Es muy común que tu mascota rechace desde el principio la colocación de ese incómodo collar isabelino de perro o gato, que sirve para que no se muerda o lama alguna herida o cicatriz tras una intervención quirúrgica.

Aunque es necesario, existen algunas alternativas pero, en caso de que no tengas otra opción, te vamos a ayudar a colocárselo sin problemas.

Cómo colocar un collar isabelino de perro

Para empezar, debes entender que para tu mascota este elemento, también conocido como “cono de la vergüenza”, es algo antinatural, que le dificultará en tareas tan cotidianas como el cuidado de su cuerpo.

Cuando se lleva puesto un collar isabelino de perro, es complicado comer o jugar, de ahí que muestren una actitud nerviosa. Aquí tienes algunos consejos esenciales para que tu mascota sufra lo menos posible la imposición de esta estructura:

  • Busca el mejor collar isabelino de perro teniendo en cuenta sus características: un error muy común es adquirir un collar que no cuenta con el material o tamaño apropiado para el animal, por lo que deberás procurar que se logre de forma que no quede holgado y sí perfectamente ajustado.
  • Acompáñale en el momento de la colocación: si estás junto a él cuando le coloquen el collar, supondrá un menor trauma para él, ya sea en la clínica o en casa, siendo este el mejor lugar al estar en un ambiente de confianza.
  • Facilita su movimiento: puedes ayudarle al principio a caminar por los espacios de la casa para que se acostumbre, eliminando también toda barrera que pueda impedirle moverse con normalidad.

  • Prémiale si no trata de quitarse o morder el collar isabelino de perro: si ves que intenta quitárselo, una situación común al principio de su convivencia con este elemento, tienes que hacerle entender que no lo debe hacer, premiándole con algún snack cuando veas que lo entiende.
  • El comedero y bebedero, más altos: tienes que elevar la posición de estos recipientes para que tu mascota alcance a ellos con más facilidad ante la coyuntura del collar isabelino de perro.
  • No le toques repentinamente por detrás o el costado: ten en cuenta que, con el collar, se le anula la visión periférica y podría reaccionar atacando; si quieres acariciarle, debes empezar por la cara para que te vea.

Alternativas al collar

Existe una serie de alternativas al collar isabelino que cumplen las mismas funciones que este y pueden ser menos incómodas:

  • Camiseta: anudar una prenda a la cintura del animal puede cubrir aquellas heridas situadas en el abdomen o el lomo. Si la zona que no debe tocarse está en las extremidades posteriores, solo tendrás que ponerle la camiseta al revés (el rabo por el cuello de la camiseta).
  • Calcetines: esta es la solución más apropiada para las heridas de las patas, siempre y cuando cortes la puntera para que tu mascota apoye las patas.
  • Collar isabelino hinchable: el perro ganaría en comodidad pero es menos efectivo en la finalidad de evitar la manipulación de heridas del animal.

Estos son los mejores consejos y alternativas para el momento tan incómodo pero necesario tanto para dueño como para la propia mascota de colocarle un collar isabelino de perro.

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