Bosque de Noruega

El gato conocido como Bosque de Noruega no es un gato al uso o común. Su historia es probablemente única entre todas las razas felinas. Si quieres conocer más sobre esta especial criatura, que recuerda en su aspecto a un lince en miniatura, has llegado al lugar adecuado. De aspecto salvaje e interior doméstico, el bosque de noruega es un gato que ha conquistado los corazones y hogares de todos los rincones del mundo. Pero antes de definir sus características, hay que empezar por descubrir su origen.

Esta raza recibe su nombre precisamente de su lugar de origen. Y es que los primeros ejemplares asociados como tal aparecieron en los boques escandinavos. La teoría sobre su aparición no está comprobada, aunque se cree que fue el resultado del cruce de gatos prehistóricos del sur de Europa con gatos de pelo largo que llegaron a Noruega desde Oriente Medio. Su desarrollo en una zona de clima tan frío y crudo, es lo que hizo que sus características sean las que son hoy en día. Empezando por un pelaje muy largo y denso, protector para que los animales pudiesen sobrevivir en dichas condiciones.

Lo más curioso de su historia es quizá que los humanos no se interesaron en ellos en un primer momento. A pesar de figurar en leyendas nórdicas y mitos, donde los protagonistas eran los vikingos y relatos plagados de magia, el bosque de Noruega ofrecía unas características que resultaban poco interesantes para las personas que por aquel entonces querían compartir su vida con un gato.

Mucho antes de empezar a utilizarse como parte de los programas de cría de criadores experimentados, existe constancia de que estos gatos se catalogaban como animales no domésticos, llegando a parecer incluso como un tipo de lince noruego en documentos de 1559. Por este motivo, está reconocida como una de las razas más antiguas que existen. De la que incluso cuenta la leyenda que era capaz de tirar del carruaje de la diosa Freya, algo que ningún otro ser ni dios podía hacer.

Leyendas aparte, se cree que fueron los vikingos quienes propiciaron la expansión del gato bosque de Noruega a otros territorios. Puesto que solían formar parte de las tripulaciones de los navíos gracias a sus capacidades para cazar ratones. Así, llegarían a otros lugares, aunque tendría que pasar mucho tiempo hasta que empezasen a formar parte habitual de los hogares como mascota.

Su popularidad comenzó a aumentar cuando el rey Olaf V denominó a la raza mascota nacional de Noruega. A partir de entonces, algunas personas empezarían a interesarse por ella. Aunque no fue hasta 1930 cuando se reconoció como una raza propia. Incluso tardaría más en establecerse su estándar, en los años 70, redactado por la FiFe.

En la actualidad, es muy fácil encontrar ejemplares de esta raza en cualquier parte del mundo. Y es que es muy valorada como mascota tanto por su aspecto físico como por su temperamento. Si quieres conocer más sobre la raza de gato bosque de Noruega, su carácter o características, en este artículo encontrarás todo lo que necesites.

Características del Bosque de Noruega

La raza de gato bosque de Noruega es grande. Quizá una de las mayores en cuanto a tamaño de todas las razas felinas que viven en compañía de las personas. Quizá por este motivo, por el resto de rasgos que definen su belleza, se ha posicionado como una de las preferidas de los hogares de todo el mundo.

Es mayor incluso que otras razas similares, como el Maine Coon, tanto en tamaño como en corpulencia. Y es que el gato bosque de Noruega tiene un tamaño que llama la atención, pero el peso del gato bosque de Noruega no se queda atrás, pudiendo encontrarse ejemplares de hasta 9 kilos de peso con relativa facilidad.

Más allá de las características ya mencionadas, cabe destacar la belleza y la forma de su cabeza. Redondeada y ancha, y de hocico prominente, aunque no en exceso. Llaman la atención sus orejas, triangulares y grandes, siempre erguidas sobre la cabeza y con un pelaje largo en las puntas que recuerda al de un lince. Tampoco pasan desapercibidos sus ojos, grandes y profundos, que pueden aparecer en muy diversos colores.

Sus patas son largas y robustas, preparadas para correr, saltar y escalar. No es de extrañar entonces que este animal sea muy activo y todo un atleta. A lo que ayuda también una cola larga y repleta de pelo que le ayuda a mantener la agilidad y el equilibrio.

Mención aparte merece su pelaje, largo, de gran densidad y lanoso al tacto. Se muestra en dos capas, siendo la capa interna mucho más densa, con el objetivo de hacer que su cuerpo esté alejado de la humedad y del frío. La capa externa es mucho más larga y suave, aunque puede variar su longitud dependiendo de la época el año.

En cuanto a colores y tonalidades, el manto de este gato es muy variable. Están reconocidos como colores válidos de la raza el negro, el azul, el rojo, el dorado, el marrón, el plateado o el crema. Y además pueden aparecer siguiendo muy diversos patrones, desde un solo color uniforme, hasta gatos tabby o atigrados, incluso de tres colores. En todo caso, cuando el pelaje de este gato presenta más de un color, al menos uno deberá ser blanco.

Comportamiento del Bosque de Noruega

Otra de las cosas que más enamora en la raza bosque de Noruega es su temperamento. Tiene un carácter excepcional para ser la mascota de una familia. Se lleva bien tanto con niños como con adultos y es un animal muy cariñoso y atento con los suyos. Lo único que hay que tener en cuenta es que es bastante territorial, lo que significa que no tolerará con agrado a los desconocidos o a otros animales en su territorio. Algo que se puede llegar a controlar a través de la educación del bosque de Noruega cachorro.

Por otro lado, es un animal tranquilo y paciente, aunque necesita sus dosis de actividad y ejercicio cada día. Por lo demás, será un animal equilibrado siempre que se le ofrezcan los cuidados que necesita. Además, es muy inteligente, por lo que se le pueden enseñar órdenes y pequeños trucos con poco esfuerzo.

Principales enfermedades del Bosque de Noruega

El gato bosque de Noruega es por lo general una raza fuerte y saludable, aunque puede llegar a presentar ciertas enfermedades y problemas de salud con más frecuencia que otras razas. Entre dichas enfermedades se encuentran la miocardiopatía hipertrófica, la displasia de cadera, algunas alteraciones en la retina y glucogenosis tipo IV. Aunque no existe ninguna forma de evitarlas, es posible controlarlas si se diagnostican de forma temprana. Por eso es tan importante seguir un programa frecuente de visitas al veterinario, donde además recibirá las vacunas y desparasitaciones que requiera.

Cuidados básicos del Bosque de Noruega

El pelaje de esta raza tiene unas características muy concretas, por esto también necesitará un esfuerzo mayor en sus cuidados que otras razas de gato. Los cepillados deben ser más que frecuentes para evitar nudos y enredos, así como el pelo muerto que no dejará respirar su piel. Conviene también bañarlos cuando sea necesario y ofrecerles malta para evitar que se formen las peligrosas bolas de pelo en su estómago o en su intestino.

Aparte de los cuidados de su pelaje, habrá que conseguir que el animal lleve una vida saludable, mediante la alimentación, la educación y el ejercicio. Una alimentación de alta calidad que convine la comida seca y la húmeda será la más adecuada para que su salud sea siempre inmejorable.

A pesar de ser un gato tranquilo y calmado, tiene momentos de gran actividad y energía. Cuando eso ocurre, lo primero que se le pasa por la cabeza al gato bosque de Noruega desde bebé, es escalar y trepar por donde pueda. Si no quieres que tus muebles se vean destrozados por la fuerza y energía de un bosque de Noruega gigante, deberás ofrecerle lugares adecuados por los que escalar. Pero nunca tratar de eliminar ese comportamiento, porque entonces podría desarrollar frustración y algunos problemas de conducta.

Curiosidades del Bosque de Noruega

  • Estos gatos son de los pocos que no temen al agua. Al contrario, disfrutan nadando y son pescadores muy ágiles y experimentados. Lo más cómico de esta imagen es que pierden el volumen de su maravilloso pelaje. Una estampa muy simpática de la que se recuperan una vez secos.
  • Por otro lado, es una raza que no tiene las mismas necesidades durante todo el año. En concreto, cuando se acerca el invierno tiene mucho más apetito. Al comer más cantidad de alimento, su manto se vuelve más grueso y el pelaje se vuelve más denso. Lo que le protegerá del frío tal como ocurría en su lugar de origen.

Si estás pensando en comprar un bosque de Noruega, tendrás que buscar un criadero de bosque de Noruega profesional y con buena reputación. Para tener garantías acerca de la procedencia y estado de salud de tu nuevo mejor amigo, solo puedes seguir la vía adecuada. No pienses cuánto cuesta un gato bosque de Noruega de calidad, piensa que el esfuerzo merecerá la pena cuando tengas tu cachorro de bosque de noruega negro o de cualquier otro color con todas las características que deseas.

 

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