Si alguien te pregunta por un gato sin pelo, posiblemente tu primera y casi única respuesta sea el gato sphynx. Sin embargo, existen otros gatos calvos de raza, cuyo origen no está relacionado con el gato egipcio. Uno de esos casos es el del Peterbald, un felino sin pelo de origen reciente. Y es que esta raza hizo su aparición en el año 1994, en Rusia, a través de una criadora que potenció los cruces entre gatos que nacían genéticamente sin pelo por causas naturales, hasta fijar esa característica.
Según los datos históricos, la primera cama de gatitos peterbald, apareció como consecuencia del cruce entre una gata de raza oriental y un macho de raza Don Sphynx en el año 1993. A partir de esta camada se definiría la raza en los años siguientes, hasta llegar a la actualidad, por lo que es obligado que en todos los ejemplares actuales de Peterbald exista una referencia a uno de estos gatos.
Pocos años más tarde, en 1997, la TICA reconoció oficialmente a la raza, puesto que sus diferencias con el gato egipcio eran más que evidentes. También fue reconocida en la WFC y en la FIFe en el año 2006, por lo que no cabe duda de que el gato Peterbald se ha ganado un puesto como raza propia.
Se cree que en la línea de crianza de los Peterbald se introdujeron también gatos siameses y azules rusos, para fijar otras características como su estética oriental, aunque siempre mantuvieron su característica más distintiva, que es la ausencia de pelaje.
Aunque en Rusia fue donde más importancia tuvo siempre la raza, no tardó en dar el salto a otros países por la fascinación que conseguía en criadores de gatos. Así, poco a poco se fue dando a conocer, por lo que es fácil tener referencias suyas, aunque todavía muchos la confundan con la raza de gato egipcio.
Hoy en día la raza Peterbald cat es bastante conocida a nivel mundial, pero no es una de las más numerosas ni deseadas. Aún así, existe un buen número de ejemplares distribuidos por toda la geografía, de modo que su supervivencia está más que asegurada a largo plazo.
Los gatos Peterbald son en general de tamaño medio, similares a la media de la mayoría de las razas. Sin duda alguna, su característica más llamativa y singular es la falta de pelo, pero el peterbald cat es mucho más que un animal llamativo y gracioso. En cuanto a su físico, está perfectamente proporcionado, es equilibrado y robusto, y muestra una gran elegancia tanto en movimiento como en estado de reposo.
Su cabeza es algo pequeña en comparación con el resto del cuerpo, pero lo compensa al ser alargada y de forma triangular. Las orejas son también de tamaño proporcional, y se mantienen erguidas sobre la cabeza. Destaca la expresividad de sus ojos, profundos, aunque no muy grandes, que miran fijamente y que suelen mantenerse alerta.
Se trata de un felino alargado tanto en su cuerpo como en sus patas, además de la cola, lo que implica que es un animal atlético y ágil, capacitado para cualquier tipo de ejercicio, aunque no es el más activo de los gatos. Lo que está claro es que sus proporciones son las adecuadas, y que en cualquier situación denotarán elegancia.
Aunque es una raza que se conoce por no tener pelo, pueden darse casos de ejemplares con una suave capa, como de pelusa, imperceptible a la vista pero que sí se nota al tacto. Las posibilidades son diversas, pero, en general, los gatitos peterbald tendrán una usencia total de pelo.
Una de las características más curiosas de esta raza, es que posee un metabolismo más rápido que la mayoría de gatos. Esto tendrá consecuencias en su fisionomía, por ejemplo, en la velocidad de curación de heridas en la piel, que requiere mucho menos tiempo de lo normal. Del mismo modo, es un animal que no engordará con facilidad, y que requerirá más cantidad de alimento que otros gatos similares en tamaño y peso.
Otras razas de gato sin pelo tienden a pasar mucho tiempo durmiendo o descansando para guardar el calor en su cuerpo. El gato peterbald, al contrario, es un animal activo, que pasa la mayor parte del tiempo jugando, investigando, y en movimiento. Son curiosos por naturaleza, por lo que se mantendrán generalmente alerta y fijarán su interés en todo lo que implique un reto o posibilidad de juego.
Por otro lado, son animales muy afectuosos, que necesitan cariño y atenciones casi constantes. Es muy habitual que un ejemplar de esta raza persiga a su dueño por toda la casa buscando mimos y caricias, por lo que no es conveniente que pase muchas horas solo. En caso de que viva en un hogar donde no le dediquen mucho tiempo, será infeliz y se verá decaído, por eso es mejor optar por otra raza o procurar que al menos pueda compartir su hogar con otros gatos o perros.
Aunque pueda mostrar un aspecto frágil por la carencia de pelo, lo cierto es que esta raza tiene una salud envidiable. Y es que, hasta la fecha, no se conoce ninguna enfermedad hereditaria que los afecte, y también tienen menor incidencia en general de las enfermedades tradicionalmente asociadas a los gatos.
Para garantizar la buena salud del gato Peterbald, lo más importante será mantener unos buenos hábitos diarios. La alimentación, las visitas al veterinario, la higiene, la educación, el ejercicio y el cariño son los pilares fundamentales sobre los que construir la mejor de las relaciones con tu mascota.
Recuerda que debes acudir con frecuencia a visitar al veterinario, para mantener al día sus vacunas y desparasitaciones. Además, serán momentos perfectos para comprobar su estado de salud y descartar o prevenir posibles enfermedades.
Por su tipo de piel y escaso o nulo pelaje, no es una raza que requiera grandes cuidados a nivel de higiene y aspecto. Para que se encuentre en las mejores condiciones, bastará con bañarlo o asearlo con toallitas húmedas de vez en cuando, sin una frecuencia excesiva, y siempre utilizando productos específicos para animales. Lo que sí debes tener en cuenta, especialmente en invierno, es que requiere una ayuda extra para combatir el frío. Procura mantener siempre una temperatura cálida dentro de casa, y abrigarlo si se encuentra en situaciones más frías de lo normal.
En cuanto a la comida y el ejercicio, son dos cuestiones que están íntimamente relacionadas. Como ya hemos visto, el peterbald es un gato que debe comer más cantidad de lo que se consideraría normal a causa de su metabolismo y dificultad para engordar. No obstante, habrá que regular también esa cantidad por medio del ejercicio. Cuanto más activo y juguetón sea el gato, más alimento necesitará. Y es que puede llegar a adelgazar con rapidez si no toma las cantidades suficientes de comida o si come un alimento de baja calidad.
Otro punto a tener en cuenta es el de la educación. El peterbald cat es un gato fácil de tratar en términos generales, pero siempre se aconseja educarlo adecuadamente desde pequeño, y socializarlo con todos los animales posibles para evitar que de adulto tenga algunas conductas indeseadas.
Si crees que el gato peterbald es el más indicado para ti, llega el momento de encontrar un criador de confianza y experimentado en la raza que pueda ofrecerte un cachorro con todas las garantías de calidad y de salud. Aunque esta raza no está tan extendida ni es tan numerosa como otras, es posible encontrar criadores certificados en todo el mundo, así que no dudes en hablar con uno de ellos para comenzar la emocionante aventura de añadir un nuevo miembro a tu familia.
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