El galgo inglés es una raza de perros que tiene su origen en épocas prehistóricas, se trata de un perro con grandes cualidades físicas y de comportamiento, que ha acompañado al hombre en diferentes etapas, cumpliendo distintas funciones.
En épocas medievales esta raza de perros estaba reservada para la nobleza, es decir, las personas comunes y corrientes no tenían permitido poseer ejemplares. Eso denota lo importante que era considerada esta raza.
El galgo inglés tiene un gran instinto de caza, debido a su tamaño puede dominar razas menores y en estado salvaje suele cazar para sobrevivir. Tiene excelente vista, es ágil, activo e inteligente.
En este post vamos a exponer las características de esta hermosa raza, su comportamiento, cuidados, curiosidades y muchas cosas más, si quieres saberlo todo acerca de estos perros, sigue leyendo.
El galgo inglés es un perro delgado, estilizado y con la figura perfecta para correr. Es un perro grande, los machos pueden llegar a medir unos 70 cm y las hembras un poco menos de unos 65 cm. El peso puede oscilar en 22 kg.
Proporcionalmente, la cabeza luce pequeña, el cuello es alargado y se ensancha al llegar al tronco. El hocico es delgado, de frente, el galgo inglés luce como una punta. El vientre es recogido y el pecho profundo, las patas son largas, lo que lo hace un perro alto.
El pelaje es corto, pegado al cuerpo, puede encontrarse en una gran cantidad de tonos y patrones.
El galgo inglés es un perro grande, los machos son más grandes que las hembras, unos 5 o 6 cm de diferencia en altura y unos 6 o 7 kg de peso.
En los machos se pueden conseguir ejemplares que miden a la cruz desde 66 cm hasta 70 cm, como máximo. Las hembras pueden medir unos 61 cm hasta 67 cm.
El pelaje del galgo inglés es muy corto, pero requiere cuidados para que no se caiga en exceso. Una cepillada semanal es suficiente para retirar el pelo muerto y mantener el pelaje sano y brillante.
En cuanto a los colores, el galgo inglés puede ser de muchos tonos: blanco, negro, azul, marrón, combinaciones de tonos o en patrones, por ejemplo, el atigrado.
Una de las cualidades más apreciadas del galgo inglés es su temperamento sosegado, tranquilo y calmado. El galgo inglés es muy manso y si se siente amenazado, se retira, casi nunca se enfrenta a nadie, ni a personas u otros animales.
El galgo inglés es muy inteligente y obedece con tranquilidad las órdenes, para entrenarlo hay que ser firme, pero sin agredirlo. Es mucho más efectivo premiarlo con mimos por sus aciertos y nunca gritarle, ya que es muy sensible.
Con los niños es muy paciente, para nada agresivo ni peligroso, sin embargo, no es muy aconsejable que sea la mascota de un niño, esto se debe a la alta sensibilidad que tiene esta raza. Pero si se trata de unos niños que sepan tratarlo bien y respetar sus espacios, entonces podría funcionar.
Con los extraños el galgo inglés puede ser tímido y llega a esconderse. Para evitar esto, lo mejor es iniciar la socialización cuando tenga 8 semanas de edad, acostumbrarlo desde pequeño a los extraños y a otros animales es la mejor manera de que sea más abierto.
El galgo inglés es un perro con buena salud, son fuertes y resistentes, con una esperanza de vida de unos 12 años. Sin embargo, en algunas oportunidades pueden sufrir de algunas patologías o dolencias:
El galgo inglés es un perro muy fácil de cuidar, es muy obediente, tranquilo y cariñoso, para tenerlo en perfectas condiciones, hay muchas cosas que se pueden hacer:
El galgo inglés es un perro activo así que necesita muchas calorías, es necesario que se le ofrezcan nutrientes de alto valor para que pueda realizar todas sus funciones biológicas.
La alimentación puede ser hecha en casa, para eso se le puede cocinar carne de res picada con arroz y algunas verduras como zanahoria, brócoli, calabacín y otras similares. También funciona muy bien el pollo.
Si se quiere alimentar con pienso comercial, hay que elegir opciones que sean altas en nutrientes y complementar con vitaminas y minerales esenciales.
Lo más importante de la alimentación del galgo inglés es que se divida en varias raciones, de preferencia 4, pero por lo menos 2, de manera que esté bien alimentado, pero que su sistema digestivo funcione correctamente.
El galgo inglés es un perro de pelaje corto, muy pegado al cuerpo, por lo que no necesita demasiados baños. Se puede asear con un paño húmedo, pasado por el cuerpo, para retirar el polvo o suciedades que se le puedan adherir. Si se quiere darle un baño, se debe cuidar muy bien la temperatura, que esté a 38°C para que no se enfríe demasiado.
Los ojos deben limpiarse diariamente, con una toalla húmeda desechable especial para ello.
Las orejas y las uñas se deben revisar semanalmente. En el caso de las orejas, se deben limpiar con una gasa y solución fisiológica. Las uñas deben recortarse, de manera que no peguen al suelo cuando camine.
El cepillado del pelaje debe hacerse semanalmente, de esta manera se le retira los pelos sueltos. Para ello se usa un cepillo suave especial para galgos.
El galgo inglés es un perro muy delgado, su porcentaje de grasa corporal es más bien bajo, esto tiene como consecuencia que no tienen una buena protección contra el frío.
En los meses de invierno e incluso en otoño hay que abrigar al galgo inglés, es conveniente ponerle ropa especial que lo abrigue incluso dentro de la casa. Al salir al exterior hay que tener un especial cuidado con las patas, existe en el mercado botas especiales para eso.
Al adoptar un galgo inglés, las personas suelen hacerse amantes de la raza, ya que son muy cariñosos e inteligentes, es común que se adopten varios galgos, uno detrás de otros.
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