Los gatos son extremadamente fértiles, las gatas entran en celo varias veces al año y, en condiciones especiales, pueden estar en celo permanentemente. Teniendo en cuenta que la cópula puede producirse en cualquier momento y a que solo toma unos minutos, sabemos que una gata cualquiera puede estar preñada sin que sus dueños se percaten.
Si eres cuidador de una gata y quieres saber si está embarazada, entonces lee este post, aquí te diremos cómo detectar las señales y, además, algunos detalles de la gestación de los gatos muy interesantes.
¿Cómo es la cópula y gestación de los gatos?
Como ya dijimos, la ovulación de la gata es bastante frecuente, pero además, si no está ovulando, con la estimulación del macho durante la cópula puede ovular. Si la gata está ovulando, es decir, está en celo, adopta posturas especiales mostrando sus genitales para atraer al macho, también se escapa y busca la cópula con desenfreno.
Durante cada etapa de celo, la gata recibe al macho muchas veces, si está en libertad pueden ser hasta 50 veces, es por eso que una gata sin esterilizar y que además ha salido fuera o ha tenido a su disposición un macho es muy probable que esté preñada.
La gestación de los gatos dura aproximadamente 65 días, aunque después de los 58 días se considera que es un embarazo normal. Eso es un poco más de dos meses.
La cantidad de crías va a depender de la raza y de la edad de la gata, por lo general, son de 1 a 5 gatitos por camada.
Las gatas son muy independientes en lo que respecta a su embarazo, no requieren cuidados especiales, pero sí una alimentación más abundante.
Le aumenta el apetito. Las gatas aumentan su necesidad calórica porque los gatitos crecen muy rápido, en apenas dos meses alcanzan el tamaño para nacer, lo que requiere muchos nutrientes. Las primeras semanas comerá solo un poco más de lo habitual, pero hacia la cuarta semana de gestación puede triplicar la cantidad de comida que ingiere. |
Aumento de mamas. Si unas 2 o 3 semanas después de la fecha en que sospechas que fue montada, observas las mamas de tu gata enrojecidas, hinchadas o congestionadas, es una señal que su cuerpo se está preparando para amamantar. |
Náuseas. Las gatas experimentan un aumento hormonal significativo, esto les ocasiona algunos malestares físicos, el más notorio son las náuseas matutinas, si observas que tu gata vomita o hace arcadas en las mañanas, debes asumir que está preñada. |
Aumento de peso. En cualquier momento una gata puede subir de peso, pero si engorda más en el vientre que en otras partes del cuerpo, entonces es casi la confirmación del embarazo. Otro indicio es la actitud de la gata, ella se esmera en cuidar su vientre evitando tocarlo o que roce con los objetos. |
Evita saltar. El abultamiento del vientre disminuye sus habilidades físicas, pero además ella evita los saltos o movimientos bruscos porque está cuidando sus cachorritos. |
Preparación para el parto. Cuando el embarazo se acerca a la octava semana, la gata comienza a buscar un sitio apartado, cómodo y en penumbras que le permita llevar su parto sin miradas intrusas. |
¿Qué hacer si observas indicios de que la gata está preñada?
- Es importante llevarla al veterinario para que la evalúe y de indicaciones. Es posible que necesite vitaminas o algún esquema de nutrición especial.
- Debes aumentarle la comida a medida que el embarazo vaya avanzando, es determinante que la comida sea de calidad y que incluya proteínas y vitaminas. Si la gata no tiene sobrepeso, podrías dejarle comida a su disposición permanentemente. El agua también es importante que la disponga a toda hora.
- No la toques si ella no se deja, evita tocarle la panza, ya que a ellas no les gusta. Déjala que se aísle si quiere. Ahora bien, si ella busca compañía puedes tocarle la cabeza, sus patitas, etcétera.
- Asegúrate que pueda moverse por toda el área sin necesidad de saltar o moverse bruscamente, por ejemplo, puedes poner el arenero, la comida y la cama en el mismo nivel para que no tenga que subir escaleras.
- Cuando se acerque la fecha del parto, provéele un sitio idóneo para que tenga lugar el parto. Idealmente, debe ser una habitación desocupada, a la cual se le reduzca la luz y se coloque una caja con una almohada o alfombra que sirva de cama. Si no dispones de una habitación, puede ser cualquier rincón que ofrezca privacidad.
- Respeta su espacio a la hora del parto, a las gatas no les gusta parir con público, así que lo mejor es vigilar el proceso desde lejos para auxiliarla si hay algún problema, lo cual es muy poco frecuente.
- Cuando nazcan los gatitos, no trates de cogerlos, las gatas reconocen a sus crías por el olor, si tomas a los cachorros y los impregnas con tu olor, la gata puede repudiarlos, lo cual es un problema serio.
- Pide una consulta veterinaria para chequear a los gatitos, que indique en qué momento se deben vacunar y por si observas que hay algo malo con alguna de las crías.
- Si vas a dar los gatitos en adopción espera el destete, cuando los gatitos están lo suficientemente desarrollados para vivir sin su madre, ella misma los aleja y ya no permite la lactancia. Es en ese momento cuando se puede jugar con ellos y mostrarlos para que encuentren un nuevo hogar.
- Si no quieres más camadas de tu gata, debes programar con el veterinario la esterilización. Recuerda que los gatitos que no encuentran hogar se convierten en callejeros, lo que no es deseable para nada.
Como ves, una gata preñada es fácil de detectar y no es un problema demasiado serio, las gatas son muy independientes para parir y requieren pocas cosas. Espero que este post te haya ayudado a saber si tu gata está o no preñada.