El Basset hound es un perro de tipo sabueso que tiene su origen en el siglo XIX en Francia. Según su historia, apareció como resultado de cruces entre perros ingleses y la raza Blood Hound. También se ha sugerido que pudo tener lugar por el nacimiento de perros enanos en camadas de sabuesos franceses, debido a que su nombre, Basset, proviene de la palabra francesa bas, que significa bajo.
Pronto se potenciaron los nacimientos de este tipo de perros por sus características físicas y por sus cualidades como perro de caza, ya que tiene una capacidad casi única para seguir el rastro de una presa.
En poco tiempo, estos animales fueron muy codiciados por la nobleza europea, especialmente en su país de origen, puesto que eran muy superiores al resto de perros de caza de Francia y de otros países. Tuvieron una gran importancia en las cacerías durante mucho tiempo, e incluso se cree que formaron parte de los cruces en otras razas para mejorar sus cualidades en cuanto al rastreo.
Aunque el origen de la raza se encuentra en Francia, tuvo tanta importancia en Gran Bretaña que muchas veces se confunde como su lugar de origen. Y es que, en 1866, se llevaron los primeros ejemplares a Inglaterra, que pronto se convirtieron en jaurías expandidas por todo el país.
Con el tiempo, los perros se alejaron de la caza, pero para entonces ya era una raza tan popular que pasó a ser uno de los animales de compañía mejor valorados. En la actualidad es una raza conocida en todo el mundo y una de las mascotas más populares.
El aspecto del Basset hound es sin duda de lo más llamativo. La forma de su cuerpo, su tamaño, la expresión de su rostro e incluso su forma de moverse hacen que sea una de las razas más adorables que puedan existir. Su cuerpo es alargado y bastante ancho y robusto, aunque destacan mucho más sus patas anormalmente cortas, que sin embargo permiten que haga ejercicio sin ninguna dificultad. Aunque su tamaño es pequeño, se trata de un perro robusto y fuerte, con una resistencia muy notable.
En su cuerpo puede verse una espalda recta y de gran fortaleza, y un pecho profundo y bien proporcionado. Culmina con una cola de inserción media, moderadamente larga, que puede recordar a la de otras razas habituales de caza, y que suele llevar también a media altura y algo curvada.
Llama la atención también su cabeza, puesto que es bastante grande, con un hocico alargado. En su frente pueden verse pliegues y arrugas que le confieren un aspecto muy distintivo, y que hacen que parezca que su expresión es siempre de tristeza, además de por sus ojos grandes y profundos. Esta expresión es la que consigue derretir los corazones de todos los propietarios de la raza, que se completa con sus orejas largas y caídas a ambos lados de la cabeza, que casi llegan a rozar el suelo. El gran tamaño de su nariz da a entender su capacidad de rastreo, y su fuerte mandíbula es señal de que tiene una poderosa mordida a pesar de su tamaño.
El tamaño del Basset hound es pequeño y un poco desproporcionado, pero a la vez simpático y robusto. Apenas llega a medir unos 35 centímetros de altura, pero lo compensa con un peso de entre 35 y 40 kilos, que podría competir con algunas de las razas grandes.
El pelaje del Basset hound es corto, duro y áspero al tacto, aunque llama mucho más la atención su piel floja, suelta y elástica. Es un tipo de manto de una sola capa que no requiere cuidados excesivos, aunque eso no significa que no vaya a mudar el pelo y dejarlo por toda la casa.
En cuanto al colorido, el pelaje de esta raza admite algunas variedades. El único color que no se acepta es el gris, por lo demás, es habitual ver ejemplares con dos o tres colores en su pelaje, siendo generalmente el blanco la base sobre la que aparecen otras tonalidades. Los tonos más habituales, además del blanco, son el negro y el fuego, o marrón de distinto tono. La distribución de las manchas es única para cada ejemplar, y no se define en el estándar el tamaño ni la forma de dichas manchas por todo el cuerpo.
La tranquilidad y la afabilidad son las dos características principales del temperamento del Basset hound, aunque no se debe olvidar que es una raza bastante cabezota y con problemas para obedecer las órdenes. A pesar de la imagen de aspecto triste, lo cierto es que se trata de un animal divertido y juguetón, que siempre tiende a buscar la compañía de su familia. Tolera bien los juegos de los niños y se lleva bien con ellos siempre y cuando lo respeten y no le hagan daño, por eso hay que enseñar a los pequeños cómo jugar correctamente con el animal.
Tras un tiempo de juego divertido, el Basset disfrutará del descanso y de la comida en tranquilidad, lo que significa que a veces puede ser perezoso para salir a hacer ejercicio a la calle. Aunque tiene un fuerte instinto de caza, también puede llevarse bien con otros animales si se socializa correctamente desde cachorro, por eso es conveniente que conozca una gran variedad de animales.
Su educación también es muy importante, porque puede ser terco y reacio a obedecer las normas. Es necesario incidir en un tipo de educación positiva cuanto antes, sin castigos, porque no es un perro que los tolere. Además, el Basset hound es una raza propensa a sufrir ansiedad por la separación, así que no se recomienda para familias que pasen mucho tiempo fuera de casa, porque podría llegar a tener un comportamiento destructivo.
Esta raza puede sufrir algunos problemas de salud que están asociados a su tamaño y a la forma de su cuerpo. Uno de los más frecuentes es el dolor de espalda, que aparece sobre todo cuando el animal tiene que subir escaleras o hacer esfuerzos físicos, por lo que hay que estar atentos a su forma de comportarse. También es muy susceptible a la torsión de estómago, por lo que se debe controlar su alimentación, evitando así el problema de la obesidad.
A nivel de herencia genética, es una raza que puede padecer displasia de cadera de forma habitual, y hernia discal si no se controla el tipo de ejercicio que realiza. Es recomendable evitar que se mantenga sobre sus patas traseras para tratar de controlar estas afecciones.
Sus ojos también están muy expuestos, y puede sufrir conjuntivitis y glaucoma si no se cuidan correctamente y se limpian con frecuencia.
Los cuidados básicos del Basset hound pueden ser similares a los de otras razas, incidiendo siempre en su educación, en el ejercicio y en la alimentación. Se adapta fácilmente a vivir en cualquier lugar siempre que vea colmadas sus necesidades, por lo que es aconsejable tener claras estas necesidades antes de adoptar un cachorro.
En cuanto a su salud, habrá que acudir con frecuencia al veterinario para realizar las revisiones pertinentes y para mantener al día sus vacunas y desparasitaciones. También es importante ofrecerle una alimentación de alta calidad, en la cantidad adecuada, para que no engorde demasiado, ya que es una raza con tendencia al sobrepeso, algo que puede ser fatal para un animal de sus características.
El ejercicio frecuente es la mejor solución para que el Basset hound se mantenga en perfectas condiciones físicas y mentales. Los mejores ejercicios para esta raza son los paseos, y los juegos de todo tipo con otros animales o con juguetes. Hay que procurar evitar los saltos o los deportes de gran intensidad, como el Agility, puesto que pueden ser perjudiciales para el perro por su morfología.
Aunque por su tipo de pelaje no requiere cepillados continuos, sí es bueno cepillarlo de vez en cuando. Además, en cuanto a la higiene, es necesario limpiar con cuidado sus ojos y orejas, y con bastante frecuencia, puesto que son zonas muy sensibles en las que puede llegar a tener infecciones varias. Igualmente, es bueno darles un baño completo cada 6 u 8 semanas, y de esta forma se mantendrá siempre su mejor imagen.
No puede olvidarse tampoco su educación, porque solo con un adiestramiento firme y seguro llegará a ser un perro adulto equilibrado y obediente. Igualmente, requiere una temprana socialización para que sus instintos de caza no se vuelvan incontrolables, ya que a pesar de su tamaño es un perro que tiene mucha fuerza.
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