Una de las razas de gatos de más reciente creación es el toyger. Se trata de un animal que se ha ido definiendo a partir de los cruces con otras muchas razas, para conseguir un tipo de gato que recordase en su aspecto físico al de un tigre. Su reconocimiento como raza es muy actual, y es que han sido necesarios casi 20 años de cruces para conseguir fijar la estética y las características buscadas en la raza.
La admiración por los grandes felinos ha ido generalmente de la mano de la admiración por los gatos. Tal fue el caso de Judy Sugden, quien comenzó a cruzar sus gatos bengalíes en la década de 1980 con otros gatos domésticos atigrados para conseguir una especie de tigre en miniatura. Como es lógico, resultaba imposible conseguir un animal híbrido de tigre, pero más pequeño, de modo que únicamente se buscaron los gatos con las características físicas más parecidas a los tigres. Poco a poco se cruzaron entre ellos hasta definir el que hoy se conoce como toyger.
El lugar de aparición de la raza fue, por lo tanto, Estados Unidos. Concretamente California, donde se llevaron a cabo todos los cruces durante años. Una vez fijadas sus características, y a pesar de que al principio no estaba aceptada como tal, comenzaron a exportarse ejemplares de la raza a otros países como Gran Bretaña y Australia. El interés por estos especiales felinos fue en aumento, y actualmente es bastante común encontrar criadores interesados en la raza en la mayoría de lugares del mundo.
El proceso para registrar al toyger como raza comenzó en 1993, pero no fue aceptado oficialmente por la TICA hasta el año 2006, de ahí que se pueda afirmar sin temor a equivocarse que es una de las razas de gatos más actuales que existen.
No cabe duda de que al mirar a un gato toyger puede parecer que los ojos son los de un tigre de verdad. Y es que el parecido de estos gatos con sus primos lejanos es asombroso. Se trata de un gato de tamaño mediano, muy fuerte y musculoso en toda su extensión. Suele pesar aproximadamente unos 5 o 6 kilos, pero siempre en proporción con su tamaño para que no se vea demasiado pesado.
Destaca en su aspecto físico la longitud de sus patas, más cortas que en otras razas de gatos y también más robustas, y también unos dedos muy largos y separados. También resultan llamativos sus ojos, grandes y circulares, muy separados y de colores profundos, que emulan a los ojos de los tigres.
Por otro lado, es inevitable que destaque la característica que más hace que se parezcan a los tigres: su pelaje. El gato toyger posee un manto corto y uniforme, suave al tacto. Puede ser un poco más largo en la zona del cuello para conseguir el aspecto de un collar. El color de base es el anaranjado, y está adornado con marcas o rayas alargadas por todo el cuerpo, de color oscuro, ya sea marrón o negro, similares a las que poseen los tigres. El pelaje es muy brillante y llamativo, y es una de sus señas de identidad.
A pesar de su parecido físico con el tigre, lo cierto es que el gato toyger no tiene nada de animal salvaje. Es exactamente igual que cualquier otro gato doméstico, cariñoso, juguetón, mimoso y casero. Sin embargo, también tiene importantes diferencias en cuanto a su temperamento con el resto de gatos, y es que se puede decir que el toyger es la excepción que confirma la regla. Esto se debe a que los gatos de esta raza adoran el agua, no tienen ningún problema con los baños e incluso disfrutan de chapuzones y de nadar cuando tienen la ocasión. Son también animales muy dependientes, que no cumplen con el estereotipo de independencia gatuna, y disfrutan estando en la compañía de su familia todo el tiempo posible.
Destacan también por ser gatos fáciles de educar y de entrenar. Aprenden multitud de trucos y siempre están dispuestos a obedecer, por lo que en muchos sentidos tienen un importante parecido con algunas razas de perros. Tampoco son gatos que requieran una actividad máxima a diario, pero su curiosidad e inteligencia hará que se pasen buena parte del día explorando e investigando todos los rincones de la casa.
No debes olvidar que el gato toyger es muy cariñoso y dependiente, y busca atención casi de forma constante en su familia. Es habitual que un ejemplar de toyger persiga a su dueño por toda la casa para llamar su atención, y también que se acurruque siempre junto a él cuando descansa. Si crees que disfrutarás de la compañía permanente de tu gato, entonces esta raza es para ti. Si no, siempre puedes buscar otra que sea más independiente.
Al ser una raza tan reciente y creada a partir de cruces de distintas razas, lo cierto es que el toyger no presenta ninguna enfermedad congénita ni hereditaria como sí lo hacen otros gatos. Se trata de una raza fuerte y robusta, que en términos generales presenta pocos problemas de salud. En todo caso, para evitar que enferme o que puedan aparecer diversas afecciones, lo más aconsejable es mantener unos hábitos de vida saludables, y acudir al veterinario con frecuencia para revisarlo y llevar al día sus vacunas y desparasitaciones.
Por otro lado, los cuidados del toyger no son distintos a los de cualquier otro gato. Lo imprescindible es ofrecerle al gato una correcta alimentación, juego y socialización, un lugar donde descansar y la higiene adecuada.
En cuanto a su pelaje, el gato toyger no suelta una gran cantidad de pelo, por lo que un cepillado a la semana será más que suficiente para eliminar el pelo muerto y la suciedad, y evitar que puedan formarse bolas de pelo en el estómago del animal cuando se acicala por su cuenta. Para que su manto brille al máximo, también debes bañarlo una vez al mes o cada dos meses, siempre con un champú específico para gatos para proteger su piel. También dentro de la higiene debes tener en cuenta el corte de uñas de forma regular, y la limpieza de ojos y oídos siempre que sea necesario.
En cuanto a la alimentación, lo cierto es que el toyger no es una raza de gato con una excesiva tendencia a engordar. No obstante, es más que aconsejable que su alimentación sea siempre de la máxima calidad, limitar el consumo de premios, chuches o comidas muy calóricas, y controlar siempre su ración para que no resulte excesiva. Una buena alimentación es fundamental para su salud en general, así que no deberías tener dudas en este punto.
Recuerda también la importancia que tiene para tu gato el contacto con todos los miembros de la familia, tanto para sesiones de juego, como para momentos de educación y otros de tranquilidad y cariño. Si dedicas tiempo a tu gato toyger, será la mascota más feliz, y vuestra relación inmejorable en todos los sentidos.
Hacerse con un ejemplar de gato toyger no es tan sencillo como pueda parecer. La raza todavía se encuentra en pleno desarrollo y expansión, lo que significa que no existen criadores especializados en ella en todas las partes del mundo. No obstante, si crees que esta raza es para ti, y quieres compartir tu vida con un toyger a toda costa, tendrás que esforzarte, pero podrás conseguirlo. Cada vez son más los interesados en esta raza en todo el mundo, así que podrás esperar a que estos gatos lleguen a tu zona o ir a buscarlo, aunque tengas que hacer un pequeño viaje. Asegúrate de confiar únicamente en criadores reputados y experimentados, porque serán los únicos que puedan darte garantías sobre el estado de salud de tu gato y de su procedencia. Escapa de cualquier intento de venta particular o a través de tiendas de animales, que propician la cría indiscriminada de mascotas y no podrán garantizar que se trata de un toyger auténtico a pesar de que estéticamente pueda llegar a parecerlo.
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