Son pocas las razas caninas que tienen su origen en Japón, y esta es una de ellas, pero no tan conocida a nivel mundial como el akita inu o el shiba inu. El Tosa Inu es un perro de gran tamaño, muy imponente en cuanto a su aspecto y una de las razas más adoradas por quienes buscan un perro de grandes proporciones y características únicas.
Su aparición se sitúa a mediados del siglo XIX tras la llegada a Japón de diversas razas europeas muy conocidas, como el gran danés, el mastín, el san Bernardo, el bulldog o el braco alemán. Todas estas razas se cruzaron con el paso del tiempo con una raza autóctona de Japón, el Shikoku Inu, con el objetivo de crear una nueva raza con mejores cualidades para la protección y para ser utilizados en las peleas caninas.
Fue precisamente en la provincia de Tosa donde empezaron a aparecer los primeros antepasados del tosa inu actual, animales más grandes incluso que el akita inu y también más rudo y agresivo. Pronto esta raza llamó la atención de los aficionados a esta terrible actividad, y a partir de ahí se fueron definiendo más y más sus características hasta lograr una raza capaz de batir prácticamente a cualquier otra.
A pesar de no ser una de las razas más populares, lo cierto es que el tosa inu se encuentra expandido por todos los lugares del mundo, y por suerte hoy en día nada tiene que ver con las peleas de perros de la antigüedad. No obstante, en muchos países entre los que se incluye España, se considera como una raza potencialmente peligrosa, por lo que solo se puede tener un ejemplar si previamente se cuenta con la licencia para ello. En cada país las normas para conseguir dicha licencia pueden variar, pero en España entre otras cosas se requiere un seguro de responsabilidad civil a terceros.
En la actualidad suele verse principalmente como perro guardián en casas grandes, aunque también es más común verlo simplemente como mascota de familia. No obstante, no se recomienda su tenencia a personas sin experiencia previa en razas de este tipo, porque es un animal de grandes proporciones, que puede ser complicado de controlar.
Una palabra que puede servir para definir al tosa inu es ‘inmenso’. Es un perro muy grande, pero también fuerte y robusto, con un aspecto de poder casi inigualable por ninguna otra raza. Es casi tan alto como largo, por lo que mantiene unas proporciones perfectas, y en todo su cuerpo se marca la musculatura preparada para la acción.
Este animal es un sinónimo de fuerza y resistencia, como demuestra la largura y firmeza de sus patas y la profundidad de su pecho. Además, su cabeza es grande, con un hocico cuadrado y de longitud media, lo que denota una tremenda fortaleza en su mordida. La nariz es ancha y negra, y sus ojos son pequeños y muy oscuros, de mirada profunda y penetrante. Las orejas son de tamaño medio o grande y caen a ambos lados de la cabeza, y el cuello es muy ancho y robusto, creando una imagen en conjunto de peligrosidad y fiereza.
La espalda del tosa inu es recta y alargada, y termina en una cola ancha en su base y afilada en la punta, también muy larga que suele llevar a media altura. En resumen, se trata de un perro muy bien formado, capacitado para llevar a cabo cualquier actividad y lo bastante grande como para intimidar a cualquier ser que se acerque.
El estándar del tosa inu no recoge un tamaño ni un pero máximo para el perro, pero sí una altura mínima, que será de unos 60 centímetros en el macho y de 55 centímetros en la hembra. A partir de estas medidas, el peso deberá proporcionarse con la talla, de modo que cada ejemplar sea atlético, esbelto y equilibrado. No es extraño encontrar ejemplares con un peso medio de entre 50 y 100 kilos, pero siempre dependiendo de su altura.
El pelaje del tosa inu se caracteriza por ser muy corto y pegado al cuerpo del animal, lo que permite ver todo el diseño de su musculatura. Es también muy denso y áspero al tacto, y se suele mostrar en tonalidades claras, como el rojo, el atigrado o el leonado. Una de las características más llamativas del manto es que en el hocico cambia su color, donde se encuentra una máscara negra que puede cubrir extensiones diversas de su rostro. La gran ventaja de este pelaje es que apenas requiere mantenimiento, por lo que será fácil poder disfrutar del máximo esplendor el perro sin tener que dedicarle mucho tiempo y esfuerzo a cuidarlo.
A pesar de su pasado como perro de peleas, lo cierto es que el carácter del tosa inu no es agresivo por naturaleza. Se trata de un animal valiente y seguro, pero también muy paciente y leal a su familia. Esta raza impone mucho por su fisiología, pero, con una buena educación, será también amable y tranquilo con todo el mundo. Únicamente hay que saber, que no es demasiado sociable en términos generales, por eso requiere una socialización temprana, porque es más fácil modificar la timidez en el tosa inu cachorro.
Por otro lado, es un gran compañero de juegos de los niños, con quienes tiene mucho cuidado, es protector y tranquilo dentro de casa, por lo que no existe ningún peligro. No obstante, debido a su tamaño y fuerza, hay que supervisar los juegos para que no haga daño a los niños demasiado pequeños, y también educar a los niños para que lo traten adecuadamente.
Hay que tener en cuenta que este tipo de razas pueden ser compañeros ideales para cualquier familia, pero también necesita un propietario que sepa cómo tratarlo y educarlo, y que pueda contenerlo físicamente en caso de que sea necesario. Sobre todo hay que incidir en su correcta socialización, porque de otra forma tener comportamientos reactivos especialmente con otros perros dominantes.
El tosa inu, que se ha conocido también como dogo japonés, es en general un animal saludable, y apenas es propenso a las enfermedades hereditarias que sí aparecen con frecuencia en otras razas. Con el cuidado adecuado en la cría y la selección de ejemplares saludables, es posible minimizar el riesgo de que aparezcan este tipo de enfermedades. Aun así, es importante destacar que estos perros pueden padecer displasia de cadera, o cardiomiopatía hipertrófica. También son más propensos que otras razas al golpe de calor, de modo que no es conveniente tenerlos en lugares de climas muy calurosos.
Para conseguir que el tosa inu se encuentre siempre en las mejores condiciones de salud y estética, hay que tener en cuenta una serie de cuidados, empezando por acudir al veterinario a revisión y para mantener su calendario de vacunas y desparasitaciones al día. Sumando el ejercicio diario necesario y una buena alimentación, se evitarán problemas de salud de diversa consideración.
Precisamente la alimentación y el ejercicio son dos cuestiones íntimamente relacionadas entre sí. La cantidad de comida deberá equipararse a la cantidad de ejercicio que realice, pero, además, habrá que tener cuidado con el ejercicio antes o después de las comidas, porque podría ser más propenso a la torsión gástrica. De igual forma, para evitar esta afección se recomienda dividir la ración diaria en varias tomas. Sobre el ejercicio, aunque no es un perro que demande una actividad física demasiado alta, sí es aconsejable sacarlo al menos tres veces al día para pasear y sobre todo relacionarse con otros animales. De esta forma su temperamento será equilibrado desde pequeño, y también de adulto.
En cuanto a la higiene, esta raza no es demasiado complicada de mantener. Su pelaje se mantiene en perfecto estado con un cepillado a la semana, suficiente para eliminar el exceso de suciedad y el pelo muerto. Por su parte, un baño al mes o cada mes y medio es adecuado para que se limpie en profundidad sin dañar la protección de su piel. Sí se recomienda, sin embargo, limpiar con más frecuencia las arrugas que aparecen en su cara, para eliminar restos de comida o suciedad acumulada que pudiera derivar en otros problemas.
Es importante también recordar que la educación del tosa inu debe ser estricta y firme en todo momento, aunque no por ello debe hacerse desde el castigo o la frustración. El toda inu es un animal inteligente, de sobra capacitado para aprender y obedecer cualquier orden, por lo que todo lo que se necesita es tiempo, paciencia, entendimiento y respeto mutuos, y mucho cariño.
Ya conoces el proceso que tendrás que realizar para hacerte con un cachorro de tosa inu. Si crees que esta raza es la más adecuada para ti, sin duda merecerá la pena. También debes contactar con un criador especializado en la raza cuanto antes, porque así tendrás todas las garantías de salud sobre tu nuevo mejor amigo y podrás recibir información de primera mano acerca de todo lo relacionado con el tosa inu. En España no existen demasiados criaderos de esta raza, pero encontrarlo formará parte de un bonito proceso para llegar a tu nuevo compañero de aventuras.
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