El braco alemán es un perro que se destaca por su porte elegante, su constitución robusta y esbelta. Además de su hermoso rostro. Es una gran alegría la que lleva este can al hogar, pero es necesario saber cómo educar a un braco alemán cachorro.
Posee un olfato sofisticado, es resistente a duras condiciones ambientales y es un trabajador incansable. Ahora hay que saber cómo sacar lo mejor del cachorro para que sea un gran compañero.
¿Qué debes saber para entrenar un braco alemán cachorro?
Es necesario conocer el carácter del braco alemán para saber cómo facilitar el proceso de educación.
A pesar de su rostro tranquilo y su mirada mansa, este peludo es de fuerte temperamento, dominante y territorial, pero jamás agresivo. Esto es importante porque si se empieza a adiestrar de un modo muy imponente, seguramente el perro se volverá desconfiado, más testarudo y hará el proceso más complicado.
Hay que tener una disciplina constante, firme y correctiva, pero no agresiva. Por el contrario, hay que potenciar su deseo de querer agradar a sus humanos. Esto se logra con técnicas positivas. Recompensando sus logros, para lo que hay que ser afectuoso, hablarle con palabras de cariño y, por supuesto, darle buenos snacks saludables.
La constancia inicia desde el primer momento. Si deciden que algunos sitios de la casa, muebles, camas, etc., no son de uso del canino, siempre deben mantener la misma actitud. Retirarlo, bajarlo de la cama, sin ningún gesto brusco, ni gritar.
El instinto será volver a intentar las cosas, y lo hará varias veces. Siempre deben evitar que lo haga y usar una palabra. Esta debe ser dicha de forma clara, simple y seca. El perro captará el cambio de tono y la acción.
La solución a este problema es darle su propia cama. Acondiciona un lugar donde pueda estar tranquilo, colocar allí su juguete favorito, puedes colocar algo que tenga tu olor. Eso es un factor que lo tranquiliza.
Una vez que empiece a ir a ese lugar, y relajarse, entonces viene el premio. Felicítalo, dile palabras con tono cariñoso. No entenderá el significado, pero sí la diferencia entre una orden y el cariño.
¿Cómo empezar a educar a tu braco alemán cachorro?
Ya se dijo que no entienden los significados de las palabras, pero sí reconocen acciones a las que asocian el sonido. Lo más importante es su nombre. Y ese es el punto de inicio.
Desde el momento que esté en casa hay que habituarse al nombre, al reaccionar dale afecto. También estimula su apetito con algo de comer. El objetivo es que asocie la palabra consigo mismo y a la vez con algo placentero. De esa manera siempre reaccionará con entusiasmo.
Allí empieza la clave. Con el nombre ya se pueden pasar a otros comandes o voces de instrucciones.
El braco alemán es enérgico y activo, hay que enseñarle cuando debe permanecer sentado o acostado en un sitio. Básicamente se trata de la misma estrategia, usar la palabra que selecciones, hacer que se siente, y recompensar.
Para hacer que se siente, puedes guiarlo con las manos apoyándolas de manera firme, pero sin brusquedad, apenas para que baje la parte posterior.
Otra manera es usar comida, que la pueda oler y ver en tu mano. La muestras y luego bajas la mano con el snack hasta el suelo. El perro va a seguir con su olfato el movimiento y terminará acostado o sentado. Una vez que lo haga, prémialo con efusividad.
Las voces principales que debe aprender son venir, acostarse, permanecer, y claro a caminar con correa sin problema.
¿Se puede manejar el instinto cazador del braco alemán?
Controlar esta situación es muy importante. Su instinto lo puede llevar a perseguir aves, roedores, mamíferos pequeños incluso. Esta cualidad no se puede, ni se debe borrar por completo, pero sí dosificarla.
Usa juguetes, prueba con distintos tipos, incluso los que permiten guardar algún premio en ellos. La idea es que se acostumbre a capturar sólo las cosas que le permites.
Implementa juegos de recoger, descubrir objetos que deba buscar, de modo que su mente no necesite dirigirse a cazar algo vivo.
Actividades que necesita el braco alemán cachorro
La manera de evitar que dentro de casa hagan algún desorden, por su abundante energía, es darles mucha actividad física. Recuerda que son animales que por generaciones pasaban mucho tiempo a la intemperie, ante diversos climas y condiciones. Corrían, cazaban, perseguían, acompañaban y hacían trabajos de fuerza.
Toda esa energía se puede orientar a paseos, excursiones, actividades en agua y mucho juego. Hay que aplicar toda la creatividad para que se entretenga al aire libre y desarrolle su potencial.
Un hábito que también debe ser atendido es el impulso de ladrar. No son tan obsesivos como otras razas, pero hay que actuar. Para mejorar esto hay que enseñarle con palabras cuando se necesita silencio y cuando puede ladrar.
Hay que usar palabras claras, que no lo confundan para que las entienda sin problema. Al pedirle que haga silencio, además del comando, también deberás hacer un gesto, sin que sea amenazante, como extender la palma. Apenas lo haga la primera vez, hay que compensarlo con afecto y una vez lo repita varias veces, entonces un premio mayor alimenticio.
Para que se acostumbre a ir al baño, hay que poner una rutina rigurosa. Todos los días llevarlo fuera para que haga sus necesidades. Al principio solo querrá correr y jugar. Detente en un sitio adecuado un rato, no lo acaricies, solo espera para que se relaje y pueda expulsar sus desechos.
Es inevitable que orine en casa. Limpia y elimina el olor para que no se habitúe a dejar marca. No lo regañes ni menos apliques castigos que lo asusten. Por el contrario, prémialo desde el momento que haga sus necesidades fuera de casa.
Son perros muy inteligentes, aprenden rápido. Solo hay que tener paciencia y darles afecto, junto a la disciplina.