Si tienes un perro de corta edad, seguro que la pregunta sobre cuándo puede salir un cachorro a la calle te ha hecho dudar en algún momento sobre el momento óptimo para su primer paseo.
En este post vamos a tratar sobre cuando se puede sacar a un cachorro a la calle sin ningún temor y así comience a explorar su entorno.
Cuando puedo sacar a mi cachorro a la calle
La duda sobre cuándo puedo sacar a mi cachorro a la calle va íntimamente ligada a sus vacunas, ya que es el principal escollo para dar ese paso.
Será el veterinario el que determine cuáles son las principales vacunas que se deben aplicar al perro, en función de factores como su tamaño, raza o entorno en el que viva.
Entonces, ¿a partir de que vacuna sacar cachorro a la calle?
Normalmente, es acabado el primer ciclo de vacunación de perros cuando el veterinario recomienda que puede comenzar su etapa de paseos en la calle.
La primera vacuna se pone entre las 6 y 8 primeras semanas, a las que le seguirán las de refuerzo en la semana número 12, momento cuando puede salir un cachorro a la calle con las vacunas necesarias.
Cuando puede salir un cachorro
A partir del tercer o cuarto mes, en base a las indicaciones del veterinario, podrás sacar a tu cachorro a la calle, siempre siguiendo una serie de medidas preventivas según el caso y manteniendo el control sobre el animal.
Si quieres saber con exactitud el momento óptimo de cuando puede salir un cachorro a la calle, lo cierto es que es en el quinto mes cuando alcanzan el 99% del desarrollo de su sistema inmunitario; ahí ya no tendrás ninguna duda sobre cuándo puede salir un cachorro a la calle y así contribuir a la felicidad del perro.
Recuerda la implantación del microchip antes de su primer paseo, ya que, en caso de pérdida por lo extraño de esta acción, se le puede localizar más rápidamente.
Ya ha pasado ese tiempo, pero mi cachorro no quiere pasear, ¿qué hago?
Es posible que el cachorro muestre ciertas reticencias al principio sobre el hecho de salir a la calle. Un buen consejo para iniciarle en este hábito es recurrir a una cesta o sacarle en brazos, buscando así que se habitúe a los ruidos, la gente y todo lo nuevo a lo que se va a exponer desde ese momento en sus paseos por la calle.
Además, el primer paseo del cachorro puede ser breve, incrementando gradualmente la duración y la complejidad de esta rutina conforme pase el tiempo y se acostumbre al contexto. También tendrás que lidiar con su adaptación a la correa y el arnés, elementos que, probablemente, al principio rechace: con paciencia -al igual que sucede en otros adiestramientos como órdenes para que se siente– le podrás habituar a ellos y se acostumbrará pronto a llevarlos puesto en sus paseos.
Si persiste en su negativa y el cachorro no quiere pasear, recurre a golosinas o su juguete favorito, con el que instarle a salir de casa acompañado de ese patrón positivo.
