Los agapornis, son una de las especies de aves que han tomado más vuelo para ser parte de la vida del hogar. Sus colores vivos y alegres, además de la facilidad para ser domesticadas, son algunos de los motivos para toda la atención que reciben. Y para que su adaptación y desarrollo sea integral hay que saber cómo cuidar a un agaporni bebe papillero.
Estas aves forman parte de las psitácidas, de las que forman parte otras especies tan conocidas y queridas como loros o papagayos, que incluye a los guacamayos, las cotorras. De allí su colorido.
Si ya estás decidido a ser el anfitrión de estas aves encantadoras, aquí tienes información que debes manejar cuanto antes.
- Agapornis Fischeri
- Agapornis Lilianae
- Agapornis Nigrigenis
- Agapornis Personata
- Agapornis Roseicollis
- Agapornis Taranta
¿Cuál es la esperanza de vida de un agaporni papillero?
Esta es una de las inquietudes más naturales para quienes buscan tener compañía, en general de cualquier animal con el que se crean lazos afectivos.
En promedio la esperanza de vida de un agaporni papillero es de 12 a 15 años. Este lapso de tiempo depende de los cuidados y la vida que se le da al ave. Por lo tanto, tener a estas aves representa un compromiso de largo plazo, por lo que es necesario que tengas muy claro todos sus cuidados y que dispones del tiempo necesario.
¿Cómo se alimenta un agaporni bebé?
Este es uno de los factores delicados de estas aves, ya que son muy dependientes al principio de sus vidas. Para alimentarlos puedes ayudarte con tres instrumentos, ya sea una pequeña cucharilla, es decir la más pequeña que dispongas, una jeringa o si es el caso, una sonda.
El de más fácil uso, o el que permite un mejor manejo es la jeringa. Solo hay que sostener al ave y, de ser necesario, ayudarla un poco a abrir el pico. Algo que no es muy difícil porque tienen un gran apetito. Para el momento que tengas el ave, ya debe haber tenido un par de días recibiendo alimento de esta forma.
Mientras son bebés hay que darle papilla específica que se consigue con facilidad en el mercado. Al prepararlas hay que usar siempre agua embotellada o hervirla antes de la preparación. Al final la textura debe ser similar a la del yogur para facilitar la alimentación del polluelo. Es importante revisar que no tenga grumos o cualquier elemento que pueda afectar su garganta o le dificulta tragar. Son animales bastante delicados en esa etapa.
Este proceso es sencillo, siempre tienen una buena disposición a comer. Sin embargo, hay que hacerlo con mucha paciencia, tienen poco tiempo fuera del nido, el buche es pequeño y cualquier exceso o apresuramiento puede lastimarlo
¿Cuántas veces comen al día?
Los agaporni, son animales que están en rápido crecimiento, por lo que necesitan alimentarse bien. Los primeros días hay que darles la ración 5 veces al día, es decir cada 4 horas. Puede parecer mucho, pero es lo adecuado para ellos. Esto se hace por un período de 10 días, una cantidad como la que cabe en la jeringa de 5 ml.
Pasados los 10 días, puedes disminuir la frecuencia de alimentación y llevarla a 4 veces al día, pero como ya su buche ha aumentado en sus dimensiones, es factible aumentar la cantidad a unos 9 ml, es importante ver si hay ansiedad o si percibes que queda con hambre para darle una vez más, sin embargo, esta frecuencia debe ser suficiente hasta transcurridos 20 días. A los 30 días disminuye a 3 veces, y entre los 40 a 60 días debe ser 1 o 2 comidas.
Poco a poco se le puede suministrar otros alimentos como pan, mijo para que vaya habituando. No se puede quitar la papilla hasta que ya coma semillas u otros alimentos. Posteriormente podrá ingerir verduras, frutas, etc.
¿Dónde debo criar a un agaporni papillero?
Dado que los primeros días los agapornis son tan dependientes de tus cuidados, dejarlos en una jaula no es lo más conveniente. La recomendación de los expertos es colocarlos en una caja de madera, que tenga una altura adecuada para que no vayan a salirse. En ella debes colocar un sustrato de virutas de madera. Esto le dará calor, lo mantendrá cómodo, no lastimara sus extremidades.
Es también recomendable el uso de un transportín para aves, así si necesitas ausentarte mucho rato lo puedes llevar. Para su bienestar hay que rodear el recipiente donde los coloques con alguna manta. Esto tiene dos propósitos: por una parte le dará calor que debe tener una temperatura de unos 29° a 30° C. Por otra parte, filtra la luz para que tenga un ambiente no demasiado iluminado. Esto le dará tranquilidad.
Por un lapso de unos 60 días, el ave tendrá una gran dependencia de ti para vivir, eso quiere decir que hay que dedicarle varias horas de atención. De otro modo, puede experimentar estrés o ansiedad.