Los felinos son unos animales que tienen muchas particularidades en su cuerpo, como el bigote, esos ojos que consiguen unas miradas muy profundas y, especialmente, las orejas de gato, las cuales son más expresivas de lo que pensábamos.
Los gatos son animales que pueden expresar lo que sienten mediante diferentes técnicas: gestos, movimientos, sonidos… pero con lenguaje corporal también pueden querer decir algo.
Las orejas de gato son muy flexibles, ya que se pueden girar por completo, moverlas hacia arriba, a los lados, hacia adelante y hacia atrás, de ahí que sean partes de su cuerpo muy llamativas.
Se puede decir que estas orejas actúan a veces como una especie de antenas parabólicas mediante las cuales pueden detectar cualquier sonido imperceptible para el oído humano.
Se trata esta de una habilidad que la mantienen de sus ancestros felinos, aquellos que aún no eran domésticos y se movían en libertad como cazadores.
Estructura de las orejas de los felinos
La causa del movimiento que logra hacer reside en la pinna, que es una pequeña bolsita que se encuentra en el borde exterior del oído externo, por lo que es visible.
También contribuye a este fenómeno los 32 músculos de sus orejas, que son muchos más que los 6 que poseemos nosotros, una situación que, evidentemente, no nos permite moverlas igual que los gatos.
Además de esto, su estructura es similar a la de la oreja del ser humano, contando con oído externo, medio e interno.
Por tanto, se puede decir que sus orejas cumplen una doble función: la presupuesta de escuchar y la de comunicar determinados mensajes.
El lenguaje de las orejas de gato
A continuación, enumeramos las distintas posiciones de las orejas de gato y aquello que quieren comunicar:
- Relajación: es cuando el felino tiene las orejas de gato hacia arriba y las mueve lentamente.
- Tensión: emite esta sensación cuando las presenta hacia atrás. De esta forma, estas partes del cuerpo parecen casi invisibles, en una posición en las que comunica que está muy asustado, por lo que conviene no acercarse hasta que cese esa postura por si quiere defenderse de lo que considera peligroso.
- Disposición de ataque: cuando las coloca en posición horizontal.
- Interesado: si ves que tiene las orejas ligeramente inclinadas hacia adelante.
- Mal humor: en ocasiones, el animal no tiene su día y, en esos casos, girarán las orejas hacia afuera sin llegar a aplastarlas del todo, viéndose perfectamente los dorsos de las orejas. En este caso, lo mejor es dejarle su espacio y no molestarle durante un tiempo.
Además de las orejas, los gatos también pueden transmitir mensajes de otras formas, como con sus ojos, su pelaje, su bigote o la posición de la cola.
En DeMascotas entendemos que los propietarios de mascotas necesitan conocer todos y cada uno de los aspectos de su pequeño amigo, por lo que estamos comprometidos en informar sobre los elementos que influyen en el día a día de su relación con el ser humano.