British Shorthair

El gato british shorthair es también conocido como británico de pelo corto. A pesar de que lleva en su nombre, el gato british shorthair no tiene su origen directo en Gran Bretaña, aunque sí su desarrollo como raza. Su historia es además una de las más antiguas del mundo felino, y desde luego la más antigua de las razas desarrolladas en Gran Bretaña.

Durante el intento de invasión de los romanos a Gran Bretaña, llegarían también ejemplares de gatos cuya procedencia probablemente fue el antiguo Egipto. Los que serían los antepasados directos del británico de pelo corto. Posteriormente, dichos ejemplares se cruzaron con gatos británicos autóctonos, dando así lugar a los primeros gatos clasificados como british shorthair.

Ya desde el principio se trató de una raza que llamó poderosamente la atención de la población debido a su fortaleza física y a sus características, al igual que por una capacidad única para la caza. Su pelaje estaba diseñado para soportar la climatología lluviosa y más bien fría de esta zona, y su fisionomía les permitía sobrevivir por su cuenta en las condiciones más complicadas. No obstante, estos no fueron los únicos motivos por los que el británico de pelo corto se hizo un hueco en los corazones de los británicos.

En seguida mostró una naturaleza cariñosa y leal al ser humano, tranquila y obediente. De ahí que cada vez fueran más los interesados en esta raza y en participar en su desarrollo. Aunque lo cierto es que las características naturales de la raza eran tan ideales, que su tipo varió muy poco a lo largo de los años. Únicamente destacaron los cruces con gato persa hacia 1915 para lograr ejemplares de pelo largo, que formaron otra variedad de esta raza denominada british longhair.

También en el british shorthair se dieron varias tipologías. Por un lado, los gatos robustos y de cabezas redondeadas que mantuvieron el nombre original de la raza. Por otro, ejemplares más alargados y esbeltos, de cabeza triangular, que con el tiempo se separaron para gestar otra raza que hoy en día tiene su propio renombre, el gato azul ruso.

Cabe destacar que la raza pasó por una época complicada durante la Segunda Guerra Mundial. Los ejemplares se redujeron drásticamente en número y la cría de la raza se vio mermada. Después de la guerra, fueron necesarios cruces con otras razas para volver a desarrollar la raza tal y como era antes de la guerra. Los esfuerzos y el trabajo de los criadores lograron que en 1970 el gato británico de pelo corto fuese finalmente reconocido por las organizaciones felinas GFA y TICA.

En la actualidad, se trata de una raza muy extendida y querida como animal de compañía, que se puede encontrar en todos los rincones del mundo. Es más que adecuado para todo tipo de familias y posee unas características físicas y un temperamento destacable a todos los niveles. Sigue leyendo para conocer más acerca del british shorthair.

Características del British Shorthair

Entre las características del british shorthair destaca el hecho de que se trata de un gato grande y fuerte, compacto y robusto, que no pierde las proporciones en ningún momento y que puede llegar a pesar hasta 8 kilos en su edad adulta. Posee un gran equilibrio en toda su fisionomía, y en general sus líneas son marcadas y redondeadas. Destaca su pecho profundo y su cuerpo musculoso, y unas patas de longitud media que también son fuertes y que otorgan a la raza una fuerza y una agilidad muy notables.

Entre las características físicas del británico de pelo corto más destacables, se encuentran una cola gruesa y redondeada en su punta, y una cabeza también redondeada con orejas de tamaño mediano que se mantienen siempre erguidas. Destaca un hocico más bien achatado y grueso y unos ojos muy separados y no excesivamente grandes, que además pueden presentarse en varios colores, siendo el amarillo uno de los más comunes.

Destaca también en esta raza el pelaje, corto, denso y suave al tacto, pegado al cuero de los animales. Su densidad hace que parezca que poseen una capa doble, pero la realidad es que cuentan con una sola capa pegada al cuerpo. Lo que sí se debe mencionar es que es un tipo de pelaje muy brillante que aparece en diversos colores, todos ellos aceptados por las asociaciones felinas. Entre los colores más habituales del british shorthair destacan el blanco puro, el negro puro, el rojo, el crema o el gris ahumado. Sin embargo, el más habitual de todos es el color azul, por el que la raza es popular y que puede darse en diversas intensidades.

Comportamiento del British Shorthair

Una vez definidas sus características físicas, es el momento de conocer el temperamento del british shorthair. Esta raza posee un carácter excelente para convertirse en la perfecta compañía de familias de todo tipo. Es de naturaleza sociable, y tiende a llevarse bien con personas de cualquier edad y con otros animales. Es cariñoso y siempre está buscando el afecto de sus seres queridos. Además, muestra una lealtad que muchos llegan a comparar con los perros, y un apego que en ocasiones puede resultar incluso agobiante para quienes esperan la independencia asociada tradicionalmente a los felinos.

Por otro lado, se trata de un gato juguetón y alegre, que sabe mostrarse tranquilo y silencioso cuando la situación lo requiere. Es una de esas razas que apenas necesita de una educación estricta desde cachorro para convertirse en el animal adulto equilibrado que todos esperan. Con cariño, dedicación, y una buena socialización, el británico de pelo corto será el gato de compañía perfecto para cualquier persona.

Principales enfermedades del British Shorthair

Aunque se puede decir que el gato british shorthair es un animal saludable en términos generales, también puede sufrir algunas enfermedades hereditarias. Entre ellas, destacan la enfermedad poliquística renal y la cardiomiopatía hipertrófica felina. Para evitar su aparición en la medida de lo posible, es imprescindible acudir al veterinario al menos dos veces al año, y siempre que aparezca algún comportamiento extraño en el gato. Las revisiones, al igual que llevar al día su calendario de vacunaciones y desparasitaciones, es fundamental para garantizar su buen estado de salud en todo momento.

Cuidados básicos del British Shorthair

Los cuidados del british shorthair son similares a los de la mayoría de razas felinas. Y es que las características de esta raza no requieren un trato especial por parte de sus dueños, lo que facilita su tenencia. Los cepillados y baños completos deben hacerse de forma puntual, puesto que su pelaje no tiende a ensuciarse ni a enredarse. Además, se trata de un gato limpio por naturaleza, lo que implica que se mantendrá en buenas condiciones por lo general. Como partes a tener en cuenta, destacan la limpieza de la cara y de la boca, así como el corte de uñas de manera habitual.

Más allá de los cuidados de higiene, es importante ofrecer a tu gato una alimentación saludable, que incluya comida seca y húmeda, aunque esta segunda en menor proporción para evitar la peligrosa obesidad. Lo mejor es fraccionar su ración diaria en varias tomas e intercalando la comida seca con la húmeda, lo que además le protegerá a nivel estomacal.

Tampoco hay que descuidar la educación y el ejercicio del británico de pelo corto, imprescindibles para garantizar su salud a todos los niveles. La ventaja de este gato es que se adapta fácilmente a cualquier situación, así que solo tendrás que prestarle la atención necesaria para conseguir que sea obediente y que disfrute de su tiempo de juego y también del descanso. Recuerda la importancia de educarlo y socializarlo desde cachorro, y de ofrecerle todo tipo de juegos físicos y retos mentales a diario.

Curiosidades del British Shorthair

  • Aunque en la actualidad esta raza no es tan conocida como otras, hubo un tiempo en que superó el récord de popularidad incluso del gato persa. Fue hacia 1871, cuando compitió por primera vez en una exposición felina de belleza. En ese momento, la cría y venta de ejemplares se disparó por encima de la mayoría de razas, especialmente en Gran Bretaña.
  • El famoso gato de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, Cheshire, es probablemente un ejemplar de esta raza. O al menos su creador se inspiró en el british shorthair para dar vida a este carismático felino.

¿Crees que el british shorthair es el gato adecuado para ti? Entonces llega el momento de conseguir un ejemplar a tu medida. Para ello, tendrás que localizar un criador especializado en la raza, que cuente con buenas referencias anteriores y que pueda ofrecerte todas las garantías de calidad sobre el cachorro y su procedencia. Existen muchos gatos que pueden tener rasgos similares a los del británico de pelo corto, pero si su procedencia no está asegurada, es posible que presenten problemas de comportamiento con el tiempo. El esfuerzo merecerá la pena cuando tengas en tus brazos a tu nuevo mejor amigo, un animal de compañía excelente que te dará todo su cariño durante mucho tiempo.

British Shorthair