Una enfermedad que requiere atención es el hipertiroidismo en perros. Esto se debe a que desencadena muchas situaciones dañinas para los perros. Además, cuanto más pronto se ponga en tratamiento, mejor.
La buena noticia es que no es una enfermedad de alta incidencia, de modo que ocurre en pocos perros. Aun así, es necesario tener toda la información sobre esta enfermedad y los indicios para cómo saber si un perro se siente mal.
¿Qué es el hipertiroidismo en perros?
La tiroides es una glándula que forma parte del sistema endocrino. Está ubicada hacia la parte frontal del cuello, es pequeña y tiene una forma similar a una mariposa. Su función es la producción, regulación y suministro de diferentes hormonas que controlan varios procesos esenciales del organismo. Por ello cualquier alteración en ella repercute en órganos, tejidos y procesos bioquímicos.
El hipertiroidismo es una enfermedad caracterizada por una segregación de hormonas por encima de lo que necesita el cuerpo causando una ruptura de la dinámica química.
¿Qué hormonas dependen de la tiroides y sus funciones?
Las hormonas tienen la tarea de llevar diferentes indicaciones químicas para que en los órganos y tejidos se realicen determinados procesos. Estos toman un tiempo prolongado en ocurrir como parte de la misma acción hormonal.
Las hormonas de la tiroides inciden en diversos tejidos para que se produzcan proteínas y también aumenta el volumen de oxígeno al interior de las células. Procesos como el ritmo de uso de las calorías, salud de la piel, crecimiento, generación de calor, ritmo cardiaco, digestión, fertilidad están relacionados con estas hormonas.
¿A qué se debe el hipertiroidismo en perros?
Los problemas en la tiroides están vinculadas a la formación de una masa tumoral que crece de manera anormal en parte de la estructura de esta glándula. Este abultamiento puede ser lo suficientemente grande como para sentirse al palpar la zona de la tráquea por encima de la piel.
Estas formaciones o nódulos pueden ser benignos, aunque la tendencia es que sean cancerígenos. Las células enfermas se pueden crear en otras partes del cuerpo y dañar tejidos y órganos. Es lo que se conoce como metástasis.
Las revisiones regulares en la veterinaria son importantes ya que pueden ayudar a detectar este tipo de problemas que sean más graves. Para atender esta situación se puede hacer una cirugía para extirparlo, si cumple las condiciones que considere el especialista.
¿Cuáles son los síntomas del hipertiroidismo en perros?
Aunque en principio no son visibles los cambios que genera el hipertiroidismo en perros, en poco tiempo se empiezan a notar los efectos de este problema. Entre los signos que muestran los perros hay que mencionar un aumento de las ganas de tomar agua. Vacía mucho más rápido el bebedero, y al llenarlo nuevamente quiere beber. Esto tiene una consecuencia natural al aumentar la frecuencia de las micciones. El apetito tabinario se dispara, come en más cantidades, en muchas ocasiones con desesperación, ya que no siente la sensación de llenura. Los canes al rebasar su capacidad de alimentarse, regurgitan la comida.
Puede parecer contradictorio, pero a pesar de que comen más, su peso disminuye. El hipertiroidismo en perros causa que se vuelvan inquietos, no hiperactivos, sino que nunca logran estar calmados. Además, se les hace difícil concretarse en algo. En muchos casos, afecta la conexión nerviosa con uno o ambos ojos y afectar la pupila, los párpados, incluso un lado de la cara.
El sistema digestivo también se resiente de estos problemas por lo que puede ocurrir que, además de regurgitar, sufran diarreas que pueden ser severas. El funcionamiento del corazón también se ve afectado.
La tiroides rodea la tráquea, pero no es detectable o palpable a simple vista. En esta condición se puede sentir un bulto al tocar la zona. Esta inflamación puede llegar a ser de varios centímetros de acuerdo a las muestras después de ser extraído del cuerpo.
¿Se puede curar el hipertiroidismo en perros?
Revertir los efectos y la condición de la glándula en el hipertiroidismo en perros depende de cada perro en particular. Como se dijo al principio, una detección temprana mejora las probabilidades de preservar la vida del perro. Por otra parte, cada organismo y en cada raza, reaccionan de manera diferente. De modo que pueden unos resistir mejor que otros este trastorno de su salud.
En la primera línea de acción es usual que el veterinario opte por una cirugía. Esta consiste en extraer el segmento dañino, es decir donde se concentra el crecimiento del tumor. La operación no es sencilla ya que es una glándula en la que se cruzan muchos vasos sanguíneos de mucha irrigación por lo que puede haber sangrado importante.
La terapia con medicamentos también es una opción de acuerdo a las condiciones en que se encuentre la enfermedad. Se usa la radioterapia para intentar reducir la masa anormal, luego hacer la cirugía o evaluar si este tratamiento soluciona o limita el problema. De ser necesario también se considera la quimioterapia.
En casos de hipertiroidismo en perros en los que no resulta posible salvar nada de la glándula, entonces se implementa una medicación de por vida. Básicamente se trata de suministrar las hormonas que necesita el organismo para que pueda cumplir sus procesos. Esta alternativa implica también una vigilancia periódica, ya que se debe evaluar que todo funcione bien con estas sustancias químicas sustitutivas.
Las posibles vías de curación están bajo la condición de otro elemento ya mencionado, la metástasis, en caso de que no sea un tumor benigno. Si las células enfermas han viajado a varios órganos o tejidos, es más difícil revertir el problema. Al final es el veterinario, con todos los exámenes y estudios necesarios, quien podrá determinar lo mejor en cada caso de hipertiroidismo en perros. Siempre hay que considerar el bienestar del perro, esto implica evitarle dolor o sufrimiento innecesario.
El afecto es parte del proceso de curación, darle el cariño que necesita, además de los cuidados veterinarios, ya que así logramos que se sienta acompañado. Esto ayuda a evitar que se sienta demasiado ansioso, temeroso o algo similar.