Los gatos son excelentes mascotas, ya que establecen vínculos afectivos con sus amos y además son muy independientes. Sin embargo, esto no significa que no necesiten atenciones.

En este post vamos a ilustrar todos los cuidados que son necesarios para tener un gato fuerte, sano y aseado. Aunque no son muchos, cada aspecto es muy importante para que todo esté óptimo con el felino.

Si eres dueño de gato y quieres tener una guía sencilla de sus necesidades, sigue leyendo, aquí te decimos.

Cuidados básicos de un gato

Existen un número de actividades que debemos realizar cotidianamente, para mantener a nuestro gato en condiciones óptimas, veamos:

Control veterinario

Inmediatamente que un gato llegue a una familia, hay que comenzar su control médico. Es el veterinario el profesional que establece el plan de vacunación del gato, las desparasitaciones, las revisiones, etcétera. También orientará acerca de la alimentación y demás aspectos de la vida del gato.

Es importante que se tenga un veterinario de confianza, que esté al tanto de su historia clínica y el animal se sienta cómodo con él.

El control veterinario es determinante para mantener al gato en condiciones óptimas de salud y que viva muchos años con excelente calidad de vida.

Alimentación del gato

En el mercado hay muchas opciones de piensos para gatos, elige una que se adapte a sus necesidades nutricionales, ya que el pienso debe ser la columna vertebral de la alimentación del felino. Si no sabes cuál escoger, puedes consultar con el veterinario.

Aparte del pienso, al gato se le pueden dar raciones de pescado fresco, pollo o carne de res. Estos alimentos deben estar siempre cocidos, con poca o ninguna sal y bajo en grasas. Es conveniente que le cocines su ración aparte de la comida para los humanos, ya que es mejor que no esté condimentada.

El hígado es muy beneficioso para los gatos, es bueno dárselo con frecuencia, ya que aporta nutrientes importantes para su desarrollo, como el hierro, además que a ellos les encanta.

Juguetes y accesorios

Los gatos son muy activos, por lo tanto, los juguetes son muy importantes para ellos. Es necesario adquirir por lo menos lo siguiente:

  • Rascaderas. Son juguetes diseñados para que los gatos drenen su instinto de rascar, de esa manera liman sus garras y, además, no rascan los muebles. Los hay de una gran variedad de formas, que a veces cumplen más de una función.
  • Para trepar. Si no quieres que trepen los muebles, existen accesorios que se instalan en las paredes o sitios altos y sirven para que los mininos salten. También los ayudan a hacer ejercicio y los mantienen entretenidos.
  • Para divertirse. Hay muchas opciones para que los gatos se diviertan: pelotas, sonajas, trampolines, etcétera. Es importante tenerle una variedad de opciones para que no se aburran.

Además, se deben adquirir accesorios necesarios para que su vida sea más cómoda, veamos:

  • Una cama. Debe estar acorde al tamaño del gato, ser muy cómoda para él, que no tenga olores extraños y que siempre esté muy aseada.
  • El cuenco de la comida. Este debe estar en un lugar muy aseado, alejado del arenero y del agua. El cuenco de la comida debe estar muy limpio siempre, ya que si el gato lo ve sucio no comerá. Es importante que esté fabricado en un material que no retenga olores, ya que los gatos son muy delicados con el olor de su comida.
  • El cuenco del agua. Al igual que el anterior, el cuenco del agua debe estar pulcro, ya que el gato no bebe agua sucia. También debe estar alejado del arenero y de la comida.
  • El arenero. Este es el accesorio donde el gato hace sus deposiciones, debe ser de un tamaño adecuado al gato y contener arena suficiente. Este arenero debe estar ubicado lejos de la comida y el agua, en un lugar apartado donde el gato se sienta a solas.

Dedicación y atención diaria

Una vez que ya esté instalado el gato, hay una serie de cuidados diarios que se deben realizar:

  • Colocarle suficiente comida en su cuenco a la hora determinada para comer. La cantidad debe estar acorde a su tamaño y peso, porque si es demasiada puede contribuir con su sobrepeso y si es muy poca puede desnutrirse. El veterinario puede orientar acerca de la cantidad adecuada.
  • Colocar agua fresca y limpia varias veces al día, de manera que siempre tenga disponible.
  • Limpiar el arenero de manera periódica, retirando las deposiciones con la pala, colocar arena nueva cada 2 o 3 días, de manera que el gato lo huela a limpio.
  • Jugar con tu gato, mimarlo y hablarle. Los gatos necesitan cariño, si no lo reciben se estresan.
  • Si el gato es de pelo largo, hay que cepillárselo. Es importante que se acostumbre desde cachorro a sentir el cepillo sobre su cuerpo para que no rechace la actividad. Mediante el cepillado se deshacen los nudos y se retira el pelo suelto, además contribuye con el brillo y sedosidad del pelaje del gato.

Aseo de un gato doméstico

Los gatos son animales muy limpios y tienen métodos naturales de aseo. Desde pequeños la gata lame a sus cachorros, para retirar la suciedad, los pelos sueltos y además impregnarlos con su olor. Ya de adultos, los gatos realizan esa limpieza ellos mismos.

Sin embargo, pueden darse circunstancias en que el pelaje del gato esté muy sucio, y no alcance su actividad de auto limpieza para asearse, bien sea porque haya salido al exterior, se le haya derramado algún líquido encima o que se haya llenado de barro un día de lluvia. En esos casos podemos darle un baño.

Si el gato no está acostumbrado a bañarse, es posible que se resista, por lo cual es conveniente que lo bañen dos personas, de manera que una solo se ocupe de sostenerlo. Si está acostumbrado y le gusta bañarse, una sola persona puede encargarse. Veamos los pasos:

  • Es importante utilizar un champú o jabón especial para gatos, consulta a tu veterinario acerca de cuál es el producto ideal. En ningún caso le apliques champú de perros y menos de humanos.
  • Lo primero es llenar un envase, de un tamaño cónsono con el gato, con agua. Aparte otro envase con agua adicional o una extensión de la ducha. El agua debe estar tibia, nunca fría y por supuesto no demasiado caliente. Lo ideal es una temperatura un poco por encima de la que usaríamos para bañar a un bebé.
  • Se debe sumergir al gato poco a poco, sin sobresaltos, con firmeza y determinación. Luego que esté completamente mojado se le aplica el champú o jabón. Se frota muy bien hasta eliminar toda la suciedad del pelaje, se repite si ves que no ha quedado del todo limpio.
  • Es importante enjuagar el pelaje muy bien con abundante agua a la misma temperatura, para esto usamos el agua adicional o lo rociamos con la extensión de la ducha. El enjuague debe ser óptimo porque los gatos se lamen y si quedan residuos pueden pasar a su sistema digestivo y hacerle daño.
  • Para secarlo se puede usar una toalla muy absorbente o un secador a temperatura media.

Como ves, los cuidados para un gato no son complicados, espero que este post haya servido de guía para ti.

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