Las moscas son mucho más que esos insectos molestos e incluso peligrosos que pueden ser portadores y causantes de diferentes enfermedades. También cumplen tareas muy importantes en diferentes aspectos. Algunas cumplen tareas de polinización, así como en consumir animales en descomposición, que de otra manera se demorarán más en degradarse lo que podría ocasionar diferentes problemas de salubridad, entre otros. Lo cierto es que estos animales se han adaptado a distintos ambientes y parte de su éxito se debe al proceso de cómo se reproducen las moscas.
Estos insectos no solo se han adaptado a condiciones muy diferentes, también tienen una población muy abundante. Se calcula que por cada persona hay más de 17 millones de moscas. Es un dato que pone todo en perspectiva.
Para estos números tan asombrosos hay que pensar en su proceso de reproducción. Del mismo modo que en otros animales, la fecundación sólo es posible a partir de que la hembra acepte el cortejo del macho. Es un proceso más complejo de lo que se puede pensar.
El macho, por lo general, tiene que competir con otros machos para ganarse los favores de la hembra. Para ello inicia una especie de baile en el aire, volando cerca de la hembra. También inicia a emitir señales auditivas. Esto lo hace con el uso de unas mutaciones de lo que eran un par de alas traseras y ahora usan tanto para este fin, como para ayudarle al complejo vuelo que realizan las moscas.
En la elección también interviene la presencia de las feromonas. Estas sustancias buscan provocar una reacción de aceptación en la hembra para disponerla al apareamiento. Algunas especies reflejan la luz en sus alas para que se destaquen los tonos azules o verdes metalizados. Si todo le parece, la hembra vuela más lento o se detiene por completo para permitir la cópula que puede tener una duración de no menos de 10 minutos, pudiendo en promedio llegar a los 15 minutos.
Durante el apareamiento, el macho se coloca sobre la hembra. Este posee varias estructuras genitales con las que rodea el conducto ovopositor de la hembra, que es el órgano que utiliza para poner los huevos. Su forma es como un conducto. El macho transfiere su material genético, este se acumula en una estructura especial, de tal manera que la hembra pueda usarlo para posteriores fecundaciones de los huevos que produce dentro de sí, sin necesidad de aparearse nuevamente.
Dónde anidan las moscas
La palabra mosca no alude a un solo tipo de animal, sino que bajo ese término genérico se incluyen una inmensa cantidad de especies. Hasta ahora se han clasificado unas 150 mil especies, pero los científicos aseguran que hay muchas más que no se han incluido en la taxonomía.
Luego de la cópula, el tiempo de gestación de la hembra varía, así como otras características. Por lo que algunas especies en 24 horas o menos ya pueden hacer la oviposición, mientras que otras requieren de 3 o 4 días.
Este paso no lo da la hembra al azar. Dado que es un momento de gran fragilidad para las crías toma en cuenta diferentes elementos, ya que busca que los huevos o las larvas, si son ovovivíparas, tengan un terreno apropiado, en el que tengan seguridad, lejos de los depredadores. También debe cumplir con acceso a una alimentación abundante y constante, ya que una vez expulsados, la madre no se suele ocupar de las crías.
Los sitios donde anidan las moscas también varían en los tipos de mosca. El motivo principal de esta diferencia tiene que ver con las fuentes de alimentación. Por ejemplo, una especie como la mosca de la carne, utiliza de manera exclusiva carne para depositar sus larvas vivas, ya que estas salen de los huevos dentro de la hembra. Para ello ubica carne en descomposición o incluso en estado de podredumbre.
Por lo tanto, se puede ver que la mosca no prepara un lugar para las cresas, a la manera, por ejemplo, de otros insectos como las avispas, sino que ponen sus huevos en medios donde tienen más posibilidades de sobrevivir.
Dónde ponen los huevos las moscas
Como se señaló en el ejemplo anterior, el aterrizaje de los huevos depende de lo que esté a disposición para cada tipo de mosca.
En el caso de la mosca de la fruta, una de las especies más conocidas, y además, más habitual en el hogar. Este elige diferentes tipos de frutas para insertar sus huevos. De hecho, esta especie tiene una adaptación especial para hacerlo. El órgano ovipositor en esta especie es rígido, de esta manera puede perforar la pulpa de la fruta para alojar a sus huevos. Pueden escoger diferentes frutas, así como sustancias en fermentación, por ello también rondan las bolsas de basura.
La mosca doméstica puede colocar cientos de huevos en una sola sesión. Prefiere sustancias orgánicas tanto frescas como aquellas que ya empezaron a descomponerse, también favorece los ambientes y sitios húmedos, donde se escurren líquidos. Por ello, hay que eliminar los depósitos de basura con rapidez que estén ubicados en la cocina, así como cerca del hogar. También dejan sus huevos en la carne, vegetales, incluso en los desechos o excrementos humanos y animales.
La moscarda verde o moscardón, suele poner los huevos donde se concentran tanto carne en putrefacción, pero en particular de animales muertos, como excrementos, aguas contaminadas con desechos orgánicos en grandes cantidades. Por lo común, son habitantes exteriores, donde consiguen carroña. En material vegetal en descomposición alojan sus huevos.
La mosca del establo suele picar a los animales y humanos. Su boca es muy diferente, es más bien una trompa aguda presente en machos y hembras. Estas ponen los huevos en materiales vegetales, incluyendo alimentos para animales, que estén en descomposición, buscan los lugares que tengan calidez y humedad. Es común su presencia en espacios de crianza y cuidado de animales. Por ejemplo, en sitios como los centros caninos.
La mosca del estiércol es la denominación bajo la que se agrupan unas 500 especies. Las larvas de este tipo de mosca se alimentan de las heces de animales y personas, aunque también pueden servir de especies vegetales. De adultos se alimentan de otros insectos y de crías o larvas de estos.