Pasar tiempo corriendo, jugando o de excursión con tu peludo es la mejor manera de disfrutar con ellos. Sin embargo, hay momentos en que mucha actividad puede acalorar a los perros, por lo que hay que saber cómo refrescar a un perro.

Se puede creer que este riesgo existe solo en las épocas de altas temperaturas, como el verano. Lo cierto es que puede ocurrir en cualquier momento, tanto por el esfuerzo del peludo como por otras condiciones.

De modo que en cualquier momento puede necesitar tu ayuda, y debes saber qué hacer, descúbrelo aquí.

Recomendaciones para defender a tu perro del verano

Darle la mejor protección a tu perro requiere actuar, antes de que se sienta deshidratado o detectar los primeros cambios que lo indiquen.

Hidratación

La medida primordial para que el calor o la intensidad de la actividad no afecte a los perros es darle agua. Por ello es necesario planificar cada salida o actividad en la que incluya a tu perro, para llevar una suficiente cantidad de agua.

Del mismo modo, es necesario saber si los sitios a los que lleves a tu compañero tienen fuentes de agua, bebedores o condiciones similares en los que pueda beber sin problemas ni peligros.

En casa, si hay ambientes muy amplios, patios o accesos al aire libre, es aconsejable colocar más de un bebedero. De esta manera siempre tendrán agua a mano.

Es importante en toda circunstancia cambiar el agua a diario. Es importante que puedan tomar agua fresca, así se evitarán problemas digestivos.

Durante los días de mucho calor, con temperaturas extremas, no dudes en poner hielo en el bebedero, así tomarán agua en temperatura fría. De hecho, puedes poner hielo en varios envases en los que puedan entrar completos. Una especie de camas, o donde se puedan recostar, de hielo.

A menos que sean perros muy pequeños, no hay que temer que pueda hacerles daño el hielo, por el riesgo de que lo traguen o lo mastiquen. Es una medida que puede parecer exagerada, pero hay que pensar en todas las alternativas ante el calor abrazador que parece ser mayor cada año.

Exposiciones al sol

Los perros disfrutan mucho estando en espacios abiertos, correr, jugar y no se detendrán hasta estar exhaustos. Eso incluye pasar muchas horas al sol, lo que implica de manera natural que se incremente su temperatura corporal, que de hecho es más alta que la humana.

No se trata de dejarlo al interior de casa siempre, pero sí de protegerlo en las horas de mayor incidencia solar. En las salidas, asegurarse que hay algún lugar con sombra para que tu perro se pueda refrescar.

Humedécelo

En esos días de mucho sol, o cuando el perro ha estado haciendo mucho ejercicio o acompañándote a la montaña o en largos paseos no hay nada mejor que mojarlo.

De preferencia, primero hay que dejarlo descansar un poco, si se puede poner bajo la sombra, mucho mejor. Entonces moja su lomo, sus cuartos traseros y si puedes, moja también los pies. Al mojar la cabeza hay que tener cuidado de que no entre agua en los oídos, porque puede provocarle lesiones o crear condiciones para infecciones.

Otra manera en la que poder remojarlos es tener un recipiente donde se puedan meter por completo, ya sea piscinas hinchables o cualquier otra que sirva para este fin. De este modo, los perros, sin importar la intensidad de la actividad o el calor, podrán darse un baño en el momento que lo deseen. Son muchas las ventajas de usar esta opción, ya que el mismo perro se refrescará en el momento que lo necesite. En caso de que sean piscinas hondas es necesario estar pendiente de los perros, ya que no todos saben nadar instintivamente.

Una alternativa que también funciona muy bien es disponer de aspersores en el jardín. No tienen que estar encendidos todo el día, pero si cada cierto tiempo para que se puedan acercar a las tomas y refrescarse la piel.

Qué hacer para mantener fresco a tu perro

En las épocas de mayor temperatura, los perros buscan como mantenerse frescos a todas horas. En particular durante el descanso y para dormir tratan de estar a una temperatura que les resulte cómoda. Es por ello que, aunque tengan una cama para dormir, prefieran tenderse en el piso frío.

Por una parte, puedes dejar que duerman allí, aunque hay que considerar si este se vuelve muy frío en la noche, puede resultar contraproducente. La otra opción es hacer cambios para que la cama resulte fresca.

Si habitualmente hay alguna manta, es mejor retirarla y usar camas más elevadas o colocarla más cerca de los lugares más frescos. Por ejemplo, de una ventana, el ventilador o si es el caso del aire acondicionado.

Una alternativa es mojar o humedecer una sábana, trapo o cualquier tela que pueda rodear el exterior de la cama. Eso hará que esta sea más fresca durante la noche, y podrá descansar sin que lo afecte el calor.

Las camas pueden ser hechas de diferentes materiales, en verano podrías disponer de alguna que sea hecha en algodón o telas muy porosas que permita el paso del aire.

Los canes con mantos muy gruesos, largos o que tienen doble pelaje suelen llevar peor el calor. La solución es cortarles el pelo un poco más durante la época de calor. No tiene que ser al ras, ni se recomienda hacerlo, pero si más bajo de lo usual y más a menudo.

Muchas razas necesitan ayuda para eliminar el pelo muerto ya que, dee lo contario, este se acumula, se enreda en el manto vivo y pueden hacerse nudos. Cepillarlos a menudo ayuda a prevenir estos problemas. Además, eliminar el pelo que pierde, es quitarle de encima algo que estorba el paso del aire.

Alimento húmedo

Si no hay ninguna contraindicación de parte del veterinario, usa alimento húmedo para perros. Esto le va a suministrar una cantidad extra de agua, que su organismo va a sentarle muy bien.

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