La llegada de la época más caliente modifica muchas de las costumbres y actividades humanas. Del mismo modo ocurre con las mascotas que son parte de nuestra familia. Es por ello que puedes ver que los gatos comen menos en verano.

Para muchas personas puede parecer un mito urbano o, incluso, no notar que de hecho esto ocurre. Sin embargo, varios estudios muestran que los felinos disminuyen la ingesta alimenticia en la estación seca.

¿Por qué es importante que sepas esto? Se necesita ayudar al felino para que tenga los suficientes nutrientes. De lo contrario, puede confrontar problemas de salud. Sigue adelante para entender más a tu gatito y sus hábitos alimenticios en esta época.

¿Por qué los gatos pierden apetito en verano?

Este fenómeno no solo ocurre con gatos silvestres o callejeros, también pasa con los gatos domésticos que viven resguardados en casa.

En el proceso evolutivo los felinos tuvieron que adaptarse a sobrevivir a distintos climas, desde los más fríos hasta los más calientes. Por ello, han desarrollado estrategias para lidiar de manera eficiente bajo la presión del calor.

Una de las teorías sobre cómo lo lograron está referida a la cantidad de energía que necesitan para controlar la temperatura del cuerpo. A mayor temperatura externa, al parecer, los requerimientos energéticos son menores, por lo que disminuyen la cantidad de alimento que ingieren.

Otra perspectiva de este fenómeno señala que más que el calor influye la luz en los cambios gatunos. Los procesos orgánicos del gato responderían a los cambios de la luz, por lo que durante las épocas con mayor luz, inciden en menor demanda de energía y cantidad de comida.

También se considera que durante el verano, en especial si las temperaturas son muy elevadas, los gatos disminuyen su actividad. Tal vez algunos gatos de casa siempre parece que solo les gusta, pero apartando eso, el calor los hace ser más sedentarios.

Esto se vería muy bien reflejado en los grandes felinos en África que durante el día descansan y se activan en la noche. algo similar ocurre con los gatos: al tener menos actividad, no necesitan la misma cantidad para nutrirse.

Un dato interesante relacionado con este tema es que a los gatos que les gusta estar al sol cambian un poco este hábito en verano. Entonces lo hacen o temprano o en las últimas horas de la tarde.

¿Qué puedes hacer para ayudar a tu gato en verano?

Durante el verano, es una buena opción considerar darle alimento húmedo. Con este tipo de comida se le suministra al gato más agua, algo que necesita su organismo. Además, funciona como estímulo para comer, ya que facilita el proceso alimenticio.

Aunque pueda parecer que los gatos no son muy amantes de beber agua, lo cierto es que requieren de 50 a 100 ml por cada kilogramo de peso. Es evidente que, a mayor peso, necesitan más agua. Esto es necesario tenerlo en cuenta al pensar como disponer de bebederos.

Con la disminución de la alimentación es importante compensar el nivel del agua. Además, la temperatura también obliga a hacer cambios.

En general, a los gatos no les gusta tener cerca el bebedero y el comedero por lo que hay que colocarlos separados. Habilita más de un lugar dónde pudenda tomar agua, en especial si es muy grande el sitio en el que están habitualmente.

Con el calor, la temperatura del agua que tienen para beber también aumenta dependiendo de la temperatura del ambiente. Si está en exteriores, un jardín o algo similar, cambia el agua dos veces al día. El agua fresca los lleva a beber más seguido.

Si quieres que coma un poco más, una opción es darle comidas cuando ha bajado la intensidad de la luz y el calor. Es muy probable que su apetito se incremente en esas condiciones.

Señales de que tu gato necesita ayuda

Ahora bien, es muy común esta disminución en la cantidad de lo que comen, pero puede haber circunstancias en que el gato necesita atención especializada.

La pérdida de un poco de peso en este período es bastante usual por las causas que se han señalado. Sin embargo, si la disminución es muy evidente, o hay una caída importante en su masa es probable que algo más esté ocurriendo.

Hay que observar a los gatos porque es diferente que dejen comida en el comedero, que coman menos veces al día, que apenas prueben bocado o dejen de alimentarse.

La falta de alimento es una situación de alto riesgo en los felinos, debido a que se descompensan con mucha rapidez. En cuestión de días entran en condiciones críticas.

Si te das cuenta de que el gato casi no come o lo abandona por completo lo primero es revisar su boca. Es importante verificar que no tenga algún hueso o comida que le esté molestando y se debería revisar si tiene lesiones en la lengua, los dientes o los maxilares.

Tal vez es algo que puedas solucionar sin mayor problema. En caso de ser algo más complicado o si no detectas nada inusual, es preferible llevarlo cuanto antes al veterinario. Hay que hacerle los exámenes necesarios para tener un diagnóstico preciso.

Otras conductas que pueden ser indicios de que algo no está bien son perdida de interés en todo. Gatos que no quieren jugar nunca, no responden ni al estímulo de la comida o a los humanos con los que tiene mejor relación.

También problemas de estabilidad, debilidad, variaciones en sus excreciones, ya sea que tengan un aspecto diferente, disminuyan o dejen de usar la caja de arena.

Hay síntomas que son más evidentes como mareos, vómitos, diarrea, secreciones en las mucosas y fiebre. Todos estos son elementos que pueden ser graves.

Hay que tener en cuenta que los gatos son animales sensibles por lo que también los estados emocionales los llevan a conductas indeseadas, así como a padecer algunas dolencias, incluso a dejar de comer.

Por lo general, si la razón de que coman menos es solo temperatura y luz, no habrá grandes variaciones en su conducta. Es importante saber esto para que cualquier comportamiento fuera de lo usual llame tu atención.

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