Los gatos son animales que pueden afectarse por el exceso de calor, así que, si eres dueño de uno, debes tener cuidado en los meses de verano. Si quieres informarte de todo lo concerniente a los golpes de calor en gatos, sigue leyendo este artículo, aquí te lo decimos todo.

Señales que indican que a tu gato lo está afectando el calor

Cuando la temperatura sube en el ambiente, todos nos afectamos, sin embargo, algunos animales, como los gatos, pueden pasarla peor que los humanos debido a aspectos biológicos. Por ejemplo, los gatos transpiran solo por las almohadillas, además están cubiertos de pelo, lo cual es como si tuvieran un abrigo todo el tiempo.

Para saber si tu gato está sufriendo un golpe de calor o si está a las puertas de ello, debes observar estas señales:

  • Nerviosismo. Cuando el gato está muy acalorado y no consigue refrescarse se pone ansioso, ya que la situación lo desespera. Debes observar su conducta y detectar si está alterado.
  • Jadeo. Si está jadeando es una señal clara de un exceso de calor, debes actuar de inmediato para refrescarlo.
  • Exceso de salivación. Los gatos se refrescan lamiéndose, ya que la saliva tiene un efecto de enfriamiento para ellos. Es por eso que en momentos de calor segregan más saliva.
  • Mareos. Si el gato presenta problemas de equilibrio es porque está muy afectado por el calor y puede estar a punto de desmayarse.
  • Temblor. El temblor es un síntoma de que el calor es demasiado.
  • Vómito. El gato podría presentar vómitos debido al malestar que le causa el calor.
  • Estar caliente al tacto. Cuando la temperatura es tan alta que el gato no consigue refrescarse, el exceso de calor se le siente al tocarlo.
  • Oscurecimiento de las encías. Un síntoma del exceso de calor en gatos son las encías oscurecidas o de un color más intenso.

gato con calorCómo refrescar a un gato con calor

Si observas alguno de los síntomas que describimos, es necesario que actúes de inmediato, debido a que un golpe de calor puede ser un episodio de salud muy grave, incluso puede acabar en la muerte del animal. Veamos algunas de las acciones que puedes tomar:

  • Si es posible, baja la temperatura con un ventilador o un aparato de aire acondicionado, aunque sea en las horas más calurosas.
  • El agua del bebedero debe estar muy fresca, un truco para enfriarla es colocar un cubo de hielo dentro.
  • Es necesario colocar varios bebederos distribuidos en la vivienda, de manera que no tenga que moverse mucho para beber agua.
  • No dejes salir al gato en momentos de mucho calor o cuando el sol esté más fuerte. Dentro de la casa es más fácil refrescarlo.
  • Recórtale el pelaje a tu gato, especialmente la zona de las axilas y el cuello. Es preferible hacerlo con unas tijeras de uso veterinario, pero si el gato tolera la maquinilla eléctrica puedes hacerlo con ella. No es conveniente pelarlo por completo, ya que se le puede irritar la piel.
  • Las toallas húmedas son útiles para ayudarlo a refrescar la piel, guárdalas en el refrigerador y pásale una por el cuerpo cada hora.
  • Una piscina es una muy buena idea, coloca un recipiente con agua a 25°C aproximadamente y déjalo que juegue allí un rato. Puedes mantener la temperatura del agua colocando cubos de hielo, teniendo cuidado que no se enfríe demasiado. Es conveniente que el gato entre y salga de ella libremente.
  • Los gatos encuentran instintivamente el lugar más frío de la casa, así que si observas que se adueñó de algún rincón o si prefiere alguna habitación de la casa, déjalo que esté allí.
  • Llena una bolsa térmica con hielo y colócala debajo de su cama. Debes observar la reacción del gato, ya que si está muy fría es posible que no quiera acostarse allí. Busca la cantidad de hielo que es agradable para él.
  • Elevar la cama del gato puede ser muy conveniente. El calor se concentra en el suelo así que, al elevar la cama, la sitúas lejos del calor y además permites la circulación del aire, lo que también la refresca.
  • Echa un cubo de hielo al suelo y déjalo que juegue con él, es una manera de distraerlo y a la vez lo refrescas.
  • Si el gato presenta síntomas graves como mareos, desmayos, aletargamiento o episodios de seminconsciencia es conveniente llamar al veterinario o llevarlo a una clínica, ya que puede necesitar tratamiento.

Qué no debes hacer

Ya sabemos algunas maneras de mitigar los efectos del calor en el gato, ahora vamos a ver lo que no debemos hacer cuando hay mucho calor:

  • Nunca debes dejar a un gato, ni a cualquier otro animal, encerrado en un espacio sin ventilación. Esto es muy importante, debido a que en un espacio cerrado la temperatura aumenta mucho.
  • Nunca debes viajar en un coche sin tomar medidas contra el calor. En el coche inciden con mayor intensidad los rayos solares que en una casa, así que hay que cuidarse más. Jamás dejes al gato sin supervisión dentro del coche, puede ser fatal.
  • Cuando hace calor en exceso no es conveniente colocar al gato en el transportador, ya que a pesar de la ventilación el calor puede concentrarse mucho. Si es muy necesario transportarlo entonces se debe colocar una bolsa con cubos de hielo para mejorar la temperatura.
  • No se debe dejar que el gato se exponga al sol, los rayos solares directos pueden quemarle la piel y elevar su temperatura en cuestión de minutos. Si es muy necesario que salga a la intemperie, se debe proteger con una sombrilla o cualquier elemento similar.
  • Nunca se debe colocar el ventilador directamente sobre el gato, ese flujo de aire puede hacerle daño. Lo ideal es orientar el ventilador hacia el techo, de manera que enfríe el ambiente en general.

Como se ve, el calor es un factor importante a considerar para el bienestar de los gatos. Con estos consejos y recomendaciones tu mascota estará a salvo de los efectos dañinos del calor.

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