Caracol bebé | Características y cuidados.
El caracol tal vez no es uno de los animales más conocidos, sin embargo, tiene grandes ventajas como compañía de tus peces en el acuario. Además, tiene la posibilidad de tener crías, lo que, sin duda, es un evento único e inolvidable como parte de la fauna en casa.
Hay mucho por descubrir de estos animales tan particulares, que tienen una forma de motricidad tan poco usual, su cuerpo permanentemente húmedo y sus ojos en las antenas. Podría parecer un ser de otro planeta, pero lo cierto es que posee todas las condiciones para estar en todos, o casi todos, los hábitats del planeta, gracias a las herramientas que la evolución le ha otorgado en los cientos de millones de años que dio origen a la especie.
Si la vida en general de estos increíbles animales no es muy famosa, la vida de las crías de caracol es casi un misterio. Aprende más de todo lo que pasa con las crías de caracol con estas claves que tenemos para ti.
Claves del caracol bebé
Para tener una idea más clara sobre estos animales, hay que saber que no hay un solo tipo de caracol, sino que es una familia muy grande, con muchos tipos de especies. Se estima alrededor de 100 mil especies, aunque algunos especialistas creen que podrían ser más.
Este invertebrado es un molusco gasterópodo, que ha hecho modificaciones biológicas para establecerse en tierra, agua dulce y agua salada. Lo que revela una gran capacidad para ajustarse a los desafíos de supervivencia.
El proceso vital de las crías de caracol empieza, de manera usual, en la primavera. Como en todas las formas de vida, el apareamiento ocurre cuando perciben, los animales, las mejores condiciones para criar.
Después del acoplamiento de los padres, la llegada de las crías ocurre, en la mayoría de las variedades, con la puesta de los huevos y transcurrido un tiempo estos eclosionan y liberan las crías. En unas pocas especies, la hembra, no pone los huevos, sino que los mantiene en su interior. Allí se alimentan, se oxigenan y salen del cascarón dentro de ella, y luego salen al mundo exterior.
Los rangos de tiempo son muy variables, tanto de la gestación como de la eclosión. Se estima que después de la cópula pasan entre los 10 a 60 días para la ovoposición. Una media para la eclosión se ubica en unos 7 a 28 días.
Muchas especies buscan un sitio donde depositar sus huevos, cavan pequeños agujeros, cubren con tierra o arena. Esto se ve tanto en las especies que viven en tierra como los de agua. Pero no todos siguen este patrón, en algunas especies de agua dulce y salada, pueden dejar a la deriva a la camada de huevos.
La liberación de los huevos también es un proceso cuyo tiempo de duración varía de acuerdo a muchos factores. Entre ellos, además de las diferencias de cada grupo, hay que considerar la cantidad de huevos, así como las condiciones de luz, calor, humedad del medio en el que habita. Por estas causas, la oviposición puede ocurrir en un día, algunas horas o incluso varios días.
Los huevos suelen ser muy pequeños, con un peso de menos de 0.050 mg. La cáscara suele tener una cobertura de albúmina y otra compuesta de calcio, esto hace que tengan el aspecto de una capa nacarada.
Características y cuidados del caracol bebé
Una vez que se abren las cáscaras no todas las especies de crías se dispersan o empiezan a mover. Muchas especies permanecen un tiempo en el sitio donde salieron, se alimentan de toda la materia orgánica disponible, incluyendo su propio cascarón. Se puede considerar que este es un periodo de incubación en el que aumentan su alimentación para incrementar sus posibilidades de supervivencia. Aquí aumentan un poco de tamaño, además de mejorar diferentes funciones corporales.
Es una etapa intermedia que los prepara para su existencia en la naturaleza, salir al mundo siendo demasiado pequeños los coloca de primeros en la lista de presas para muchos depredadores.
Una parte esencial de sus requerimientos nutricionales es el calcio. Esto se debe a que deben empezar a formar su fuerte concha, que les es tan indispensable como un órgano más de su cuerpo. Aquello caracoles que no se nutran adecuadamente, tendrán una concha deficiente y los dejará más vulnerables. Por eso, deben alimentarse de su cáscara.
El tiempo que les toma esta fase se puede ubicar entre los 5 a los 12 días. Luego de lo cual escarbarán para ir a los espacios abiertos, ya sea terrestres o acuáticos.
Los pequeños son muy similares a sus padres, la concha que poseen es adecuada a su tamaño, endeble y un poco transparente. A medida que vayan creciendo, con la alimentación y las condiciones naturales adecuadas, la concha tendrá más cámaras, más vueltas a su espiral y se irán desarrollando los patrones de colores.
Otro aspecto fundamental en su cuidado es la piel. Es necesario que este siempre recubierta de una sustancia viscosa y húmeda, llamada mucus, que segrega en un orificio que está por debajo de su boca. Su función principal es ser una especie de lubricante que le facilite la movilidad sobre su pie. Sin esta sustancia, el cuerpo del caracol se deteriorará en muy poco tiempo y su tiempo de vida sería más limitado. Para que la pueda producir de manera adecuada, además de la alimentación, necesita un entorno, casi todas las especies, con alto nivel de humedad.
Cumple otras tareas, como ejercer de especie de ducha para librarse de sustancias dañinas ya sea de contaminación o de elementos naturales; tales como bacterias, hongos, insectos, etc.
La alimentación de los caracoles es, sobre todo, herbívora. En su menú se pueden incluir flores, frutas, aunque no gustan de los cítricos, hojas verdes, tallos, setas, cortezas arbóreas. También pueden comer piedras pequeñas si estas les proveen el calcio que no perciban en su alimentación. En las especies acuáticas la alimentación consta de plancton, detritos, acumulación de materia orgánica, son expertos, algunas especies, limpiando los fondos y entre las piedras.
Los animales y vegetales en descomposición también son apetecibles para varios grupos de estos animales.
En los ambientes naturales no todas las crías llegan a la edad adulta. Las condiciones de alimentación, humedad, calor entre otras limitan su vida. También son parte de la dieta de otros animales y al ser pequeños son más vulnerables.
El tiempo de la madurez también tiene sus variaciones, puede ocurrir alrededor de los 2 años en diferentes especies, y pueden abarcar desde una edad temprana como los 6 meses o llegar a los 5 años.