El shar pei es una raza de perro catalogada dentro de la familia de los molosos, y que se considera perro de caza y guarda. Fue el animal símbolo de la dinastía Han, y se tienen registros de ellos desde mas o menos el año 206 a. C.
Su origen se remonta precisamente a esa época, donde se cree que parte de otras razas como el mastín tibetano y el chow chow. Con estos últimos comparten muchas similitudes, una de las más extrañas y llamativas es la tonalidad de su lengua, de un color azul oscuro único.
Su camino hasta llegar a ser mascota en los hogares no fue fácil, puesto que en un principio se utilizó como guardián de tumbas, pasando a ser un perro de defensa en peleas de perros. Durante esta etapa se definieron la mayoría de características de la raza shar pei tal como la conocemos ahora, y es que los perros tenían que mostrar características muy concretas para ser eficaces en las peleas. Entre ellas, poderosos colmillos que pudieran dañar fácilmente al rival, cantidad justa de arrugas para dificultar los ataques contrarios, pelo duro y grasiento difícil de rasgar, y orejas pequeñas que protegieran el pabellón auditivo pero que dificultaran también los ataques.
También fue muy utilizado en la costa meridional de China como perro pastor por los campesinos, para guardar los rebaños, cazar jabalíes y para guardar las propiedades. Sin embargo, la guerra y la escasez de alimento provocó también su declive en todo este territorio.
Esta raza, al igual que la mayoría de especies caninas chinas, pasó por una época muy complicada cuando los comunistas tomaron el poder en los años 40. A partir de entonces, los perros domésticos fueron considerados como un lujo, y posteriormente se decretó que los perros debían servir como alimento. En la década de los 50, pocos ejemplares de esta raza sobrevivían en Hong Kong y Macao.
La salvación de la raza se produjo en los años 60, cuando un grupo de personas de Hong Kong recogió los pocos ejemplares de shar pei que quedaban e inició un programa para restablecer la raza. Para ello, enviaron algunos ejemplares a los Estados Unidos gracias al intercambio de cartas entre uno de sus salvadores, Matgo Lawe, y la editora de la revista Dogs, Marjorie Farnsworth. Esto supuso la salvación de la raza y el inicio de la que se conoce como línea americana.
Antes de tratar las características del shar pei, hay que definir las diferencias entre ambas líneas de la raza. Por un lado, se encuentra la línea tradicional, la creada en la antigüedad en China, y, por otro, se encuentra el shar pei americano, que muestra unas diferencias evidentes. La línea americana es más pequeña, más corpulenta y con arrugas más marcadas, además de un hocico más grueso y un pelo más largo. Más allá de esas diferencias en los tipos de shar pei, son muchas las características que definen a un ejemplar de la raza shar pei.
La cabeza del shar pei es redonda y grande en su base, con una nariz grande y ancha de color negro. El hocico también se ve ancho a pesar de que se estrecha levemente en la nariz. Destacan en su rostro unos labios anchos y carnosos que caen a ambos lados, y la dentadura se cierra perfectamente en tijera. También llaman la atención sus pequeños ojos, oscuros, que parecen adentrarse en la piel, y las orejas son pequeñas y puntiagudas, aunque se doblan ligeramente hacia adelante.
El cuerpo ha de ser largo y esbelto, más fino en el caso de la línea china que en la americana, y muestra en ambos casos una pequeña cola rizada hacia arriba, que se dobla en una o en dos vueltas.
Se trata de una raza de perro de tamaño medio que puede llegar a medir entre 48 y 58 centímetros en su etapa adulta. El peso se sitúa entre los 18 y los 28 kilos. No es un perro especialmente pesado, aunque pueda parecerlo debido a su imagen de piel repleta de arrugas.
El pelaje del shar pei es corto y áspero, nunca de más de un par de centímetros de longitud. Puede mostrarse en varias tonalidades, siempre sólidas, y no es nada habitual que aparezcan ejemplares manchados o moteados. El shar pei negro, arena, rojo, chocolate, azul, lila, etc., es completamente habitual. En el otro extremo, no es aceptable para concursos de belleza el shar pei blanco.
La forma de la piel de este perro merece un apartado propio. Sin duda alguna, es la característica que más destaca en la raza de perro shar pei, y también conocida en todo el mundo. La piel de dicho animal adquiere una forma rugosa en todas las partes de su cuerpo, especialmente en la cabeza y cuello, aunque la línea americana muestra un mayor porcentaje de arrugas en todo el cuerpo cuando el animal es adulto.
El carácter del shar pei es por lo general tranquilo, independiente y muy afectuosa. A pesar de que esté marcado por sus inicios como perro de combate, y guarde su estado y activo y alerta de entonces, es muy raro que se muestre agresivo. Disfruta de una vida en familia donde los cuidados y las atenciones no sean constantes, y puede mostrarse desconfiado en la presencia de extraños.
A pesar de ser un perro calmado y equilibrado, también es muy poderoso y puede causar daño con facilidad, por eso es muy recomendable educarlo y adiestrarlo desde cachorro para evitar posibles sustos en su etapa de madurez.
En la actualidad, su principal uso es como mascota de compañía, ya que se ha vuelto muy popular por su temperamento y por sus características físicas. No obstante, sigue siendo una buena incorporación a la familia como perro de guarda, debido a su elevado instinto de protección.
También se trata de un perro independiente y muy inteligente, con ideas propias, que pondrá en entredicho la orden de su dueño si decide que tiene algo mejor que hacer. Por este mismo motivo, resulta difícil de entrenar, ya que es un animal que tiende a aburrirse con facilidad de las actividades repetitivas. No obstante, pasará buenos ratos jugando y corriendo con su familia humana, a quien colmará de amor debido a su lealtad.
La salud del shar pei es por lo general muy fuerte, pero puede presentar algunos problemas derivados principalmente de sus características físicas.
Pueden sufrir el síndrome del corvejón hinchado, que implica una incapacidad para descomponer y eliminar la proteína amiloidea y que lleva asociados síntomas como dolor abdominal, hinchazón de hocico y ojos, vómitos, diarreas, etc. suele aparecer entre los 4 y los 18 meses de edad, pero puede darse en otros momentos de la vida del animal.
En los ojos, es relativamente habitual que aparezca entropión o ectropión, malformaciones de los párpados que se muestran enrollados hacia dentro o hacia fuera. En los casos más severos requiere cirugía, pero por lo general se resuelve suturando el párpado en su posición durante algún tiempo, mientras el cachorro va creciendo.
En el rostro pueden aparecer también otros problemas no propios de la raza de perro shar pei, pero sí habituales en razas con sus características. Por ejemplo, el labio apretado, la elongación del paladar blando o el estrechamiento de las fosas nasales.
Por otro lado, existen problemas típicos de la piel del shar pei, como alergias, irritaciones o erupciones. Muchas de ellas son fácilmente evitables siguiendo unas pautas correctas a la hora de cuidar al animal.
Los cuidados básicos del shar pei son exactamente iguales que los de cualquier otra raza. La única diferencia es que hay que prestar una especial atención a su piel, pues es una de sus características principales que también requiere unos cuidados especiales.
Como ya hemos visto, la salud del shar pei es por lo general robusta. Las vacunas y las desparasitaciones son imprescindibles para mantener al animal en las mejores condiciones, y más allá de eso, lo único que necesita un cuidado específico es su piel llena de pliegues.
Por el tipo de pelaje que posee el shar pei, no es necesario realizar cepillados al uso. Puedes pasar un peine de vez en cuando para eliminar el pelo muerto, pero no requiere más cepillado que ese gracias a las características de su pelo.
La piel del shar pei tiene una fuerte grasa corporal que le sirve como protección contra parásitos externos, motivo por el que se recomienda bañarlo solo un par de veces al año. Además, ten en cuenta que, cuando lo bañes, tendrás que secar a conciencia cada uno de sus pliegues para evitar la formación de hongos por la humedad o erupciones en la piel. Si se ensucia jugando, pero no es algo extremo, puedes pasarle una toallita húmeda en las zonas más sensibles, como los ojos, los oídos y el interior de las arrugas.
Se recomienda alimentar a estos animales con un pienso de alta calidad, para evitar que coja demasiado peso. Del mismo modo, es aconsejable evitar los premios con demasiada frecuencia, porque no son buenos para su salud y puede hacer que se acostumbre y no funcionen como método de aprendizaje.
El ejercicio que requiere un shar pei es medio. Los largos paseos son siempre recomendables, pero también lo es pasar ratos jugando con él y realizando otras actividades que mantengan su mente activa y para que no se aburra. Un perro aburrido puede enfocar su energía de muchas maneras, casi todas destructivas y negativas para las personas.
La educación de un shar pei debe realizarse desde que el animal es cachorro. De adultos pueden ser testarudos y desobedientes, y llegar a mostrar agresividad ante desconocidos si no se les educa correctamente. La mejor forma de que aprenda nuevas órdenes y aptitudes se basa en el refuerzo positivo, premiándolo con golosinas y con mucho cariño siempre que haga algo bien.
Con toda esta información sobre el shar pei, tienes las herramientas para decidir si se trata de la raza de perro más recomendable para ti. Más allá de su aspecto rechoncho y bonachón de osito, el shar pei es un perro que requiere unos cuidados y atenciones concretos, por lo que siempre deberías asegurarte de poder colmar todas sus necesidades antes de empezar a compartir tu vida con uno de estos singulares animales.
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