Serpientes

Ejemplar de serpiente pitón

Historias de las serpientes

Las serpientes tienen parte de su historia asociada a muchos eventos de la humanidad desde tiempos antiguos. Esa relación no ha cambiado, ya que está presente desde la admiración, preservación y hasta como mascotas.

Su origen se remonta a más de unos 130 millones de años. Su evolución pasó por la supervivencia al devastador impacto de un meteorito al final del cretácico, que acabo con gran parte de la fauna y flora de esa era. Para los reptiles y las serpientes en particular, significó una nueva oportunidad ya que pudieron tener más espacios para afianzarse.

Destaca por su capacidad para diferenciarse en distintas especies, poco tiempo después, en términos evolutivos, de una gran extinción de otros animales.

Desde entonces han evolucionado en una gran diversidad de especies, que se han adoptado a diferentes entornos naturales, incluyendo los hábitats más hostiles como el desierto Mojave en Estados Unidos, donde la temperatura puede llegar a los 39° C.

Algunas especies aún conservan muestras de su antigua apariencia. Por ejemplo, hay serpientes que tienen dos abultamientos sobresalientes en la sección final del cuerpo, cerca de los orificios de desechos y genitales. Estos son restos de lo que fueron extremidades, que con el tiempo han ido desapareciendo. De hecho, algunos fósiles, descubiertos en la última década, apuntan a que pudieron tener extremidades delanteras y traseras.

Cuántas razas de serpientes existen

Hay algunas diferencias entre los expertos sobre la cantidad de razas de serpientes. Sin embargo, se estima que hay alrededor de 3.400 a 4.000 especies, esta última cifra parece la más reciente aparecida en publicaciones de amplio reconocimiento.

Es una cifra alta que expresa la asombrosa capacidad de las serpientes para generar razas con diferencias y adaptaciones marcadas. Sin embargo, como grupo también comparten algunas características importantes. Por ejemplo, su aspecto físico es muy similar entre todas ellas.

Ahora bien, una imagen que se tiene de estos reptiles es que son muy peligrosos por su veneno. Sin embargo, no todas las especies son venenosas, de hecho, son pocas las razas con estas características, tal como se verá a continuación.

Tipos de serpientes

Serpiente liopeltisTal como se ha señalado, las serpientes se diversificaron para establecerse en diferentes ecosistemas. Por ello hay tantas clasificaciones, que abarcan más de 20 familias en su registro taxonómico y se distinguen, entre otras maneras, por su espacio vital, ya sea terrestres, de agua salada, dulce, arborícolas; especies que le gustan los humedales, etc. Tan solo en los polos terrestres no hay registros de serpientes.

Las culebras (Colubridae) agrupa una gran cantidad de especies, aproximadamente unas dos mil. De manera usual, aunque inadecuada, se usa el término culebra para señalar a todas las serpientes.

En este grupo hay especies que habitan en agua dulce, salada, tierra. Son las más comunes de conseguir, y muy pocas poseen veneno que en general no resulta muy tóxico. Una de las excepciones es culebra arborícola de El Cabo, originaria de África. Su veneno es altamente dañino, pero no es agresiva, por lo no atacará si no es molestada.

Unas serpientes que se han ganado fama por su volumen y tamaño son las boas y pitones. Una de sus más llamativas características es que su forma de matar es comprimir a sus presas en un abrazo mortal al enrollarse en ellas. No poseen veneno, pero su fuerza las hace igualmente peligrosas.

Pueden cazar animales de gran tamaño, pero no necesitan comer a menudo. De acuerdo al tamaño de la presa pueden pasar semanas y, en algunos casos, hasta meses sin alimentarse.

Las boas se ubican en la zona tropical del continente americano, en tanto que las pitones son naturales de Australia, África, Asia.

Para hablar de serpientes venenosas hay que referirse a dos grupos fundamentales. Por un lado, las víboras y crótalos, mientras que en otro se ubican la mamba, las corales y las reconocidas cobras.

Las primeras pertenecen a los vipéridos, allí están muchas especies que viven en el continente americano, así como en Europa, África y Asia. En este grupo hay unas 190 especies, unas más peligrosas que otras, pero casi todas letales, grandes cazadoras.

Sus colmillos, son largos, están en la parte frontal de la boca y se repliegan al cerrarla, para atacar los extienden. Además, poseen conductos que al morder inyectan el veneno con gran eficiencia.

Una especie muy conocida de este grupo es la víbora cornuda que posee una especie de espolón sobre su boca. Por lo que es fácilmente reconocible.

La subespecie de los crótalos se ubica en América con una amplia distribución en toda la región. Una de sus características más reconocibles es el sonido que producen con su cascabel, como advertencia ante la cercanía indeseada de algún ser vivo, incluidas otras serpientes. Poseen un potente veneno, y algunas especies miden cerca de 4 metros.

Es común la presencia de aros en color oscuro alternado con un color claro en el cascabel. Suelen tener tramas con formas de rombos o diamantes. Su coloración varía según su hábitat.

Un grupo particularmente letal lo conforman las serpientes marinas, mambas, cobras y corales. Todas pertenecen a la familia Elapidae. Su poderoso veneno ataca el sistema nervioso, con efectos rápidos sobre su presa, que inoculan con sus colmillos acanalados.

No son serpientes muy voluminosas, pero si alargadas y de poco grosor. También se incluyen las serpientes australianas. Sin embargo, una de las representantes más peligrosas es la mamba negra, no solo por lo severo del veneno, sino por la rapidez con la que actúa, así como la velocidad de la serpiente.

Hábitat de serpientes

Serpiente Coronella Austriaca en posición de ataqueTal como se ha descrito en los diferentes grupos, cada especie se ha adaptado a una amplia variedad de espacios naturales.

Así se observan serpientes en zonas desérticas, rocosas, con poca disponibilidad de agua. Algunas son anfibias, pasan mucho tiempo en el agua, incluso hay grandes nadadoras tanto en aguas salobres como dulce.

Para otras especies los árboles son refugio y lugar de cacería o de acecho. Llanuras, pastos altos, bosques en todos estos espacios se pueden encontrar serpientes.

Alimentación de las serpientes

Su fuente de supervivencia es la carne, por lo que son grandes cazadoras con las herramientas que disponen por la evolución. El tamaño y tipo de presas varia con las especies y sus propias condiciones.

El menú es muy variado: lagartos, roedores, huevos de distintas especies, aves, mamíferos pequeños, arañas, insectos, peces; incluso algunas especies comen otras serpientes.

Dada su dentadura no mastican lo que cazan, sino que lo tragan entero. En este proceso ayuda la disposición ósea, no tener una estructura rígida en el trayecto a su interior, así como los ligamentos de la mandíbula que le permiten abrir su boca a un radio mayor que su cuerpo.

Son muchos los casos documentados de serpientes que han tragado cocodrilos, venados, entre otros animales de gran tamaño.

Reproducción de las serpientes

El proceso de reproducción no es único a todas las especies, si bien la mayoría son ovíparas, es decir las hembras ponen huevos que tendrán un tiempo, variable por especie, para que eclosionen las crías. Por lo general no se quedan a cuidar los huevos.

Algunas especies han evolucionado como ovovivíparas. Los huevos son retenidos en el interior de la hembra hasta que maduran para nacer con la eclosión de los huevos.

También hay especies que no generan huevos, sino que tienen las crías en el interior de modo placentario, de manera que se nutren de la madre hasta el momento del nacimiento.

Para que ocurra la fecundación es necesario el apareamiento entre un macho y una hembra. En algunas especies ocurre un encuentro de muchos individuos que tratan de realizar la copula en un desenfreno, que es controlado por la hembra.

Comportamiento de las serpientes

Dada tan diversidad de este grupo animal, no es posible establecer un comportamiento igual para todas las especies. Algunas son tímidas, buscan espacios retirados y no atacan si no se les provoca. Otras especies son más agresivas y buscarán su alimento en cualquier lugar que puedan.

En general no forman grupos, los encuentros son ocasionales y muchas veces son violentos. También se pueden observar juntas en el tiempo de reproducción, pero de resto son animales solitarios.

Algunas especies establecen un territorio y lo defienden de los intrusos. Allí cazan y también descansan.

A pesar de que no tienen conductas gregarias, es claro que tienen algunas formas de transmitir mensajes, cascabeles, bufidos, colores llamativos, movimientos específicos, ampliación de capuchas, todos son indicadores claros de que emiten mensajes. Además, de que expelen sustancias químicas para advertir su presencia, así como su reacción a lo que ocurre en sus cercanías.

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