Tener una mascota no solo se trata de jugar con ella, hacerle mimos o alimentarla, también requiere obligaciones.

Los gatos son mascotas muy apreciadas por su adaptabilidad a los hogares humanos, su carácter, comportamiento e independencia, pero hay que procurarles atención y una de las más importantes es la vacunación.

La vacunación es la única manera de prevenir problemas como el moquillo en gatos, el cual es una enfermedad con alto índice de mortalidad y de la que hay que estar muy pendiente.

Si eres dueño de gato, quieres adoptar uno o estás a cargo de alguno, entonces debes informarte acerca de esta enfermedad, sigue leyendo, aquí te lo decimos todo.

Panleucopenia

El vocablo panleucopenia es un término para referirse al moquillo en gatos, y hace alusión al descenso de plaquetas que sufre el animal. Esta enfermedad es producida por un virus, el cual es altamente contagioso de animal en animal. De hecho, meses después de curado, los gatos expulsan el virus por las heces, por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con la disposición de los deshechos de un gato con panleucopenia.

El virus que produce el moquillo en gatos es resistente a la mayoría de los desinfectantes domésticos. No se elimina con alcohol, cloro o similares, permaneciendo en las superficies que han tenido contacto con el animal. Lo único efectivo es el agua hirviendo, la cual mata al virus en un minuto. Otra manera de contagio es a través de vectores, como insectos o parásitos.

Los gatos más vulnerables son los que se exponen al contacto con muchos otros gatos, es decir, los gatos que están en refugios, en la calle, etcétera. El moquillo en gatos o panleucopenia, solo afecta a los gatos, no se transmite a través de los perros ni seres humanos. El virus del moquillo en perros es diferente a este y no hay peligro de contagio entre esas dos especies.

Panleucopenia felina

La paleucopenia felina la causa un virus ADN y tiene una gran variedad de síntomas, pero solo el veterinario puede determinar que en efecto se trata del moquillo en gatos. Hay que estar pendiente de los siguientes síntomas:

  • Fiebre. Si el gato se siente caliente se le debe tomar la temperatura de manera rectal, para comprobar si es un estado febril o no. Si la temperatura está sobre los 39,5 °C es considerada anormal y hay que reportarla al veterinario. En los casos de panleucopenia felina, esta persiste por más de 24 horas, a veces se calma y repite.
  • Decaimiento. El gato luce cansado, no quiere jugar, ni trepar, ni saltar. Puede parecer triste y cabizbajo, quiere estar acostado. Tampoco quiere comer, ni siquiera sus croquetas favoritas.
  • Vómitos y diarrea. Al principio vomita con restos de alimentos, luego una sustancia oscura, lo cual es indicativo de sangre parcialmente digerida y en estados graves o avanzados el vómito es espumoso. Igualmente, la diarrea se presenta con heces oscuras y suele ser indicativo de que la enfermedad está avanzada.

¿Qué hacer en caso de presentar síntomas de panleucopenia felina?

El diagnóstico definitivo lo realiza el veterinario mediante el examen médico y un análisis de sangre. Si se confirma que se trata de moquillo en gatos, hay que saber que lo único que se puede hacer es tratar los síntomas, ya que no existe un tratamiento para el virus cuando ya está en el organismo del felino. El cuidado médico se trata de sostener al gato mientras pasa el virus.

También hay que evitar el contacto con otros gatos ya que se trata de una enfermedad muy contagiosa y grave.

En muchas ocasiones el gato requiere hospitalización, ya que hay que suministrarle fluidos por vía intravenosa, debido a la deshidratación que produce los vómitos y la diarrea. También puede ser que requiera antibióticos para las infecciones secundarias que suelen presentarse.

Es importante prestar atención a la nutrición del gato. Debido al decaimiento y a los síntomas digestivos, ellos dejan de comer, lo que los afecta negativamente. Es por ello que, una vez estabilizado el gato, hay que propiciar que se alimente.

Prevención del moquillo en gatos

La panleucopenia felina no tiene una cura específica, pero sí una prevención efectiva y es la vacunación. El esquema de vacunación se inicia a los dos meses de edad y lo ideal es que coincida con el destete.

Los gatos que estén siendo amamantados por su madre tendrán los anticuerpos de ella, si está vacunada apropiadamente.

La vacuna contra el moquillo en gatos se debe repetir anualmente, de esa manera el gato estará totalmente protegido y no contraerá la panleucopenia ni siquiera si tiene contacto con gatos infectados.

¿Qué consecuencia tiene el moquillo en gatos?

La panleucopenia felina es una enfermedad grave, los síntomas son muy fuertes y agresivos. La consecuencia más grave de esta enfermedad es la muerte del animal, que sucede en la mayoría de los casos, lamentablemente.

En gatos menores de 6 meses de edad, la mortalidad es muy alta, se calcula que se recupera uno de cada diez gatos que contrae el moquillo en gatos. Esto se debe a que un cachorro todavía no tiene el organismo bien formado y su sistema de defensas es inmaduro, por lo tanto, el virus gana la batalla.

En gatos adultos, la mortalidad es muy alta también, se calcula que se recupera más o menos la mitad de los gatos que se enferman.

La otra consecuencia importante de un gato con panleucopenia es el contagio de otros ejemplares. Si se trata de una gata preñada, las crías podrían nacer contagiadas, si se trata de un gato en un refugio o en una casa de acogida, los resultados pueden ser desastrosos.

El cuidado debe extremarse hasta varios meses después de sanado el gato, ya que se ha comprobado que pueden contagiar el virus aun estando ellos recuperados.

Lo mejor es mantener a tu gato vacunado apropiadamente, de esa manera puede deambular como le plazca sin arriesgarse a contraer esta enfermedad tan terrible. Espero que este post te haya sido de utilidad.

 

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