Durante los paseos con tu perro puedes tener la experiencia de encontrar la oruga procesionaria del pino. Debes estar atento especialmente durante ciertos meses del año.
La oruga procesionaria es muy peligrosa para nuestro perro ya que puede sufrir graves inflamaciones e incluso asfixiarse debido a la inflamación.
Te contamos de las características de la oruga procesionaria del pino, forma de vida y cómo prevenir el contacto con ellas ¡Entérate en este post!
¿Qué es la oruga procesionaria?
Es una oruga de 4 cm de largo y es muy peluda. Su nombre científico es Thaumetopoea pityocampa. Es un lepidóptero defoliador y son considerados como un tipo de plaga. Se desplaza en grupo pero en fila india y por eso su nombre de procesionaria.
Sus pelos blancos son dardos muy tóxicos para personas y animales. Cada oruga tiene 500.000 pelos altamente urticantes que contienen la toxina Thaumatopina. Cuando se sienten amenazadas los desprenden manteniendo esa toxina activa hasta por un año. Los pelos blancos de la oruga procesionaria son armas de agresión a mascotas y personas que se clavan en la piel siendo un peligro para niños y mascotas.
Al contacto con la piel producen reacciones cutáneas, en algunos casos lesiones en los ojos y en la piel. Su alcance es tal que puede afectar los bronquios y producir anafilaxia. De hecho, en casos severos puede generar necrosis en la lengua del perro.
El viento puede transportar el pelo de la oruga procesionaria del pino y causar las lesiones mencionadas ya que ese pelo puede viajar hasta 200 metros.
La oruga procesionaria puede producir gran inflamación en la garganta del perro. La angustia puede surgir ante situaciones como que mi perro hace ruido como si no pudiera respirar. Ante ello debes asegurarte de su salud visitando al veterinario.
¿Cuál es el ciclo de vida de la oruga procesionaria?
La mariposa de la oruga procesionaria pone los huevos en el pino durante el verano, tanto en abetos como en cedros. Posteriormente, los huevos eclosionan y las pequeñas orugas se mantienen en el árbol dentro de una bolsa protectora de aspecto de bola de algodón. Todos los meses fríos las orugas vivirán en esa bolsa protectora llamada bolsón.
Se alimentan de las hojas de los árboles que habitan y pueden llegar a dañar ese árbol seriamente. Su descenso del árbol se produce en los meses de febrero y marzo. Según el clima puede tener variaciones su descenso, es decir, comenzar en enero y llegar hasta abril.
La oruga procesionaria del pino suele verse en zonas mediterráneas, pero no te confíes ya que puedes verlas en otras zonas de España. Se dirigen a una zona para enterrarse y después convertirse en crisálidas y, finalmente, en mariposas. Ese momento del descenso es el momento peligroso para los perros porque se aventuran a curiosear en el suelo.
Reacciones del contacto de la oruga procesionaria en los perros
Picazón en la piel de tu perro: Si los pelillos de la oruga entran en contacto con tu perro, se notarán los picores, urticarias o percibirán sensación de quemazón. Le produce una dermatitis urticante con características tóxico irritativas.
- Hipersalivación: Si la toca u olfatea babeará y se rascará en la zona de la boca.
- Lengua roja, amoratada o negra: Si la chupa, puede necrosarse la lengua. El color de la lengua se tornará morado rojizo y puede perder pedazos de ella.
- Inflamación y dificultad para respirar y tragar: Si el perro se traga el veneno puede ocasionar necrosis de garganta. Lamentablemente, en ese caso puede llegar a morir.
- Inflamación de los párpados: Al ser transportados por el aire pueden llegar a la zona ocular del perro. Allí pueden producir blefaritis o inflamación de los párpados o úlceras corneales.
- Comportamiento inquieto y nervioso: Se sacude la cabeza y el cuerpo.
- Manifiesta dolor y tiene inflamada cierta zona de su cuerpo: El llanto en los perros y la inflamación de ciertas zonas puede indicar su contacto con la oruga procesionaria.
- Vómitos: Si el perro logró comer orugas procesionarias puede tener una crisis de vómitos.
- Reacciones alérgicas en las vías respiratorias: La inhalación de los pelos de la oruga procesionaria puede producir alergias, estornudos e inflamación.
- Fiebre y fatiga: Pueden aparecer por contacto con las orugas procesionaria.
- Medidas de prevención del contacto del perro con la oruga procesionaria
Se deben evitar los paseos en zonas con pinos en los meses de primavera y verano. Si no puedes evitar las zonas de pino en los paseos, debes llevar al perro con correa. Así podrás controlar su búsqueda y evitar las procesiones de orugas. También se deben evitar el follaje y caminar con la mascota por zonas limpias. Cuando veas una fila de orugas procesionarias no te acerques. Es normal tener la tendencia a aplastarlas pero eso es terrible porque liberan los pelos, que pueden llegar hasta tu cuerpo o la mascota.
¿Qué hacer si a mi perro le pica una oruga procesionaria?
- Mantén la calma. Debes mantener la calma para brindar los primeros auxilios a tu perro.
- Elimina los pelos de la oruga de su cuerpo. Protege tus manos con guantes y tu cara con mascarilla. Los pelos se desplazan por el aire y pueden tocarte. Elimina todos los pelos visibles con una pinza.
- Lava al perro con agua caliente. El agua debe ser caliente porque esa temperatura desnaturaliza las enzimas proteolíticas de los pelos. No se debe frotar la piel del can durante el lavado ya que esta acción de frotar libera la toxina de los pelos sobre la piel. Si el perro tiene pelos de oruga procesionaria en su pelaje debes bañarlo completo.
- Evita que el perro se lama. La mascota tratará de lamer la zona de contacto y ello te indicará donde lavarás. No dejes que el can se lama alli porque puede llevar pelos urticantes a su garganta y estómago.
- Evita que el perro se rasque en las zonas afectadas. Eso puede aumentar el picor.
- Lleva el can al veterinario con prontitud. El especialista indicará el tratamiento adecuado.
Es prudente mantenerse alerta durante los paseos de nuestra mascota. Su curiosidad es motivo de reacciones ante el entorno.Atentos a lo que está en el suelo podemos protegerlo de amenazas.