Mucho se ha dicho de que las causas de la conducta de un perro agresivo, como los perros bull, el dogo argentino o el fila brasileño  se relacionan con el entrenamiento y la educación. En efecto, muchas veces se enseña de modo inadecuado, pero también hay otros factores que debes conocer.

Los riesgos son altos al convivir con un perro agresivo, tanto para quienes están en casa, como visitantes, vecinos, etc. Además, con niños pequeños o adultos mayores es más grande el peligro.

La visión sobre cómo tratar estas situaciones ha cambiado. Ya no se trata de castigar o domar al canino, sino de buscar estímulos adecuados. 

Prevención para evitar perros agresivos

Los factores que llevan a un perro a ser agresivo son variados. Sin embargo, hay que mencionar la mala estimulación desde cachorrosEs común que muchas personas, pensando que están jugando, impulsan las mordidas o saltar sobre las personas, entre otras conductas negativas. Así aprende esto como aceptable. Además, es parte de su conducta usar su boca para distintas maneras de entrar en contacto con el mundo.

Algunos perros son agresivos solo con otros perros machos. Esto ocurre cuando perciben competencia por acceso a hembras o los perros que son muy territoriales. De este modo, su instinto será atacar si percibe que está siendo desplazado.

El miedo es una emoción que suele estar detrás de muchas agresiones. Está relacionada con perder algo, ya sea algún objeto preciado como el comedero o por la presencia de extraños. También hay objetos que inciden en su miedo o sonidos, y su reacción es la agresividad. El miedo también proviene de haber sido maltratados o de estar enfermos. Ambas condiciones resultan en la misma conducta: defenderse, aunque no estén en peligro en ese momento. Ya están predispuestos por lo que han vivido.

La falta de contacto desde cachorro con perros, animales y humanos también hace agresivos a algunos perros. Ya que perciben que deben defender su casa, la familia o a sí mismos de extraños.

¿Qué hacer si tu perro se vuelve agresivo?

Es necesario proteger a las personas en el hogar, otros animales, así como cualquier otra persona del entorno que pueda ser agredida. Si ya has detectado que en ciertos momentos tu perro se altera, debes tomar precauciones. Por ejemplo, al llevarlo de paseo es necesario que le coloques un bozal. Las mordidas, incluso de perros pequeños, pueden resultar graves.

Evita situaciones de estrés, ya sea sonidos o cualquier otro elemento que tenga el mismo efecto. No provoques que se incomode. Por ejemplo, si se incomoda porque toquen su bebedero o un juguete, evita hacerlo para provocarlo.

Todas estas medidas son provisionales, porque lo importante es que tomes acciones para cambiar su conducta. En algunos casos es necesario acudir a profesionales para lograrlo.

¿Cómo mejorar la conducta de un perro agresivo?

Todo inicia desde que son cachorros y el modo en qué son educados. Es natural que algunos de sus juegos sean toscos y quiera morder. Desde el principio hay que corregir esa conducta, decirle no o alguna palabra que se quiera usar para decirle que no debe hacer algo. Debe ser dicha con firmeza, de manera inmediata y parar el juego. El cachorro sentirá el cambio. No lo aprenderá en la primera oportunidad, pero si con la repetición.

Hay que llevarlos a parques, playas y sitios donde pueda interactuar con diversidad de personas y animales. Así no crecerá con miedo y aprenderá a socializar. Es probable que lo haga más adelante y siempre la reacción debe ser la misma.

En perros más grandes es más complicado resolver la situación, entre otras causas porque las reacciones ya están más asentadas en su memoria. También si son perros de mordida fuerte, las consecuencias pueden ser más severas. Si el perro reacciona como protección ante la comida, el comedero o un objeto, una alternativa es darle una recompensa por permitir acercarse y tocarlo. Esto debe ser hecho con mucho cuidado, cuando el animal está en calma.

Es muy importante que tu perro confíe plenamente en tí, que no te tema ni se inquiete. De allí que cualquier acción que tomes debe ser muy respetuosa. Una vez que te permita acercarte e incluso tocar, prémialo si percibes que está sumiso. Si cambia de actitud toma distancia y no le des afecto en ese momento.

En la agresividad ante otros perros se necesita paciencia y constancia. La recomendación es hacer un trabajo gradual, llevarlo con la correa hasta cierta distancia de otro perro o premiarlo mientras no responda con agresividad.

No todos los perros se volverán sociables y juguetones, pero sí es muy factible que se controlen y no reaccionen ante otro peludo. Hay que reforzar estas conductas, no basta que ocurra una vez.

Recomendaciones para el bienestar de tu perro

A muchos perros les ocurre que se alteran porque no tienen dosis adecuadas de actividad física. Así, se vuelven inestables y de ahí que se dispare una reacción negativa con más facilidad. De modo que pasearlos, hacer que corran y se diviertan les da tranquilidad, disipa su energía y mejoran su conexión contigo.

Los gritos, castigos y golpes no generan nada positivo en los perros. Si hay que regañarlos debe ser en el momento que hacen algo inadecuado. Así entenderán porque los reprendes.

Debes saber que hay casos de agresividad que necesitarán la intervención de un profesional de la conducta. Ya que no siempre van a reaccionar con los estímulos, además que será de ayuda para diagnosticar las causas de la conducta del can.

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