El pastor belga malinois es casi siempre asociado con el pastor alemán y es que en efecto tienen un gran parecido físico. Sin embargo, cada uno tiene sus características como el mayor tamaño de la raza belga, y su mayor cantidad de colores.

Combina fuerza, resistencia física con inteligencia, esfuerzo y verdadero afecto por su grupo humano.

Su entrenamiento es muy importante para lograr que cada ejemplar muestra sus mejores cualidades. Para ayudarlo en esa tarea, aprende todos los datos disponibles en este artículo.

Por dónde empezar el entrenamiento del pastor belga malinois

Lo más recomendable es iniciar con un cachorro, así se adaptan mejor con el sitio donde vivirán. También desarrollan mejores relaciones con todos los humanos.

El entrenamiento empieza desde el primer momento en que está en casa así que debes tener claridad en lo que permitirás o no al peludo. Al final ellos siempre querrán hacer todo, pero tu tarea es mostrarle lo que esperas de él.

Estos perros tienen como parte de sus instintos, cierto nivel de agresividad. Con la adultez se vuelven más equilibrados. Ahora, para que eso ocurra hay que evitar conductas negativas.

Una de ellas es la tendencia a morder. Es preferible evitar siempre esa tendencia incluso si lo hace jugando. La mejor manera de hacerlo es detener cualquier actividad, juego, caricias que estés realizando cuando te mordisquee.

El simple hecho de detenerte, no tocarlo y no mirarlo, hará que perciba que algo anda mal. Para que esto funcione, la clave es perseverancia. Una vez que empiezas a educar, debes repetir siempre la misma acción. Así el perro comprenderá lo que debe hacer.

Una de las causas de conductas inadecuadas en los canes, es que no se mantienen las mismas reglas. Por lo que el peludo no aprende que hay cosas que no son aceptables.

En la etapa de cachorros es muy importante dedicarle tiempo, y la mejor manera de hacerlo es jugando con él. La conexión que se crea, de esta manera, es sólida, y el peludo aprende a confiar en el humano. Eso es fundamental.

Es recomendable pasar de 20 a 30 minutos en este tipo de actividades, dos veces al día. Jugar es divertido para el perro y es el momento de aprovechar para educarlo.

Iniciar al perro en obedecer órdenes sencillas

Utiliza juguetes, muñecos, peluches, pelotas para hacer jugar. Instintivamente buscará y agarrará con el hocico estos elementos. Pronto verás que eligen unos sobre otros.

Un juego que puedes hacer es que busque uno de los juguetes y te lo traiga. Dárselo y luego pedírselo. Utiliza una palabra para que suelte. Las primeras veces, no lo soltará, correrá, lo dejará caer en otra parte.

Lo importante es perseverar y en el momento en que suelte o te entregue el objeto, recompénsalo. Es decir, dale afecto con abrazos, rasca su cabeza, cuello, pecho y usa palabras cariñosas.

Tal vez le tome un poco al principio, pero con tiempo lo hará. Si es necesario puedes usar un snack saludable. La comida no siempre puede ser la única forma de motivarlo, porque tal vez, luego no obedezca, ni haga lo que se espera sin darle algo de comer.

Ser paciente implica que no puedes reaccionar con agresividad, ni menos aún violencia contra el peludo. Tal conducta hará del perro un animal temeroso y perderá confianza en su compañero humano.

Para que aprenda a hacer sus necesidades, si aún no lo llevas de paseo, hay que disponer de un lugar y usar papel absorbente o periódico. Deja que se habitúe a estar allí.

Empieza a crear una rutina. Llévalo allí en la mañana, luego de las comidas y antes de dormir. Mantenlo allí, hazle compañía. Una vez que haga allí sus necesidades, prémialo.

Mientras más pronto inicie la socialización es mejor. Para ello, haz que te visiten otras personas, y también que lleven a sus mascotas. Esto le permitirá estar en compañía humana y de otros animales sin temor.

Estas reuniones también son oportunidades para educar, evitar conductas inapropiadas y retribuir lo que esperas que haga. Si tiene juegos muy agresivos, hay que detenerlo, sobre todo al crecer un poco más, ya que al ser tan cachorros es usual que sean toscos.

Modificar una conducta como ladrar, atacar, empieza con, como el ejemplo anterior, interrumpir lo que está haciendo y usar una palabra como “¡No!”. Evita gritar, basta usar un tono de voz clara, cortante y firme. Repítelo cada vez que sea necesario.

Aprender a detener una conducta es muy importante, y se puede reforzar con la comida. Al momento de servirle en el comedero, debe entender que, si colocas las manos y usas una determinada palabra, debe detenerse.

Avanzar en el adiestramiento de tu pastor belga malinois

Después de las ocho semanas ya puedes ir a órdenes más complejas. Para este momento, ya debe estar un poco habituado a tu voz y tener reacciones con los jugos, su nombre, etc.

Al iniciar los paseos será como descubrir un mundo nuevo, puede verse un poco nervioso, curioso, todo a la vez. El uso de la correa es indispensable, esto te permitirá controlarlo y modificar su atención.

Los paseos en estos perros, además de los juegos, son importantes ya que tienen dosis altas de energía. Si sientes que está muy ansioso, detente, sin arrastrarlo con la correa. Si no se calma, puedes ir atrás o llamar su atención.

El adiestramiento inicia desde poner la correa. Debe estar calmado, si tiene ansiedad puede ser más difícil de controlar. Usa una palabra y detente cuando sientas que estás muy alterado.

Con los paseos reforzará la experiencia de estar con otras personas y animales. Si se torna alterado, ladra mucho o quiere tirar de la correa, detén la marcha y acércate a él. Esto hará que retroceda un poco y sentirá que la diversión se pierde.

Las órdenes como sentarse, acostarse y muy importante, permanecer quieto, requieren el entrenamiento previo. 

Para que se acostumbre a sentarse puedes guiarlo con tu mano en sus cuartos traseros, con suavidad haz que se siente y usa una palabra de tu elección. Apenas lo haga prémialo. No lo va a captar de inmediato, pero con repetición lo entenderá.

A medida que lo haga también puedes señalar con un gesto específico. Así tendrá la palabra y el gesto para facilitar el proceso.

Un dato indispensable para un entrenamiento exitoso es acostumbrarlo a las rutinas. Comidas, ir al baño, dormir, pasear, en la medida de los posible hacerlo siempre a las mismas horas y orden. Su mente estará dispuesta a realizar cada actividad, esto es muy importante que se afiance cuando son cachorros y jóvenes.

Al crecer un poco más, puedes pasar a entrenamientos más complejos, sentarse y permanecer acostado. Traer cosas, rastrear, buscar cosas guiado por su olfato.

Recuerda reforzar cada tarea en distintos lugares, dentro y fuera de la casa, así conseguirás que entienda lo que puede hacer o no, sin importar dónde se encuentra.

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