Himalayo

La raza de gato himalayo puede definirse a través de su porte y majestuosidad. Se trata de un gato de historia reciente y de proporciones más que llamativas. A pesar de su nombre, su origen no está relacionado con esta región, y es que la historia del gato himalayo es mucho menos rebuscada de lo que pudiera parecer dadas las características del animal.

Y es que el himalayo es un gato muy llamativo por las características y color de su pelaje principalmente, además de por su tamaño y temperamento. Su origen se encuentra en los Estados Unidos, concretamente en la Universidad de Harvard durante los años 30, donde se llevaron a cabo los experimentos necesarios para obtener un gato con las características del himalayo actual.

Fueron algunos criadores de esta zona los que decidieron cruzar gatos de las razas persas y siamés, para obtener un mestizo que tuviese la apariencia del gato persa, pero con el color en el pelaje del siamés. Ya los primeros cruces pudieron calificarse como exitosos, y es que de los ejemplares cruzados nacían camadas de gran belleza, que conseguían aunar las mejores características de ambas razas. Llamaron a estos primeros cachorros gatos ‘persa-siamés’, aunque por ese momento no fueron reconocidos como raza propia por ninguna asociación.

La idea siguió adelante, y se instauró un programa de cría en los años 50 para comenzar a fijar las características de los gatos himalayos. Entonces también empezaron a ser reconocidos por otros criadores por su belleza y temperamento, aunque todavía no estaba definido el gato himalayo como tal. En Inglaterra se aceptaron estos animales en 1955, y dos años más tarde en Estados Unidos. Sin embargo, no podían considerarse como una raza propia, puesto que eran evidentes las características de las razas que lo habían creado.

Con el tiempo, los criadores entraron en un debate sobre si debían predominar en los nuevos ejemplares los genes de gato siamés o los de gato persa, que conseguían que el animal cambiase en cuanto a su aspecto general. Los himalayos con una mayor proporción de genética siamesa, eran animales más estilizados y con caras afiladas, mientras que los ejemplares con mayor proporción de genes persas eran más musculosos y con caras redondas y planas.

En la actualidad, los himalayos poseen una genética más parecida a la del gato persa, con la salvedad del color, que sigue siendo del siamés. Por este motivo, ni siquiera hoy ha conseguido el reconocimiento como raza propia, y en la mayoría de asociaciones felinas de todo el mundo es considerado como una variante del gato persa. Puntualmente, se considera como una variante del siamés, y en la asociación ACFA americana se empieza a considerar como una raza aparte, pero sigue siendo tomado como variante del persa en términos generales.

Características del Himalayo

La manera más sencilla de tener en mente las características físicas del gato himalayo es precisamente pensar en las dos razas de las que desciende. Y es que esta raza podría tratarse perfectamente de un gato persa himalayo, o también de un gato persa siamés. En todo caso, conviene definir las características concretas de la raza para aprender a diferenciarla de cualquiera de las otras dos.

El gato himalayo es básicamente un animal con la fisionomía del gato persa y con el pelaje del siamés. Se trata de gatos de tamaño medio, aunque también pueden ser grandes, fuertes y robustos, con una musculatura muy desarrollada. Están bien proporcionados, y es habitual que su peso se mantenga en torno a los 6 kilos de peso, aunque también dependerá de su tamaño y de los hábitos que siga en cuanto a ejercicio y alimentación.

Es un gato muy llamativo, de cabeza redonda y grande, con orejas pequeñas y ojos grandes y expresivos, generalmente de color azul. En algunos ejemplares, la característica cara plana del gato persa está también presente, por lo que pueden presentar esta imagen, aunque no es obligatoria. Su cola es larga y muy peluda, manteniendo la longitud del pelaje del resto del cuerpo.

La otra característica relevante del gato del Himalaya es la coloración de su manto, gris, crema o blanco en toda la base del cuerpo, y con las marcas típicas del gato siamés en el hocico, en las patas, en las orejas y la cola. La mayor variedad de tonalidad se presenta precisamente en las marcas del cuerpo, que pueden ser en distintos tonos de gris, chocolate, naranja, crema, etc.

Comportamiento del Himalayo

Observando a un gato himalayo, es bastante fácil suponer cuál puede ser su carácter. Tranquilo, cariñoso, relajado, y equilibrado en términos generales. No se trata de una raza demasiado activa, por lo que será difícil verlos saltar y corretear como a otros gatos. Prefieren los paseos tranquilos y los juegos poco bruscos, además de compartir su tiempo de descanso con su familia, entre mimos y ronroneos.

Son animales muy sociables por naturaleza y con muy poco instinto de defensa. Esto significa que es realmente difícil que un gato himalayo sea agresivo o arisco. Lo más normal es que estén siempre deseosos de recibir caricias y atenciones. También hay que tener en cuenta que, aunque es una raza que pasa mucho tiempo descansando y durmiendo, tampoco disfruta especialmente de la soledad, y preferirá estar en compañía de su familia.

Principales enfermedades del Himalayo

El himalayo no es un gato más propenso que otras razas felinas a las enfermedades comunes de los gatos. Sin embargo, sí que hay ciertas afecciones que pueden aparecer con mayor incidencia en esta raza que en otras. Por ejemplo, es bastante habitual que generen bolas de pelo, algo a lo que habrá que prestar atención para evitar obstrucciones intestinales o atragantamientos. También pueden presentar algunos problemas en los ojos o en la zona de la mandíbula, lo que se puede evitar mediante un programa de cría cuidado.

Cuidados básicos del Himalayo

El punto más importante a tener en cuenta para el cuidado correcto del gato himalayo, es el cepillado de su pelaje. Su espeso manto debería ser cepillado una vez al día, pero nunca menos de tres veces a la semana, para evitar que se formen nudos en el largo pelaje y que el animal ingiera demasiado pelo cuando se acicala, lo que podría provocar algunos problemas de salud de diversa gravedad. Recuerda ofrecerle malta con frecuencia para ayudar a expulsar el pelo tragado, pero, sobre todo, incide en el cepillado de su pelaje.

Además, puedes bañarlo por completo una vez cada mes o cada dos meses, para mantener su pelo en perfectas condiciones, brillante y sedoso. También es importante mantener limpios sus ojos y sus orejas, y recortar sus uñas con frecuencia para evitar que las afile contra los muebles de la casa.

Más allá de la estética, los cuidados para este gato del Himalaya serán los mismos que los de cualquier otra raza. Procura darle siempre un alimento de calidad y en la cantidad recomendada para su peso. Además, tendrás que estar pendiente de que realice el ejercicio necesario para no volverse un animal sedentario. Con una buena educación, los cuidados adecuados, y las visitas frecuentes al veterinario para mantener al día su cartilla de vacunaciones y desparasitaciones, tendrás una mascota saludable durante mucho tiempo.

Curiosidades del Himalayo

A pesar de que su origen no tiene nada que ver con el Himalaya, se decidió nombrar así a la raza porque tiene un importante parecido en su pelaje a otros animales de la zona del Tíbet, como el conejo himalayo o el ratón himalayo.

Existen además dos variedades de gato himalayo según su cara, al igual que ocurre con el gato persa. Los que tienen la cara más achatada se denominan pekeface, pero pueden darse ambos tipos sin que ninguno de ellos se considere más alejado a la raza.

Si quieres hacerte con un ejemplar de esta raza, habrás pensado en el precio del gato himalayo. Este punto no debería preocuparte si realmente quieres conseguir un ejemplar de calidad y con todas las garantías de salud y de procedencia. Nunca compres un animal a un particular o en tiendas de mascotas, y apuesta por buscar únicamente criadores especializados en la raza que sigan un programa responsable y que pueda ofrecerte los mejores consejos y todas las garantías sobre tu nuevo mejor amigo. En la actualidad, son muchos los criadores de gatos himalayos que existen en todo el mundo, así que no te resultará difícil dar con uno de ellos, que sea profesional y respetable.

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