No todos los gatos, por el mero hecho de ser de raza, tienen asegurada su supervivencia. Es el caso del gato habana, también conocido como gato habana brown. Un felino que está prácticamente al borde de la extinción y del que apenas se conocen ejemplares en el mundo. Incluso es difícil referenciar su origen y crianza, aunque se sabe que la mayoría de ejemplares se encuentran en el Reino Unido, en Estados Unidos y en Europa.
Precisamente es en Inglaterra donde se originaron, a mediados del siglo XX. Esta raza apareció como parte de los programas de crianza de gatos durante los años 50, pero no fue lo bastante llamativa como para potenciar su desarrollo por delante de otras razas. Es posible que partiera de la base de los gatos siameses, de ahí su parecido con esta raza y con otros gatos orientales. A partir de la selección de ejemplares marrones y su mezcla con gatos chocolate point, aparecería la raza de gato de habana con las características que hoy podemos encontrar.
Es difícil también saber de dónde procede el nombre que se le otorgó a la raza. Si bien es sabido que no tiene ninguna relación genética con Cuba, es posible que su pelaje color tabaco recordase a este lugar y ese conocido producto. Aunque todo son sospechas, puesto que se desconoce el momento exacto en que recibió esta nomenclatura y las razones.
Algo que sí se conoce es que siguió una línea de desarrollo diferente en Estados Unidos y en Europa, aunque en ninguno de dichos países logró una notoriedad similar a la de las razas felinas más populares. De ahí que hoy en día no resulte sencillo encontrar ejemplares de esta raza en muchos hogares, y menos aún repartidos por el mundo.
Por otro lado, se conocen en la actualidad los esfuerzos de algunos criadores para devolver la esperanza a esta raza, de ahí que se hayan reabierto las listas de inscripciones de la raza a pesar de que es difícil conseguir un cruce puro. Lo más habitual ahora mismo es que cualquier gato que se inscriba dentro de la raza habana cuente con mezcla de otras razas felinas. Por lo que puede haber variantes en cuanto a sus características físicas y a su temperamento.
La raza de gato habana es una raza de tamaño medio, cuyo peso habitual se encuentra entre los 2 y los 5 kilogramos dependiendo del ejemplar. Es un animal muy bien proporcionado en todo su cuerpo, incluyendo cabeza, patas y cola. Además de mostrar una gran agilidad y fortaleza.
Lo más destacable en cuanto a su apariencia física son sus orejas y sus ojos. Las orejas son grandes y se muestran erguidas y separadas en la cabeza del animal, y los ojos son grandes y están muy abiertos, lo que hace que su expresión parezca de alerta permanente. Además, los ojos suelen ser de un color verde brillante, lo que hace que destaquen por el contraste de la tonalidad de su pelaje.
En cuanto al manto, otra de las características que destacan en la raza, cabe mencionar que es generalmente corto, aunque en algunos ejemplares puede llegar a ser semilargo. También es muy suave al tacto y fino, pero denso. Se trata además de un tipo de pelaje muy brillante que llama poderosamente la atención y que se mantiene así de forma natural, por lo que apenas necesita cuidados más allá de los cepillados habituales. Por otro lado, y como su nombre indica, es un pelaje que únicamente se muestra en una tonalidad marrón, aunque puede variar la intensidad desde el marrón castaño hasta el avellana o ceniza.
También hay que tener en cuenta que es una raza que difiere en su estándar dependiendo del país donde se desarrolle. Así, en Estados Unidos sus proporciones tenderán a ser más anchas y robustas, mientras que en Inglaterra y el resto de Europa se busca una línea más fina y estética, que recuerda más a los gatos orientales.
El temperamento del gato habana Brown es dulce y cariñoso por naturaleza. Si bien es cierto que, con los cruces actuales, es posible que este carácter se vea levemente modificado, aunque siempre se mantendrán algunas características de la raza. Como el hecho de ser un animal que siempre pide afecto y atenciones por parte de su familia.
También se trata de una raza felina muy activa y juguetona, que siempre querrá pasar un rato realizando ejercicios de todo tipo, mentales y físicos. Además, posee una elevada inteligencia heredada de sus antepasados cruzados con los gatos siameses, por lo que su nivel de aprendizaje es muy alto.
Se adaptan a la vida en interior perfectamente, aunque son animales que prefieren tener la posibilidad de explorar el mundo exterior por su carácter activo. Sin embargo, aunque puedan parecer muy independientes, se muestran dóciles, atentos y afectuosos con su familia, especialmente con aquel miembro que escojan como líder.
El gato habana no es especialmente propenso a sufrir ninguna enfermedad felina, y menos de manera hereditaria. Para garantizar su salud, lo más importante es conseguir que lleve una vida y unos hábitos saludables a todos los niveles. Y acudir a visitar al veterinario al menos dos veces al año, para un chequeo completo y para mantener al día su cartilla de vacunaciones y desparasitaciones.
El ejercicio y la alimentación son los dos puntos a tener más en cuenta para cuidar de la salud del gato habana. Como raza de alta actividad, requiere de una familia que le ofrezca retos físicos y mentales a diario, y que le dedique tiempo de calidad donde predomine el juego. La variedad de actividades y el cariño serán las claves para mantener al gato en perfectas condiciones. Por supuesto, una alta actividad implica un alto consumo de calorías, lo que significa que tendrá que tomar un alimento en proporción, en cuanto a cantidad y a nutrientes.
Por otro lado, es necesario mantener algunos cuidados de higiene con frecuencia, como los cepillados y los baños. No obstante, el gato habana Brown posee un pelaje que se mantiene brillante y limpio casi por sí mismo, así que será suficiente con un cepillado a la semana y un baño cada par de meses para lograr que se muestre en las mejores condiciones.
Recuerda también la importancia de una educación y socialización adecuadas desde la edad más temprana posible, porque así te asegurarás de que el temperamento del gato adulto sea envidiable. Y que se lleve bien con personas de todas las edades ya sean de la familia o incluso desconocidos.
Si quieres tener un gato habana, tendrás que esforzarte de manera considerable. Como ya hemos visto, no se trata de una raza muy numerosa y expandida por el mundo. Lo que implica que el gato habana Brown alcanza un precio que puede resultar demasiado elevado para muchas personas. No obstante, si mantienes tu empeño y consigues hacerte con un ejemplar de dicha raza, todos tus esfuerzos se verán de sobra recompensados gracias a las características y al temperamento de este animal. Eso sí, recuerda únicamente dar crédito a criadores responsables y especializados en la raza que puedan ofrecerte todas las garantías que precises al respecto.
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