El schnauzer es una raza canina que se ha ganado la popularidad en todo el mundo gracias a sus características inigualables. Tiene su origen en Alemania, país que también lo bautizó con el nombre que conocemos actualmente. Y es que la palabra schnauzer deriva de una composición entre schnauze ‘hocico’ y schnauzbart ‘bigote’, haciendo alusión a una de las características por excelencia de la raza: una barba que comienza ya en la parte superior del hocico.
Los primeros schnauzer se criaron para la persecución y la caza de pequeños animales, pero sus posibilidades como animal de compañía pronto prevalecieron sobre el resto. Su origen se encuentra en perros medievales ya desaparecidos hoy día, como el perro castor y otros perros pastores originarios de Wurtemberg, Alemania, donde también se originó el schnauzer.
Al inicio de su historia, los schnauzer y los affenpinscher se consideraban como el mismo tipo de raza, aunque tenían una diferencia importante en la estructura del pelaje. Con el tiempo, el estándar de ambas razas se separó debido a sus diferencias, aunque mucho antes de conocerse como schnauzer, la raza fue conocida como pinscher de pelo áspero.
Aunque su función principal era cumplir con trabajos de granja, pronto tuvo otras funciones debido a sus habilidades. Incluso llegó a ser un perro militar durante la I y II Guerra Mundial, y hoy todavía es posible encontrarlo como perro policía o como perro guardián.
Una de las características principales del schnauzer, radica en que la raza se divide en 4 variedades según su tamaño y pelaje, por lo que resulta complicado definir unas características únicas para todos los ejemplares. En cuanto a tamaños, se puede encontrar, además del estándar, el schnauzer miniatura y el schnauzer gigante. Además, existe una variedad de color blanco, muy distinta al resto, que también está aceptada dentro del estándar de la raza.
No obstante, existen algunas características comunes a todos ellos, como la tradicional barba que cubre su hocico y las grandes cejas de sus ojos, además de unos ojos oscuros y profundos y unas orejas en forma de uve que se doblan de un modo muy peculiar para caer a ambos lados de la cabeza.
Otras características que se pueden observar en cualquier ejemplar de la raza es que se trata de perros robustos y bien proporcionados a pesar de las diferencias de tamaños. Tienen una apariencia cuadrada y llevan siempre la cola en alto.
El schnauzer estándar es el que primero apareció en la historia. Se trata de un perro de tamaño pequeño o mediano, que fue el utilizado para luchar contra las plagas de roedores en Alemania. Pronto pasó a ser un perro de compañía por su temperamento cariñoso y leal, y fue el que dio lugar al resto de variedades para cumplir con diferentes cometidos dentro de los grupos humanos.
El tamaño del schnauzer estándar va de los 42 a los 50 centímetros hasta la cruz, y puede alcanzar un peso de entre 13 y 22 kilos. Está considerada como una de las razas más inteligentes, y está capacitado para llevar a cabo multitud de tareas, siendo las más comunes el cuidado del ganado, la vigilancia de la casa o la compañía.
A partir de este perro, surgió la segunda variedad, que quizá sea hoy en día la más extendida como mascota. Se trata del schnauzer miniatura, un tipo de perro que conserva todas las características del estándar, pero en un tamaño reducido, que se consiguió a través de la selección y cría de los ejemplares especialmente pequeños.
En la actualidad, las dimensiones de esta variedad se encuentran entre los 30 y los 38 centímetros hasta la cruz, y su peso se mantiene en torno a los 5 kilos, sin llegar a superar nunca los 7 kilos. La mayor diferencia entre esta variedad y la de tamaño mayor se encuentra en el carácter, y es que estos pequeños son incansables y están siempre llenos de energía. Son muy activos y se mantienen alerta en todas las circunstancias, mostrando también una dulzura única con su familia.
Finalmente, se encuentra el schnauzer gigante, posiblemente la variedad más desconocida. Durante mucho tiempo, pasó totalmente inadvertido, hasta el punto de que estuvo cerca de desaparecer. En la actualidad sigue sin ser un perro especialmente popular, a pesar de que sus características lo convierten en un excelente animal de compañía. Su mayor utilidad fue como perro de granja o como perro guardián debido a su tamaño y fuerza, además de ser un perro muy obediente y capacitado para realizar cualquier trabajo.
A pesar de la nomenclatura de gigante, no es tan grande como otras razas consideradas gigantes, pero mantiene este nombre para marcar las diferencias con las otras dos variedades de la raza. El tamaño medio del schnauzer gigante es de entre 50 y 70 centímetros hasta la cruz, y suele tener un peso variable de entre 32 y 45 kilos. La principal diferencia de esta variedad con respecto a las otras, es que se trata de un animal más reservado y desconfiado con los extraños, por lo que necesitará una mayor socialización desde cachorro.
Las dos variedades más pequeñas de la raza son perfectas para vivir en un piso o apartamento, y se adaptan a cualquier ritmo de vida siempre y cuando se les proporcione el ejercicio necesario. El schnauzer gigante, sin embargo, puede llegar a pasarlo muy mal en caso de vivir en un espacio pequeño, salvo que se garantice un ejercicio intenso y suficiente como para que en casa esté tranquilo.
En todos los casos, el pelaje de la raza de perro schnauzer muestra unas características similares. Se compone por dos capas de pelo, una interna, suave y esponjosa, y una externa, muy dura y áspera al tacto. La forma de mantener el pelaje en buenas condiciones es a través de cepillados constantes para retirar el pelo muerto de la capa interna, lo que evitará que aparezcan enredos y nudos.
En cuanto al colorido, son hasta seis las variedades admitidas y reconocidas por los clubes caninos internacionales. El más habitual es el schnauzer sal y pimienta, aunque también se ven con asiduidad ejemplares de colores negro y plata, negro sólido, gris y blanco, negro y blanco, e incluso blanco puro.
El schnauzer es una raza canina con un temperamento bastante fuerte en cualquiera de sus tres tamaños, por lo que necesita una educación firme desde cachorro. No obstante, también es un perro muy cariñoso y amigable, que adora estar con su familia y jugar con los niños y con otros perros. Requiere una temprana socialización para no mostrar problemas de comportamiento de adultos, pero si se hace, será posible disfrutar de un gran amigo durante muchos años.
También son perros muy enérgicos que por lo general se mantienen alerta, son protectores y guardianes con su familia, y pueden tener tendencia a ladrar en exceso, por lo que se recomienda un buen entrenamiento para evitar molestias a los vecinos. Dada su inteligencia, son capaces de aprender rápidamente una gran variedad de órdenes, aunque al ser testarudos necesitarán una persona que los entienda y sea capaz de educarlos correctamente para conseguir su obediencia.
Requieren además un alto nivel de ejercicio diario para mantenerse en forma y equilibrados, por lo que solo se recomiendan para personas que puedan ofrecerles ese ejercicio y actividades complementarias, como juegos diversos.
Este divertido perro con barba es un animal independiente, que sin embargo consigue crear un vínculo único con su familia, siendo inseparable de ellos. Con una buena socialización, se mostrará también amable con desconocidos o con otras mascotas, aunque su lealtad estará siempre donde se encuentre su familia.
El schnauzer no es un perro con tendencia a enfermar. Sin embargo, puede presentar algunas afecciones hereditarias, como la displasia de cadera y de codo, especialmente en la variedad más grande. También pueden tener tendencia a padecer problemas en los ojos como glaucoma o cataratas, además de atrofia progresiva de la retina. Es frecuente además que presenten problemas en la piel, como alopecia, vitíligo o quistes foliculares, aunque algunas son estacionales.
El schnauzer requiere unos cuidados concretos para encontrarse siempre en las mejores condiciones. Especialmente, esos cuidados irán dirigidos a su pelaje, a su alimentación y a su temperamento, porque es la única forma de poder disfrutar de un animal equilibrado y sano.
Hay que tener en cuenta que, como cualquier otro perro, el schnauzer necesitará realizar visitas al veterinario con frecuencia para seguir su programa de vacunaciones y desparasitaciones y para eliminar cualquier problema eventual. Se recomienda también acudir siempre que el animal muestre algún tipo de comportamiento extraño, para descartar alguna enfermedad.
Los cepillados en el schnauzer han de hacerse con mucha frecuencia y de un modo correcto. Esta raza no elimina el pelo por sí sola, por lo que requerirá una técnica adecuada para evitar que se formen nudos o enredos. La técnica del trimming o stripping es la más adecuada para eliminar el exceso de pelo, aunque nunca se recomienda cortar el pelaje con maquinilla para evitar que pierda su fuerza.
Los baños pueden ser necesarios cada cierto tiempo, especialmente si el perro se ensucia o si el pelo está en malas condiciones. Un champú adecuado y un acondicionador harán que el pelaje recupere todo su esplendor y que los posibles nudos desaparezcan.
Esta raza tiene tendencia a engordar y posee un aparato digestivo bastante delicado. Por eso, hay que prestar una especial atención a su alimentación, tanto a la cantidad como a la calidad. Es importante que siga una dieta balanceada y rica en proteínas, y evitar premios y chucherías que puedan hacer que coja un peso excesivo.
El ejercicio también es uno de los aspectos más importantes del schnauzer. Este perro siempre estará dispuesto a salir a pasear, a correr, a jugar o a realizar cualquier actividad que implique movimiento. Además, su inteligencia hace que adore los retos mentales, por lo que siempre habrá que proponer actividades nuevas para que no se aburra y pueda tener comportamientos destructivos o indeseados.
Para que el perro sea obediente de adulto, equilibrado, amigable y confiado, es necesario darle una educación adecuada desde cachorro, además de apostar por la socialización con todos los animales y humanos posible. Siguiendo este método y entendiendo sus necesidades, será posible disfrutar de una relación inmejorable con uno de los perros más queridos del mundo.
Si estás pensando en compartir tu vida con un ejemplar de la raza de perro schnauzer, lo más importante es que acudas a un criador especializado y reputado, porque solo así tendrás todas las garantías de salud del animal y podrás conocer a sus progenitores.
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