La temperatura es una de las características que diferencian distintas clases de animales. Los mamíferos tienen mecanismos internos para mantener estable su temperatura. Otros dependen de las condiciones del ambiente, algunos incluso combinan ambas. Y los lagartos y serpientes generan dudas sobre cómo logran controlar la temperatura de su cuerpo.
Los lagartos y las serpientes son un suborden en la clasificación taxonómica de la clase de los reptiles. Comparten varias características importantes como la piel recubierta de escamas, además de otros elementos anatómicos ya que de hecho hay una relación entre ambos de acuerdo a diversos estudios, pero que aún no son del todo definitivos.
Una de esas características es la temperatura que es una condición esencial de la vida en todo ser vivo. Muchos procesos del organismo funcionan de acuerdo al calor o frío que experimente, por lo que es un asunto vital.
También tienen importantes diferencias, una de ellas y la más evidente es que las serpientes no poseen patas. Tan solo algunas especies poseen una especie de par de espolones junto a la cloaca, que suelen utilizar para afianzarse a la pareja durante el apareamiento
¿Qué tipo de animales son los lagartos y las serpientes de acuerdo a su temperatura?
Existen varias maneras de clasificar los animales. Una de ellas es la forma en que gestionan o responden a las necesidades de mantener una temperatura saludable.
Todos los animales producen calor por la propia actividad del organismo. Algunos retienen ese calor en sus cuerpos, por lo que, a menos que haya condiciones extremas o una anomalía tienen una temperatura constante indistintamente de los elementos externos. Otros lo pierden con mucha facilidad por lo que cae su temperatura, en esto influye el hecho de que su piel no tiene pelos, y tampoco poseen reservas de grasa. Los primeros se conocen como endotérmicos, y los últimos como ectotérmicos.
Los reptiles son ectotérmicos, esto significa que tienen una relación de dependencia con los elementos externos para graduar su temperatura. Esto tiene sus ventajas y desventajas, como lo verás más adelante.
Equilibrio de la temperatura en los lagartos y las serpientes
Dado que no poseen los mecanismos para sustentar su calor, lagartos y serpientes han recurrido a otros métodos para lograrlo.
En el caso de los lagartos se requiere condiciones favorables diferentes de acuerdo al día o la noche. Se puede decir que los lagartos tienen un sistema mixto de termorregulación. En general prefieren los ambientes cálidos, aunque algunas especies se han desplazado a regiones más frías.
Los lagartos tienen en parte la capacidad de modificar su funcionamiento bioquímico para disminuir o aumentar su temperatura. Esto responde a las demandas de su organismo si experimenta mucho calor o lo contrario. Ahora bien, esta capacidad no se adapta a todos los rangos de dicha magnitud. Por lo tanto, si siente que hay una disminución muy fuerte, buscará exponerse a los rayos del sol. En algunos casos, lo hará de manera frontal para que la radiación impacte en la mayor parte de su cuerpo.
Otra acción que toman si perciben mucho frío es buscar un objeto caliente, rocas por lo general en las que pueden pasar horas inmóviles para aumentar su temperatura. Si ocurre lo contrario, un exceso de calor, buscará zonas cubiertas en las sombras, o incluso alguna madriguera o abertura del terreno para alejarse del sol
Es importante entender que estas modificaciones y las alternativas que buscan los lagartos, están en relación con lo que necesiten hacer. Por ejemplo, comer, desplazarse, etc. De acuerdo a esto decidirán buscar aumentar o disminuir este elemento.
Es necesario tener en cuenta que estas características corresponden a la mayoría o casi todas las especies de estos animales. En ese sentido hay un rango de temperatura que le permite desarrollarse sin riesgo, este es de 28° a 35°, aunque como se dijo algunas especies incluso se calientan a temperaturas superiores a las del ecosistema en que se encuentran.
La serpiente y su adaptación a la temperatura
La situación de la temperatura en las serpientes no es tan predecible como se puede creer. Hay que decir que como casi todos los reptiles, la magnitud a la que se encuentre su sangre, tiene una relación muy estrecha con lo que ocurre a su alrededor.
Estos reptiles, como se ha indicado, no tienen la capacidad de preservar su temperatura para mantenerse funcionales, lo que ocurre en otros animales a partir de su ingesta alimenticia. De manera que, al detectar una disminución del calor excesivo, se mueva hasta donde se pueda exponer a los rayos del sol. Por ese motivo no es inusual ver distintas especies que se quedan inmóviles sobre piedras o incluso en árboles, en donde puedan recibir de manera directa el calor.
Las variaciones de este indicador afectan la movilidad, la capacidad de cazar entre otras funciones de las serpientes. Es por ello, que hay unas razas son más activas que otras, al encontrarse en las zonas tropicales, donde hay una temperatura más constante, sin los extremos de las estaciones.
Cuando la temperatura corporal de una serpiente está por debajo de lo adecuado, estas disminuyen o paralizan cualquier actividad. Se ven aletargadas, lentas y en algunos casos tienen que hibernar si no hay un aumento de calor.
Ventajas y desventajas de no mantener la temperatura interna
En principio pareciera que solo hay desventajas en los animales ectotermos, ya que dependen del ambiente para realizar sus diferentes procesos. Algo que no pasa con los animales endotermos que dependen de su propio calor, por lo que están distribuidos en una mayor variedad de ecosistemas y regiones en el mundo.
Hay que decir que también tiene ventajas. Y es que estos animales no tienen la misma necesidad de consumo de alimentos, ya que su metabolismo es más lento, tardan más tiempo en digerir y sus procesos bioquímicos demandan menos cantidad de comida. Por lo que pueden sobrevivir más tiempo sin consumir nutrientes, lo que es una ventaja para la supervivencia de estas especies.