Las primeras referencias a perros similares al podenco se encuentran en el antiguo Egipto, de donde casi seguro proceden estos animales. No obstante, su historia es realmente desconocida, puesto que se sabe que sus antepasados poblaron la Tierra hace miles de años.
Es posible encontrar representaciones de perros del tipo de podenco en monedas de la antigua Roma del siglo V a.C., aunque es más que probable que estos perros llegasen a Sicilia a través de barcos fenicios y otros comerciantes del mediterráneo. Incluso en algunas pinturas egipcias es posible ver representaciones de perros que tienen muchas características en común con el podenco actual, con figuras estilizadas y delgadas, orejas grandes y hocicos largos.
También es probable que desde el primer momento tuviese un trato estrecho con los seres humanos, puesto que tiene habilidades innatas para la cacería, ya sea menor o mayor. Razón por la que de forma temprana se exportó a otros países con mayor tradición de caza. El podenco es una raza canina capacitada para rastrear desde pequeños mamíferos como liebres o conejos, hasta grandes animales como ciervos. En toda búsqueda es eficaz, y a pesar de que no es un perro excesivamente robusto, también lo es a la hora de cobrar o abatir las presas.
Fueron los propios fenicios quienes se encargaron de expandir estos perros por multitud de países, principalmente países mediterráneos como España, Italia o Portugal, donde la raza adquirió diversas características y se desarrolló dando lugar a distintas variedades de podenco. Aunque todas las variedades tienen características comunes, lo cierto es que resultan fáciles de diferenciar, porque también tienen características propias.
En todos los países donde el podenco se hizo hueco, fue muy popular y valorado en cuanto al trabajo. Durante mucho tiempo fue uno de los perros más importantes de caza, y poco a poco se ganó también el cariño de las personas como animal de compañía de la familia, incluso cuando la caza se dejó de lado o incluso desapareció.
En la actualidad, no es una de las razas más conocidas a nivel global, pero en cada uno de los países donde se desarrolló una variedad ha tenido y tiene especial relevancia. Este perro, similar en tipo y forma a otros perros de caza como los galgos, es una gran mascota y un gran animal de trabajo, por eso se mantiene visible en sus países de origen a pesar de su falta de popularidad en comparación con otras razas.
En términos generales, se puede decir que el podenco es un perro de tamaño medio, alto y esbelto, delgado y ágil, de patas alargadas y atléticas, que muestran su predisposición para el deporte y para la carrera. Se trata de un tipo de perro creado para la actividad, con una gran cantidad de energía contenida que necesita descargar de la forma adecuada.
En todas las variedades de la raza destacan algunas características similares, como un hocico alargado o unas orejas anormalmente grandes, erguidas y muy expresivas, además de unos ojos de tamaño pequeño, separados entre sí y de forma almendrada. También en todos los casos se puede observar un cuerpo estilizado y bien proporcionado, delgado pero musculoso, de gran elegancia cuando se mantiene quieto y firme.
Tiene también un cuello alargado y ancho, lo que aporta robustez al animal. El cuerpo termina en una cola larga y de inserción media, que suele llevar caída excepto cuando está en plena actividad. Todas estas características físicas aportan al podenco una importante agilidad, así como velocidad en carrera y también la fuerza y el ímpetu necesario para cobrar piezas de caza o para abatir a algún animal cuando es necesario.
Una vez que el podenco llegó a los diferentes países, cada uno de ellos fue desarrollando la raza según sus intereses y también gustos. Estos perros no se mezclaron con variantes de otros países, y por eso existen diferencias entre ellos a nivel físico. Las principales diferencias se encuentran en el tamaño, en las proporciones y en el pelaje, aunque la morfología en la misma para todos ellos.
Las variedades de podenco reconocidas por la FCI son:
Además, existen otras variedades no reconocidas que sin embargo pertenecen al conjunto denominado podenco por la similitud que guardan entre sí. Algunos son el podenco andaluz, el podenco de Creta, el podenco francés o el podenco gallego.
En cuanto al tamaño, se pueden encontrar variedades que se mantienen en torno a los 40 centímetros de altura, otros que se encuentran aproximadamente en los 50 centímetros, y las variedades más altas llegan hasta casi los 70 centímetros de altura. En todos los casos, el peso se mantiene en proporción a la altura, y pueden encontrarse desde ejemplares pequeños, de apenas 8 kilos de peso, hasta los más grandes con cerca de 30 kilos.
Otra de las importantes diferencias entre los tipos de podenco es el pelaje, que puede ser largo y sedoso o corto y fino dependiendo de la variedad, aunque es mucho más habitual ver podencos con el pelo corto o muy corto. En cuanto a las tonalidades, existen variedades que solo admiten el color marrón, otras que mezclan marrón con blanco en diferente medida, y algunas que son de color canela más claros todavía, hasta parecer casi blancos. La elección del podenco para cada familia dependerá se su situación geográfica y también del tamaño que resulte más adecuado, porque en el resto de cuestiones, todas las variantes de podenco son en esencia el mismo perro.
La clave del temperamento del podenco se encuentra en la energía. Cuando un propietario es capaz de canalizarla y de conseguir que el animal se desarrolle por completo, podrá disfrutar de un perro muy equilibrado, alegre, cariñoso y también tranquilo cuando debe serlo. Se trata de una raza curiosa e independiente por naturaleza, que sabe tomar sus propias decisiones, lo que no significa que le guste estar solo durante mucho tiempo.
Hay que tener en cuenta que es un animal con un instinto de caza muy marcado, lo que requiere una educación temprana para evitar que afloren esos instintos, especialmente si se tienen otras mascotas o niños muy pequeños, porque puede descontrolar la energía durante los juegos, aunque nunca buscará hacer daño intencionadamente.
A pesar de toda la energía que tiene y de su deseo de actividad física al aire libre, lo cierto es que se trata de una raza que disfruta particularmente de la vida en casa, y que puede pasarse horas tumbado sin hacer nada. Eso sí, siempre y cuando tenga otros momentos en el día de actividad intensa, porque, de no ser así, esa energía acumulada aparecerá en forma de comportamientos destructivos dentro del hogar.
También es conveniente incidir en su socialización desde cachorros, puesto que son animales desconfiados con los extraños y un poco territoriales con otros perros. No obstante, si se procura dicha socialización, será un perro agradable y simpático con todo el mundo. Además, es muy raro que un ejemplar de podenco muestre agresividad por su propia naturaleza, así que es un perro que puede estar en cualquier situación sin problema.
Si nos preguntamos si es posible tener un podenco en un piso, debemos decir en primer lugar, que el podenco es un perro que necesita ejercicio, por lo que aunque es totalmente viable tenerlo en casa, si tendremos que ser bastante metódicos a la hora de sacarlos de casa. Por lo demás, suelen ser perros con mucha actividad pero con un buen comportamiento dentro de la casa y al no ser muy grandes, ayuda,
Esta raza se adapta con bastante facilidad a cualquier entorno y a cualquier situación, pero siempre habrá que procurarle las atenciones adecuadas, ejercicio y cariño. Además, aunque es un perro que disfruta mucho del aire libre, debe tener la posibilidad de vivir en casa y de dormir cobijado, puesto que su manto no ofrece la protección suficiente ni en climas demasiados fríos ni demasiado calurosos.
Los podencos, en todas sus variedades, son perros saludables y fuertes, que rara vez presentan problemas de salud. Tampoco tienen enfermedades hereditarias en general, aunque en casos puntuales puede presentarse sordera unilateral o bilateral. En cualquier caso, para garantizar el mejor estado de salud posible para el animal, se recomienda seguir unos hábitos saludables a todos los niveles, así como acudir con frecuencia al veterinario para mantener al día su calendario de vacunaciones y desparasitaciones.
La forma de mantener a un perro podenco sano en la medida de lo posible pasa por seguir unos buenos hábitos generales, sobre todo en lo que respecta al ejercicio y a la alimentación. Esta raza no presenta tendencia a engordar, pero siempre se deberá controlar la cantidad de comida diaria que ingiere para evitar posibles problemas de salud. Se recomienda apostar siempre por un alimento de calidad y dividido en varias tomas al día, y siempre procurar que el perro esté tranquilo antes y después de comer, porque la actividad puede desembocar en afecciones como torsión de estómago.
Es importante también seguir unos cuidados estéticos, aunque la mayoría de podencos no requieren una atención constante en el pelaje, a excepción de las variedades de pelo largo. Con un cepillado semanal puede ser suficiente en términos generales para que el manto se muestre en perfectas condiciones. Además, se recomienda bañarlos cada 6 u 8 semanas para eliminar la suciedad y evitar que pierdan su propia protección en la piel.
Cabe destacar siempre el ejercicio como uno de los hábitos más básicos para que el podenco sea un perro equilibrado y tranquilo en casa. Son imprescindibles los largos paseos diarios, pero también habrá que combinar esos paseos con actividades más enérgicas, por lo que se recomienda tener un lugar adecuado donde el animal pueda correr y dejar salir su instinto sin ningún peligro. También hay que tener cuidado con soltarlo en espacios que no estén bien acondicionados, puesto que podría suponer un riesgo para su integridad física debido a su fuerte instinto para perseguir rastros.
Para educar correctamente a un podenco, hay que utilizar el refuerzo positivo en cada entrenamiento, y que el perro vea las órdenes como un juego. Tiende a ser algo desobediente cuando se cruza un rastro en su actividad, algo en lo que hay que incidir desde cachorro. Esta raza es muy sensible además a los castigos físicos, así que nunca se deben utilizar para tratar de enseñarle algo. Con una educación y una socialización adecuadas, el podenco será un animal perfecto de compañía para cualquier familia.
Si piensas que un podenco puede llenar tu vida de felicidad y compañía, entonces debes encontrar un cachorro con todas las garantías de salud. Para ello, acude únicamente a criadores especializados en la raza, y con buenas referencias anteriores, porque solo así tendrás el mejor cachorro de podenco posible. El podenco es una raza canina muy especial, que no se recomienda para todo el mundo, pero que puede crear la mejor de las relaciones con las personas.
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