Keeshond


Características Vitales


Altura
44-50cm
Peso
25 a 32kg
Esperanza de Vida
12 a 14 años
perro
Personalidad
Inteligente y activa.

Características de la Raza


Apariencia
Tamaño
Mediano
Pelaje
Largo
Color
, Gris
Adaptabilidad
Se adapta bien a la vida de apartamento
Bueno para propietarios novatos
Tolera estar solo
Tolera el frío
Tolera el Calor
Personalidad
Cariñoso con la familia
Son amigables con los niños
Perro amistoso
Amigable con extraños
Cuidados
Salud general
Baboso
Cantidad de muda
Propenso a ganar peso
Nivel de energía
Intensidad
Necesidad de ejercicio

El Keeshond es una raza canina originaria de los Países Bajos, conocida inicialmente como Wolfspitz, nombre que tuvo hasta el año 1926. Entre sus características, destacan aquellas que son similares a otros spitzes alemanes, como el Pomerania, aunque se sabe que tiene orígenes comunes también con el samoyedo, el chow, o el elkhound. Sin embargo, a pesar de esas características comunes, es fácilmente reconocible por su pelaje denso, tipo nórdico, por la cola enroscada hacia la espalda y por una máscara que cubre parte de su cara y que en ocasiones forma un collar alrededor del cuello.

Se trata de una raza de tamaño medio, muy popular en su país de origen que sin embargo no es tan común en otros lugares del mundo. Recibió durante el siglo XVIII el sobrenombre de ‘perro de la gente’, llegando a ser el símbolo del partido político de la Patria Holandesa durante la Revolución Francesa. El patriota Kees de Gyselaer tuvo un perro de esta raza al que llamó Kees, de este animal tomó la raza su nombre por su importancia en la historia, aunque no tuvo especial relevancia como reproductor.

Este perro se utilizaba principalmente como animal de trabajo, vigilando los botes o las barcazas y dando caza a los ratones y ratas que pudiesen colarse en las naves. A finales del siglo XIX, el Keeshond estuvo a punto de desaparecer por la disminución en el uso de barcas, aunque consiguió salvarse realizando otros trabajos en las fincas y en las granjas.

Algunos ejemplares dejaron su país de origen para introducirse en el Reino Unido, aunque allí no alcanzaron tanta popularidad. La raza tuvo que esperar hasta 1920 para volver a brillar, momento en que llegó a Estados Unidos. Diez años más tarde, fue reconocido por el American Kennel Club, y a partir de ahí ganó posiciones como perro de compañía.

Aunque no cuenta con la popularidad de otras razas, el Keeshond es un gran perro de compañía, fácil de manejar debido a su tamaño, y adaptable a pisos pequeños. No obstante, es un animal que no tolera bien las altas temperaturas por su origen nórdico, por lo que no se recomienda para todos los climas.

Características del Keeshond

El Keeshond es un perro de tamaño mediano, con características que recuerdan a otras razas nórdicas y spitzes. La principal diferencia con el resto de razas de spitzes es su tamaño y el color y densidad del pelaje, pero en cuanto a la forma del cuerpo son muy parecidos en general.

Llama especialmente la atención su pelaje de dos capas, en diversos tonos de gris y negro, y con una máscara en el rostro que puede ser más o menos cerrada. Muestra una cabeza proporcional con el resto del cuerpo, con el hocico alargado y afilado. Las orejas son pequeñas y se mantienen sobre la cabeza en forma triangular, y la cola es de longitud media y aparece generalmente sobre la espalda. Los ojos son oblicuos, de tonalidades marrones o negras, y muestran una expresión de alerta muy peculiar.

Por la cantidad de pelo que tiene, podría parecer que sus patas son cortas, pero esto es solo un efecto del pelaje, la realidad es que está perfectamente proporcionado. Su perfil es cuadrado, con un pecho fuerte y profundo, y un abdomen no demasiado largo.

Tamaño del Keeshond

El tamaño del Keeshond según el estándar de la raza es de aproximadamente 49 centímetros hasta la cruz, y su peso ronda los 30 kilos. Las medidas pueden variar levemente según el ejemplar y su sexo, pero nunca deberían alejarse demasiado.

Pelaje del Keeshond

El manto del Keeshond es el tradicional de las razas nórdicas, formado por dos capas diferenciadas. La capa interna es muy suave y densa, con un pelo de aspecto lanoso que aumenta y disminuye dependiendo de la temperatura y de la época del año. La capa externa muestra un pelo muy distinto, largo y recto, aunque también suave al tacto y bastante abundante. Solo en la cabeza, en las orejas y en algunas partes de las patas el pelaje es corto y suave, consiguiendo un gran contraste con el cuello y la espalda, donde el pelaje alcanza su mayor longitud.

En cuanto a colores, el Keeshond no presenta demasiada variedad. El color admitido para su manto es el grisáceo, tipo lobo, aunque los tonos de gris pueden variar de un ejemplar a otro. Destaca especialmente la máscara negra que se forma alrededor de sus ojos y que llega hasta su hocico habitualmente. También sobre la zona del cuello se forma un collar más oscuro, muy llamativo y característico de esta raza.

Comportamiento del Keeshond

Como era de esperar, esta raza comparte similitudes de temperamento con otras de su mismo estilo. Se trata de una raza muy activa, inteligente y fácil de adiestrar, además de ser muy limpia y requerir pocos cuidados en relación con otras razas y con la cantidad de pelaje. El Keeshond se caracteriza por ser muy devoto y fiel hacia su familia, principalmente hacia quien considera su líder. Es muy amistoso con las personas, aunque puede ser desconfiado con los extraños.

Son bastante ladradores, por lo que pueden ser buenos perros de alarma, pero hay que tener cuidado con este comportamiento, porque es fácil que lleguen a ser molestos para la familia y para los vecinos. Requieren mucha actividad, cuidados y atenciones por su apego a las personas, y una mala educación o falta de atención pueden desembocar en comportamientos destructivos dentro de casa.

Aunque tienden a ser sociables por naturaleza, los Keeshond necesitan también una correcta socialización desde cachorros. De esta forma, se llevarán bien con otros animales de adultos. No obstante, pueden ser conflictivos entre machos.

Son perros ideales para familias con niños, ya que se llevan bien con ellos y siempre están dispuestos a jugar. Solo hay que tener cuidado con niños muy pequeños, porque pueden tender a mordisquear si los niños les hacen daño, aunque nunca tendrán una mala reacción o intentarán dañarlo adrede.

El punto más negativo para esta raza está en que desarrolla una clara dependencia hacia sus dueños, por lo que no tolera pasar demasiadas horas en soledad y requiere una mayor atención que otras razas. Por este motivo es necesario tomarse muy en serio su educación, para evitar esos comportamientos destructivos a la larga, aunque si no dispones del tiempo suficiente, quizá sea mejor que pienses en otra raza.

Principales enfermedades del Keeshond

Todos los Spitz alemanes tienen en común una salud por lo general envidiable, y no suelen contraer las enfermedades caninas más habituales. No obstante, hay que prestar atención a algunas afecciones que sí pueden padecer, como displasia de cadera, epilepsia y problemas de piel. En algunos ejemplares, pueden aparecer calvas parciales en el pelaje, pero esto generalmente es causado por una alimentación de baja calidad, y puede evitarse mediante una alimentación adecuada y equilibrada.

Con unos buenos hábitos de ejercicio y alimentación, y con los cuidados adecuados, esta raza puede llegar fácilmente a vivir entre 12 y 14 años, o incluso más en casos puntuales. El estilo de vida es una cuestión a tener en cuenta para cualquier animal, porque al igual que para las personas, la salud es algo que se construye día a día.

Cuidados básicos del Keeshond

Para que un ejemplar de esta raza se mantenga en buen estado general, hay que prestar una atención especial a algunos cuidados tanto a nivel físico como emocional. El Keeshond no es una raza demasiado complicada ni difícil de manejar, pero sí hay que saber entenderla para cubrir sus necesidades.

Salud

Además de lo descrito anteriormente, para que el Keeshond mantenga toda su salud, habrá que acudir con frecuencia al veterinario y cumplir con el calendario de vacunaciones y desparasitaciones. También es recomendable realizar los controles pertinentes sobre su cadera, especialmente si se pretende criar con el ejemplar.

Cepillados

Por el tipo de pelaje que posee, es necesario realizar cepillados con mucha frecuencia, a ser posible a diario. De esta forma, se eliminará el pelo muerto de la capa interna, dejando que la piel respire y evitando en el proceso que aparezcan problemas en la piel del animal. Recuerda que el cepillado debe realizarse con peines adecuados para su pelaje, porque son los únicos que eliminarán el exceso de pelo.

Baños

El Keeshond es un perro muy limpio, que no desprende mal olor y que no requiere baños con frecuencia para tener buen aspecto. Un baño cada 6 u 8 semanas será suficiente para que el pelo se mantenga limpio y no pierda sus propiedades naturales.

Alimentación

La alimentación es otro de los aspectos a cuidar en el Keeshond por su tendencia a engordar y por los problemas de piel que puede presentar. Requiere una alimentación de excelente calidad siempre, en la medida justa y siempre en concordancia con la cantidad de ejercicio diario que realice.

Ejercicio

Se trata de una raza muy activa y enérgica, que necesita grandes dosis de ejercicio diario para no tener comportamientos destructivos. Lo más aconsejable es que disponga de un terreno donde correr y ejercitarse libremente, pero, si esto no es posible, será necesario darle paseos largos a diario y complementarlos con otras actividades como juegos o deportes de todo tipo.

Educación

La inteligencia del Keeshond hace que resulte extremadamente fácil de adiestrar, aprende muy rápido y por lo general estará dispuesto a cumplir las órdenes de su dueño. No obstante, puede ser también testarudo a veces, y desobediente con aquellos que no considere por encima de él, por lo que se aconseja incidir especialmente en su educación desde cachorro.

Curiosidades del Keeshond

  • Aunque se piensa que es alemán, al igual que la mayoría de spitzes, el Keeshond tiene su origen en los Países Bajos, expandiéndose posteriormente por otros muchos lugares del mundo.
  • Comparte el inicio de su historia con razas como el Pomerania o el samoyedo, aunque se diferencia mucho de ambas razas en cuanto a su tamaño y temperamento. Tiene unas características propias además de aquellas que comparte con sus congéneres.
  • Durante un tiempo, se conoció como Wolfspitz debido a sus semejanzas con el lobo y con los spitzes. La supuesta mezcla de características habría dado lugar a esta raza, aunque sus características son particulares y propias.
  • Resisten perfectamente en los climas más fríos y húmedos, gracias a la protección de la doble capa de su manto. Sin embargo, pueden pasarlo realmente mal en climas calurosos, por lo que no se recomienda tenerlos en determinados lugares.

Aunque no son demasiado habituales a nivel mundial, es posible encontrar criadores especializados en la mayoría de países. Por eso, si estás pensando en compartir tu vida con un ejemplar de esta raza, lo primero que debes hacer es contactar con un criador con experiencia, que pueda darte toda la información necesaria sobre la raza y todas las garantías de salud de los cachorros.

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