Hablar de lupus en perros es algo que pone en alerta a todos quienes tienen peludos en casa. Los efectos de esta enfermedad varían en el grado que afecta al perro, dependiendo del desarrollo de los síntomas.
Hay razas que tienen mayor predisposición a sufrir de lupus. Por ejemplo, los Beagle, Setter Irlandés, Pastor Alemán, Caniche, Collie son algunas de las razas de perros que suelen sufrir de esta enfermedad.
Tal y como ocurre con buena parte de las afecciones, mientras más pronto se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados.
Son varios los factores que causan el lupus, pero para saber más de esta enfermedad, sus efectos y más, tienes aquí toda la información valiosa.
¿Qué es el lupus en perros?
Los perros, al igual que los seres humanos, tienen un sistema inmunológico, es decir, un grupo de células, tejidos y órganos que defienden al cuerpo de diferentes enfermedades. Por lo general, este se fortalece a partir de la lactancia, por eso es un proceso tan necesario.
El lupus hace que estas defensas atacan a células, tejidos u órganos del perro como si fuesen amenazas o elementos extraños. En este proceso ocurre una acumulación de elementos químicos que se depositan en tejidos, órganos o en la piel.
Al aumentar la magnitud de estos elementos, empiezan a fallar las estructuras donde se van aglomerando. El impacto que produce varía de acuerdo a la zona anatómica donde se produce la afección.
El lupus, en general, tiene dos variaciones en perros: puede concentrarse solo en la piel o afectar otros órganos. La forma más grave es la que impacta diferentes órganos, ya que las lesiones son más severas y van minando la funcionalidad en varios órganos a la vez.
Una o varias de las siguientes estructuras son las que pueden resultar lesionadas por el lupus en perros: corazón, articulaciones, piel y riñones, entre otros.
¿Qué causa el lupus en perros?
Hasta ahora no se conoce una causa única que lleve al sistema inmunitario a atacar al propio organismo. Lo que se conoce de acuerdo a las investigaciones es que hay elementos que favorecen su aparición.
Las radiaciones solares, elementos ambientales y algunas vacunas, así como una predisposición genética forman parte de los desencadenantes del lupus en perros.
Algunos estudios están trabajando sobre la incidencia o relación de algunos alimentos con el lupus en perros. Por ahora no hay una verificación definitiva sobre este tema.
Síntomas del lupus en perros
La forma de esta enfermedad que ataca solo la epidermis se conoce como lupus eritematoso discoide. Empieza, por lo general, con lesiones en la cara, en especial en la nariz, aunque también puede afectar las orejas, labios y al contorno de los ojos. De modo menos habitual se manifiesta en la zona inguinal o las almohadillas.
En la zona dónde empieza a aparecer puede tornarse rojiza. Además, se nota la pérdida de su coloración natural, como si perdiera pigmentación. Estos cambios dan paso a pequeñas lesiones que se abren y luego cicatrizan. El lupus en perros hace que sientan molestia, dolor, ardor, lo que lleva a una disminución de su actividad.
Una de las características de la enfermedad es que, al estar al sol el perro, las reacciones se hacen más severas. Siente una necesidad fuerte de rascarse de forma continua y con desesperación. Al parecer hay una fuerte inclinación genética para que aparezca en determinadas razas: huskies, bracos alemanes collies, shetland sheepdogs, pastores alemanes y brittany spaniels, entre otros.
Existen varios medicamentos que ayudan a mejorar el lupus en perros. El tratamiento es acorde a la gravedad del caso, y como medida de precaución siempre se sugiere mantenerlos muy poco o nada expuestos al sol.
La otra forma de esta enfermedad es el lupus eritematoso sistémico. Es una enfermedad más grave al ser multisistémica, es decir que perjudica varios órganos y tejidos al mismo tiempo.
Al resultar implicados diferentes órganos se dificulta el diagnóstico, ya que la enfermedad no se manifiesta de una forma única, sino que depende de cómo reaccionan las áreas enfermas. Lograr determinar con seguridad esta afección depende de exámenes de sangre, orina y otros más específicos que evalúen los anticuerpos del organismo.
Las primeras señales pueden mostrar una modificación en su modo de caminar, una cojera no muy severa. También experimenta dolores en una o varias articulaciones, problemas estomacales, fiebre intermitente, problemas en los riñones. Otro síntoma del lupus en perros es la manera en que padecen fiebre. Por lo general, ceden solas o con algún medicamento adecuado, sin embargo, pasado unos días vuelve a presentarse.
La recurrencia de las temperaturas altas afectan de un modo claro al perro. Por ejemplo, deja de jugar, emite quejidos de diferente intensidad y prefiere estar en un rincón sin ser molestado. Todas estas sensaciones van afectando el bienestar general del peludo. Estas son señales de que el deterioro de la salud va subiendo. También afecta la piel, pero lo hace de un modo más agresivo. Se forman heridas más graves, de mayor tamaño, no cicatrizan bien y en ocasiones puede ocasionar la pérdida de parte de la zona.
Son claras las huellas que el lupus en perros deja en la piel. Ocurre la pérdida notoria de pelo. Áreas como las extremidades, los pies, las uñas y la nariz son las más afectadas.
Para esta forma de la enfermedad, dependiendo de su gravedad, es necesario un tratamiento más constante. De modo general se usarán medicamentos que limiten el trabajo del sistema inmune. En cada caso se determinará si el tratamiento es por tiempo limitado o de por vida. El especialista tiene el desafío de calcular la cantidad del tratamiento. Si es muy fuerte, aumenta el riesgo de que el perro desarrolle otras enfermedades por falta de defensas. Es un reto encontrar un equilibrio de salud y una buena vida.
También en esta variedad, aplica la recomendación de no dejar el perro pase tiempo al sol ya que las radiaciones agravan las lesiones y, en general, todos los síntomas. Pueden aumentar los riesgos de esta afección.
¿Es contagioso el lupus en perros?
Una inquietud de muchas personas es si el lupus en perros puede ser contagioso. Es una duda razonable considerando las visibles y, en algunos casos, severas lesiones en la piel. La enfermedad no representa ningún peligro para otros perros, ni otros animales en casa, ni tampoco los humanos. Se trata de un fallo en el funcionamiento y reconocimiento del sistema inmune de las células propias del cuerpo. De modo que no puede transferirse como en problemas virales, bacterianas, etc. Por lo tanto, no es necesario poner al perro en aislamiento o separarlo de sus afectos. Esta sería una medida dañina ya que el perro se sentiría triste dificultando su recuperación.
La capacidad del lupus en perros de afectar la vida de tu can y de toda la familia en casa es una de las razones por las que se debe tener visitas regulares al veterinario. Detectar la afección en las primeras etapas es clave para que la recuperación sea más segura y rápida, además se evitan muchos malestares innecesarios a tu compañero peludo.