Es posible que todas las razas de gatos estén marcadas por al menos una característica que los diferencia de cualquier otra. Sin embargo, esa característica no es tan evidente en todas las razas. En el caso del cornish rex, es muy fácil poder diferenciar un ejemplar que pertenezca a ella, y es que realmente poseen una característica única dentro de todo el mundo felino. Un pelaje rizado del que hablaremos más adelante.
Igual de llamativos que la propia raza, resultan sus orígenes. Su historia no se remonta a la antigüedad, pero es lo bastante interesante como para que merezca la pena que sea contada. A pesar de lo que pueda parecer, la aparición del gato cornish rex fue completamente natural y fortuita, aunque posteriormente el ser humano potenciara aquellos rasgos que resultaban más interesantes.
Concretamente, fue en el año 1950, durante el verano. Una gata doméstica, común de pelo corto, dio a luz a su camada de gatitos. De todos los cachorros nacidos, solo uno presentaba una característica que su dueña jamás había visto antes, un pelaje rizado que se asemejaba al de los conejos rex, de quienes la raza tomaría posteriormente parte de su nombre. Después de investigar e informarse acerca de ese cambio genético, la dueña llegó a la conclusión de que se había dado de manera natural, y que no tenía ningún tipo de incidencia negativa en el cachorro.
Tan llamativo resultó para su propia dueña y para quienes conocían el caso, que buscaron la manera de perpetuar dicho rasgo, y entonces propiciaron varios cruces de este ejemplar con gatos de otras razas para comenzar a definir la que años más tarde se convertiría en la raza de gato cornish rex. Todos estos hechos tuvieron lugar en Inglaterra, concretamente en el condado de Cornualles. De ahí que se otorgara a la raza el nombre del lugar donde se había originado, Cornish (que se traduciría como cornuallés), y Rex, en referencia a su característico pelo ondulado.
En apenas unos años, se convirtió en una raza muy famosa en su lugar de origen, y dio también el salto a Estados Unidos. Así, en la década de los 60 el gato cornish rex fue reconocido como una raza oficial por las principales asociaciones felinas de Inglaterra, y a partir de 1970 fue también reconocido como tal en Estados Unidos y en el resto del mundo.
Los cruces posteriores con gatos de otras razas, como el siamés, hicieron que se definieran en ellos otras características que logran un conjunto único en esta raza. Un conjunto que en muchas ocasiones puede resultar extraño, pero que ha hecho que no pare de ganar adeptos en todo el mundo.
En la actualidad, el cornish rex es una raza que se conoce en todas partes, aunque el número de ejemplares no es tan elevado a nivel de mascota como el de otras razas de gato con el pelo ondulado. En cualquier caso, es más que recomendable como animal de compañía por su carácter además de su aspecto, algo de lo que cada vez se da cuenta más gente para poner a un cornish rex en sus vidas.
Que el cornish rex destaca por su pelaje ondulado es un hecho, pero esa no es su única característica impactante. Se trata de un gato de tamaño medio, pero bastante alargado y estilizado en su cuerpo. Podría recordar a los perros galgos, lo que hace que resulte tan llamativo para las personas que están acostumbradas a gatos más robustos. Y es que todas las líneas del cuerpo del cornish rex son alargadas, dese la propia línea de la espalda, hasta la cabeza y el hocico, además de la cola y las patas.
Incluso las orejas son más grandes y largas en proporción que las de la mayoría de los gatos, y su nariz muestra casi un perfil plano debido a su longitud. La clave de todas estas características es entonces la elegancia de este gato tanto cuando está en reposo como cuando se encuentra en movimiento.
Su pelaje, además de ser ondulado, es muy corto y con textura lanosa. Y una de sus características más interesantes es que apenas se cae, por lo que los cuidados que requiere son mínimos, y tampoco es habitual que traguen pelo cuando ellos mismos se acicala, lo que evita que se produzcan las peligrosas bolas de pelo en el estómago. Además, no existe un único patrón para el colorido de este especial manto, lo que significa que es posible encontrar ejemplares de esta raza de cualquier tonalidad, y en uno solo o varios colores expandidos de cualquier manera por su cuerpo.
Cabe destacar finalmente que posee unos ojos grandes y almendrados, con una mirada profunda que puede ser prácticamente de cualquier color. Aunque suelen combinar de alguna manera con la tonalidad de su pelaje. Una mezcla de belleza sin igual que atrapa la atención de cualquier amante de los gatos. Por eso, una vez que se conoce la raza, es difícil resistirse a sus encantos.
El temperamento del cornish rex destaca principalmente por dos cuestiones. La primera, es que se trata de un animal algo dominante y que tiende a querer liderar las manadas, de ahí que resulte imprescindible educarlo adecuadamente desde cachorro para evitar comportamientos indeseados y para que conviva bien con otros animales, ya sean gatos o de cualquier otra especie.
Por otro lado, este gato es muy casero, prefiere vivir dentro de casa que salir a explorar al exterior, lo que no significa que no le guste el juego y la actividad. Es un animal muy inteligente, que puede mostrarse independiente por momentos pero que también requiere grandes dosis de atenciones, cuidados y cariño. Se trata sin duda de un animal complejo que hay que comprender para poder conseguir lo que se espera de él.
No obstante, es un gato sociable en general, y adecuado para convivir como mascota con familias de toda clase. Es muy bueno con los niños y se lleva especialmente bien con ellos debido a que suelen ser compañeros de aventuras incansables. También es fácil conseguir que se adapte a la tranquilidad de una vivienda sin muchos sobresaltos, siempre y cuando tenga momentos en el día para jugar y soltar toda su energía, y siempre que no pase demasiado tiempo solo, porque es algo que esta raza lleva extremadamente mal.
Otro de los detalles que marcan su carácter es que es un gato con tendencia a maullar excesivamente e insistentemente, una razón más para educarlo adecuadamente desde pequeño para controlar los rasgos menos atractivos de su personalidad. Su tono de voz es además bastante elevado, característica que habrá que tener en cuenta antes de decidirse por un ejemplar de esta raza como animal de compañía.
El aspecto quizá frágil del cornish rex no se corresponde para nada a su fuerza y salud. Y es que esta raza es saludable por naturaleza, apenas presenta enfermedades y requiere unos cuidados muy básicos para mantenerse siempre en perfectas condiciones. Lo más importante es asegurarse de que sigan unos hábitos de vida saludables y procurarles todo lo que necesiten para ser felices.
Los cuidados necesarios para que el gato cornish rex se encuentre perfectamente a nivel de salud y de estética son muy básicos. No hay que olvidar nunca las visitas frecuentes al veterinario para revisar su estado general, y también para llevar al día sus vacunas y desparasitaciones.
En cuanto a su pelaje y a su higiene, bastará con un cepillado de vez en cuando para eliminar el escaso pelo muerto o la suciedad que se pueda acumular. Como ya hemos visto, no es un gato que pierda mucho pelo habitualmente, de ahí que no resulte necesario cepillarlo con demasiada frecuencia. Para mantenerlo limpio, además, se recomienda utilizar toallitas y pasarlas por todo su cuerpo, y bañarlo por completo únicamente cuando sea necesario y con un champú específico para gatos. Algo a tener en cuenta, es que durante el invierno requerirán de un lugar cálido para descansar. A pesar de que su temperatura corporal es más alta que la de otros gatos, podría enfermar a causa de la poca protección de su pelaje en momentos de mucho frío.
Otro punto a tener en cuenta para el buen cuidado de su salud es el que tiene que ver con su alimentación. Es imprescindible optar por un alimento siempre de calidad y que contenga todos los nutrientes que necesita. También se puede compaginar el alimento seco con el húmedo para que disfrute de su sabor y propiedades, pero siempre con cuidado, puesto que el alimento húmedo suele tener mayor composición de grasas. El cornish rex no es un gato con tendencia a engordar, pero una mala alimentación podría llevarle a coger sobrepeso, algo muy peligroso para los animales.
Su alimentación tendrá además que ver con el nivel de ejercicio que lleve. Y es que, a mayor gasto energético calórico, mayor demanda diaria de comida. No hay que olvidar que se trata de un animal activo y juguetón, por lo que no será feliz si no se le permite realizar toda la actividad que necesite. También es importante que buena parte de esa actividad sea junto a su familia, porque será la manera de estrechar lazos y de que se convierta en una mascota perfecta para todos los habitantes de la casa. Además, mediante el juego es más fácil y eficaz poder educarlo, de modo que se limen aquellos comportamientos menos agradables, como la dominancia o la insistencia con los maullidos.
A pesar de que el gato cornish rex no es uno de los más numerosos del mundo, es relativamente fácil encontrarlo en cualquier lugar. Por eso, si quieres conseguir un ejemplar de esta raza, con todas las garantías de salud y de procedencia, debes acudir a un criador especializado en ella, que además tenga buenas referencias de otras personas. Nunca aceptes un gato de particulares, y mucho menos en tiendas de animales, porque es probable que venga de centros de cría incontrolada donde los animales estén en malas condiciones. Además de que, de esta manera, no tendrás las garantías necesarias acerca de tu nuevo amigo.
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