo como su instinto para roer.
De esta manera estará en su espacio seguro, con sus juguetes, bebedero, recipiente de comida, cama y todo lo que hemos mencionado. No se sentirá aislado o apartado, lo que le evitará sentirse angustiado. Allí se podría colocar su pequeña casita para que en un sitio abierto, tenga donde permanecer oscuro y tranquilo.
Si has decidido seguir el consejo de tener más de una, recuerda que el espacio cerrado o casa, es solo para un ejemplar. Ese sitio no lo compartirán con ningún otro animal. Es su refugio.
En caso de que no desees construirle un refugio, también tienes la opción de comprar casas ya hechas, hay muchos modelos que se pueden adaptar a diferentes opciones y tamaños.
Hay condiciones que debes tener como prioritarias para el alojamiento de tu cobaya. Las temperaturas altas no las toleran de buena manera. De modo que hay que evitar que su lugar este cerca de una fuente de calor, o que la luz del sol les dé directamente. También hay que cuidar que no estén en sitios donde las corrientes de aire les impacten de manera directa.
La perspectiva de crearle a tu mascota su propia casa puede convertirse en todo un proyecto familia. Una manera en que todos contribuyan con ideas y fabricación, así también se empieza a crear lazos para que cada integrante empiece a compartir y sentir que la cobaya es parte del hogar.