Desde hace tiempo se ha desmentido que los pitbulls sean animales agresivos y sanguinarios. De hecho, son animales que prefieren estar tranquilos, en compañía de las personas, receptivos y disfrutar de las actividades físicas.

Por lo general, lo que hace un perro adulto depende de cómo haya sido educado, algo que hay que empezar muy temprano para facilitar el proceso, sobre todo en el caso de algunos canes fuertes. Así que, si quieres aprender sobre cómo entrenar tu pitbull cachorro, aquí tienes lo que necesitas.

¿Qué debes saber del pitbull entrenado para ser entrenado?

Dadas las características de fuerza y tamaño, además de sus antecedentes históricos, el pitbull necesita mucha actividad física. Posee mucha energía que si no se transforma en ejercicio puede tener consecuencias indeseadas: irritación, estrés, mordisquear, etc.

Junto a su capacidad física, también poseen ganas de aprender. Desean agradar a sus compañeros humanos, lo que facilita el proceso. Ahora bien, esa inteligencia necesita ser estimulada, por lo que tiene que recibir retos y juegos que lo mantengan alerta. Eso lo hará feliz y ayudará su bienestar, que es al final lo que siempre se busca al tener un peludo en casa.

¿Los primeros pasos para educar a un pitbull cachorro?

Lo primero que hay que considerar es que necesitan ser socializados desde pequeños, deben acostumbrarse a las personas, otros perros y mascotas en general.

De esta manera, hay que empezar desde pequeños. También hay que decidir qué se le permitirá al perro, como por ejemplo subirse o no a la cama o a los muebles; morder lo que desee o no. Todo dependerá de los limites que se le quieran dar al perro. Recuerda que una vez que crezca será más difícil cambiar algunas conductas. No siempre será ese pequeño cachorro.

Una primera fase de estar con otros animales, empieza con sus hermanos al nacer. Luego hay que irle dando la experiencia de compartir con otros animales, ya sea con otras mascotas, llevarlo a un parque o con vecinos o amigos que tengan diferentes animales. También hay que presentarlo a otras personas, entrar en contacto, siempre con respecto y cuidado con el animal. 

Que no sienta ansiedad o temor, por ello hay que evitar juegos bruscos, agresivos o asustarlo. Todo eso modifica su conducta.

El pitbull siempre querrá dominar. Hay que enseñarle desde pequeño lo que no quieres que haga. Para ello usa una palabra, siempre la misma para que asocie el sonido con la conducta y puedes hacer un gesto, que no sea amenazante, sino que enfatice lo que no es aceptable.

La perseverancia es clave. Si un día le permites algo que no quieres que haga, el perro no tendrá disciplina y no verá problemas en hacer lo que le apetezca. Cuando lo lleves de paseo siempre debes entrar tu primero y él debe estar calmado al salir.

El uso de la correa es clave, así habrá un vínculo con la persona para canalizar su conducta. Así también lo llevarás de paseo, lo que es un momento clave en su educación para seguir instrucciones, relacionarse con otros animales y acostumbrándose al movimiento en espacios fuera de casa.

Lo ideal es que los paseos sean a diario a la misma hora o muy cercana. Así se disciplinan y aprenden una rutina. Nunca permitas que de tirones. Desde el primer momento que lo haga, detente, haz que se detenga y dile no. Luego, reanuda. La paciencia es todo para guiar a un perro.

¿Qué hacer cuando desobedece el pitbull cachorro?

Un perro responderá mejor siempre a estímulos positivos. Entonces, hay que premiar la conducta. Siempre se dice que se le algún alimento porque es lo que más los motiva y es cierto.

Puedes usar snacks saludables, pero es muy importante que lo acaricies y le hables con cariño como premio. Esta actitud reconforta y estimula al perro, además de consolidar el nexo emocional contigo o su cuidador.

Los gritos, las amenazas o, peor aún, la agresión, además de ser una conducta abusiva, hará que el perro se asuste y reaccione con agresividad. El miedo no es un aliado para entrenar a un pitbull cachorro.

Puedes ignorar al perro y hablar en tono firme, señalando lo que no quieres que haga. 

Alimentación y educación del pitbull cachorro

La alimentación también forma parte del entrenamiento. Debe comer siempre de su comedero, no de cualquier parte. Pon la comida y haz que se siente o se eche a esperar. 

Una vez que pongas el recipiente en el suelo, no debe comer de inmediato, sino que debe mirarte para que le des permiso de comer. Eso conlleva tiempo y disciplina, pero lo aprenderá si lo haces de manera constante. 

Solo coloca la mano, haz que retroceda hasta que le des la orden comer o la que elijas. con el tiempo hasta con un gesto sabrán que ya pueden comer.

Morder, así como ladrar, es lo natural en el perro, pero no puedes permitir que muerdan todo y menos a tí. Desde el principio, como un juego te morderá con suavidad, si lo acostumbras a juegos de este tipo, lo hará de adulto y es un riesgo porque su mordida es muy poderosa.

Para evitarlo hay que reprenderlo, usar la palabra no o la que hayas elegido, y al calmarse dale un juguete que pueda morder. Así entenderá dónde puede usar sus dientes. Felicítalo y juega con él al morder el juguete.

Toda corrección y regaño debe ser inmediato, apenas tenga una conducta indeseable. De ese modo no tendrá confusiones.

Voces de mando para entrenar tu pitbull cachorro

Que se pare es esencial del entrenamiento. A partir de las 2 semanas de nacido, ya puede empezar a escuchar bien las voces para sentarse, acostarse, esperar, «no» o «quieto». No necesariamente debes usar estas palabras, incluso puedes usar otro idioma, lo importante es que asocie el sonido de la misma palabra con una determinada acción siempre.

Es otra vez disciplina, perseverancia, paciencia y afecto. En ellos se necesita repetir la palabra con la acción y premiar al momento de hacerla. Ya sabes con afecto y también incluir una golosina sana.

El periodo de entrenamiento debe durar alrededor de los 5 minutos. Luego de ese tiempo, es muy probable que se distraigan, se aburran o se cansen. Es mejor periodos cortos de alta concentración, varias veces al día.

Un hábito que no puede faltar es enseñar a tu perro que tú tienes el control desde el primer día. Por lo tanto, evita que se suba a la mesa o a espacios prohibidos, que monte como si estuviera en celo, así como a esperar tu autorización para salir, entrar de la casa, acercarse o saltar.

Por último, ten en cuenta que la actividad diaria es indispensable. Si no están activos no tendrán buenas reacciones.

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