Escolopendra | Características, curiosidades, reproducción
Se trata de un quilópodo, con la particularidad de tener 21 pares de patas agrupadas en un cuerpo largo y angosto. Debido a la cantidad aumentada de patas, esta especie es comúnmente llamada ciempiés.
Las escolopendras son depredadores, se alimentan mayormente de artrópodos, aunque también pueden comer animales un poco más grandes, valiéndose de su veneno.
Son cazadores, su veneno puede ser mortal de acuerdo a la especie y al tamaño de la víctima, es por eso que causan temor. Existen varios tipos, en este post vamos a detallar los más importantes, así que si quieres infórmate acerca de los ciempiés o escolopendras, sigue leyendo.
Escolopendra doméstica
El llamado ciempiés doméstico es un poco más pequeño, puede tener hasta 15 pares de patas, su longitud puede estar entre 1 y 5 centímetros, dependiendo de muchos factores.
La escolopendra doméstica es considerada un animal beneficioso, debido a que se come insectos que son perjudiciales para las personas y que muchas veces son difíciles de exterminar de los hogares, sin embargo, hay especies de escolopendras que pueden ser peligrosas, así que hay que tener mucho cuidado.
La escolopendra doméstica es de hábitos nocturnos, durante el día está en su escondite, que puede ser cualquier agujero que se encuentre en la casa, especialmente la cocina, puede ser un hueco en la pared, el desagüe, debajo de algún objeto como una maceta o algún tronco de madera del jardín, lo que a ellas les importa es estar a oscuras y en un sitio húmedo.
Durante la noche, la escolopendra doméstica sale de su escondite y también lo hacen los insectos que suelen ser su presa. En esas horas, el ciempiés doméstico caza a las cucarachas, arañas, polillas y otros organismos que se constituyen en su alimento.
La picadura de la escolopendra doméstica no es venenosa, para una persona es tan molesta como la picadura de una abeja, puede doler e irritarse, pero nada más.
Ciempiés gigante
Es una especie un poco más grande que la escolopendra doméstica, llamada escolopendra gigantea. Puede medir más de 30 centímetros, aunque el promedio ronda los 25 centímetros, es la especie más grande de las escolopendras.
La escolopendra gigante tiene el cuerpo segmentado, pueden ser 21 o 23 segmentos, en cada segmento tiene un par de patas, las patas más próximas a la cabeza tienen forma de tenazas y es donde tienen el veneno.
El veneno de la escolopendra gigante es más tóxico que el de la doméstica, sin embargo, lo común es que no sea fatal su mordedura, aunque hay casos de muertes documentados, eso va a depender del peso de la víctima y de su salud previa. Por lo general, el veneno del ciempiés gigante produce malestar, dolor, fiebre, mareos y escalofríos.
Su coloración es muy variable, puede ser marrón amarillento o marrón verdoso, también se observa que los ejemplares más jóvenes presentan tonos más claros y los de más edad tienen tonalidades más fuertes. En algunas islas del Caribe existen ejemplares con tonalidades mucho más oscuras, casi negras, y de mayor tamaño que el estándar.
La picadura de escolopendra no es fatal en seres humanos, pero en algunas personas alérgicas puede producir un shock anafiláctico, lo que convierte el caso en una emergencia médica que puede ser fatal si no se trata apropiadamente.
Reproducción de la escolopendra
Las escolopendras son ovíparas, la hembra pone alrededor de 30 huevos, que incuba en el nido. Las larvas nacen con 4 pares de patas y comienzan un proceso que se llama muda, en este proceso van desarrollándose hasta llegar a la adultez. En cada muda adquieren más pares de patas, hasta obtener los 21 o 23 pares que le corresponden.
Hacia el tercer año de vida, las escolopendras adquieren la madurez sexual, por lo que ya pueden reproducirse, para ello el macho y la hembra hacen círculos en el suelo, uno dentro del otro, el macho suelta el esperma en el suelo y la hembra lo toma para fertilizarse.
Curiosidades de la escolopendra
• Las escolopendras son de los animales más antiguos del planeta, está demostrado, con evidencia científica, que hace 400 millones de años existían las escolopendras.
• La esperanza de vida de una escolopendra es de unos 7 u 8 años, lo cual es muy longevo para una especie como esta.
• Las hembras cuidan los huevos en el nido, enrollándose alrededor de ellos y, además los defienden de posibles peligros, posteriormente cuidan a las crías, es decir, esta especie presenta cuidado parental entre sus conductas.
• Las larvas no pasan por el proceso de metamorfosis, más bien hacen unas 5 mudas de su parte exterior, en cada muda crecen y les salen patas. Cuando termina ese proceso llegan a la adultez y a la madurez sexual, lo que les permite reproducirse.
• Pueden vivir en cualquier lugar los primeros 3 años de vida, luego buscan lugares oscuros, fríos, húmedos y solitarios para refugiarse.
• Para cazar primero deben captar donde están sus presas, para ello se valen de las antenas que les proveen información de la situación de la posible presa. Por medio de las antenas perciben olores y sensaciones táctiles, por lo que se confían mucho de ellas.
• La escolopendra puede luchar con varias presas al mismo tiempo, debido a sus múltiples patas. Puede sujetar una con las tenazas delanteras, mientras tiene a otras retenidas con sus patas traseras.
• Utilizan una técnica que se llama “lazar” para capturar a sus presas, en la que forman una especie de lazo para retenerlas, también pueden saltar sobre ellas para dominarlas. En cuanto tienen a la presa sujeta la muerden con las tenazas, de esta manera le inyectan la sustancia venenosa y, aunque no sea fatal, la presa queda aturdida y debilitada, lo que la escolopendra aprovecha para darle fin.
• Existen unas 700 especies, organizadas en 34 familias de scolopendromorpha, todas se caracterizan por presentar de 21 a 23 pares de patas en un cuerpo largo y segmentado, con tenazas en el área de la cabeza.
• Las escolopendras domésticas son adoptadas como mascotas, para lo cual se les adapta una jaula con las condiciones más cercanas a su hábitat natural. El fondo de la jaula debe ser de algún tipo de sustrato, se debe incluir algunas rocas huecas que sirvan de refugio, la luz debe ser muy tenue, la temperatura baja y la humedad alta.
• Las patas posteriores de la escolopendra tienen apariencia de antenas, aunque no son tales. Estas patas están más desarrolladas porque ayudan a sujetar la presa con fuerza y con esto a dominarla. Cuando la escolopendra está en reposo, puede confundirse la parte delantera con la trasera.
• Está comprobado, mediante estudios científicos, que son capaces de evaluar a sus presas y disciernen si les conviene cazarlas o no. Si concluyen que la posible presa es muy peligrosa, desisten de la caza, o también buscan una estrategia. Por ejemplo, al cazar avispas, aplican el veneno y se alejan, para dejar que surta efecto sin peligro para ellas, cuando la presa está debilitada regresan a terminar la cacería.
• Cuando la escolopendra es atacada, es capaz de desprenderse de las patas que han sido tomadas por su depredador. Es un mecanismo de defensa que le salva la vida con frecuencia. Luego, las partes perdidas vuelven a crecer debido a un proceso de regeneración que tiene esta especie.
• En tiempos pasados, la escolopendra vivía en la cuenca del Mediterráneo, posteriormente se extendió por otras partes del planeta. Puede vivir en zonas pobladas por humanos, como granjas, sembradíos, etcétera, también puede vivir en casas en los sótanos o áticos y, en general, en cualquier lugar donde tengas las condiciones ambientales y alimento para sobrevivir.
• Como hemos dicho, las escolopendras viven en ambientes húmedos, sin embargo, hay algunas especies que se han adaptado a vivir en zonas desérticas, deteniendo su metabolismo en épocas de mayor sequía y activándose en la época de mayor humedad.
• Las escolopendras pueden vivir en muchos ambientes, incluso pueden vivir bajo el agua si es necesario, ya que cuentan con un sistema respiratorio que se los permite.
¿Qué hacer si te encuentras con una escolopendra?
Aunque las escolopendras no son mortales, son animales de cuidado y es buena idea saber cómo actuar si nos cruzamos con alguna:
• Si la escolopendra se encuentra a campo abierto, lo mejor es alejarse y dejarla tranquila.
• Si se encuentra en un sitio donde puede causar algún problema y hay que removerla, hay que seguir un procedimiento: Con un frasco que tenga tapa, se cubre la escolopendra y cuando sea apropiado, se levanta el frasco y se tapa. Posteriormente, se lleva el frasco a campo abierto y se deja salir.
• De ninguna manera se debe tocar, alzar, colocar encima del cuerpo o alguna acción parecida, ya que esto puede ser motivo de que la escolopendra se sienta amenazada y ataque.
• Hay que tomar en cuenta, que es una especie veloz y de movimientos rápidos, así que no es conveniente acercarse mucho a ella, así no se tenga intensiones de tocarla.
Como ves esta especie es muy interesante y despierta mucha curiosidad debido a tantos detalles que tiene. Espero que este post haya sido entretenido para ti.
